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Apple alcanza el billón de dólares de valoración bursátil

La compañía de Tim Cook es es la primera empresa cotizada en Wall Street en lograr esta capitalización

 El CEO de Apple, Tim Cook, en California el pasado noviembre.
El CEO de Apple, Tim Cook, en California el pasado noviembre. AFP

Apple se convierte en la primera compañía cotizada en Wall Street que alcanza una valoración bursátil de un billón de dólares —861.220 millones de euros—. Lo ha hecho antes de Amazon, Alphabet y Microsoft, las otras tres tecnológicas que competían por marcar este hito en la historia corporativa mundial. A la vista de los inversores, es una compañía que a la vez se sustenta sobre unos pilares de negocio muy sólidos y que eleva su valor.

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Técnicamente, sería la segunda corporación en todo el mundo en rebasar esta marca psicológica. El gigante energético PetroChina marcó un hito similar al estrenarse en el parqué de Shanghái hace poco más de una década. Pero aguantó muy poco a ese nivel y su valoración se desplomó hasta el punto de que actualmente vale una cuarta parte. Apple, pese a su tamaño, se apreció un 22% este año.

Apple se revalorizó más de un 50.000% desde su estreno en 1980. Un escalada que no se podía imaginar en 1997, cuando cada acción se pagaba a menos de un dólar y bordeaba la bancarrota. En ese mismo periodo, el S&P 500 subió un 2.000%. La capitalización equivale a la combinada de la petrolera ExxonMobil, del conglomerado de consumo Procter & Gamble y del operador de telecomunicaciones AT&T, que acaba de adquirir Time Warner.

Si el fabricante del iPhone y de los Mac fuera un país, con esta valoración sería miembro de pleno derecho del G20. Su capitalización equivale a la riqueza nacional que el Fondo Monetario Internacional calcula para Indonesia. Y al ritmo con el que crece podría alcanzar pronto a México, con un PIB estimado en 1,15 billones, o incluso España, de 1,31 billones. La compañía creada hace cuatro décadas por Steve Jobs y Steve Wozniak Es más grande que Holanda y Turquía.

Las acciones de Apple necesitaban superar los 207 dólares para batir la marca. Hace cinco años se negociaban a 60 dólares y cuando el mercado tocó fondo la pasada crisis financiera no llegaban a 15 dólares. El medio billón de valoración lo logró en 2012. Lo perdió un año después y volvió a recuperarlo en 2014. El empujón final estuvo amenazado por el ascenso parabólico de Amazon.

Warren Buffett, que siempre tuvo alergia a los valores tecnológicos, explica que empezó a invertir en Apple hace dos años porque llegó a la conclusión de que la compañía emplea de una manera inteligente el capital. Pero más importante aún, dijo, es el valor de su ecosistema y lo que perdurará. Le atrae exactamente la capacidad que tiene de retener a sus clientes pese a la creciente competencia.

La valoración de Apple se duplicó desde que Buffett es accionista. Gracias a que controla un 5% del capital, el oráculo de Omaha ingresa 700 millones en dividendos sin hacer nada. La escalada bursátil se vio alimentada, de hecho, por el masivo plan de recompra de acciones que activó hace seis años tirando de los 267.000 millones que tiene en efectivo. Desde entonces adquirió 210.000 millones de sus propias acciones y va a comprar 100.000 millones más.

Ese dinero podría destinarlo a financiera operaciones de adquisición o inversiones para desarrollar sus productos electrónicos. Pero es difícil ver una compra por un valor tan alto que tenga sentido para Apple. Además, es una máquina de generar efectivo que le permite poner los beneficios por delante de la innovación. Así que lo más atractivo es comprarse así misma y eso gusta a los inversores.

Apple es el iPhone. El teléfono interactivo le genera más del 60% de los ingresos globales. Las actualizaciones del producto y los servicios que construyó a su alrededor desde que empezó a venderlo hace 10 años convierten al dispositivo en una necesidad. Se utiliza para mandar mensajes, navegar por Internet, escuchar música, ver películas, jugar, pagar en el cajero y controlar incluso la salud.

La compañía cimentó su nombre bajo el liderazgo de Steve Jobs. Pero cuando falleció en 2011 los entusiastas de Apple temieron que fuera a quedarse falta de ideas para seguir innovando. Tim Cook, su consejero delegado, asegura que el espíritu del fundador sigue vivo y los últimos resultados publicados revelaron que el iPhone X, la última versión del teléfono, se vende mejor de lo esperado.

Cook, además, entendió que con más de 1.200 millones de usuarios de sus dispositivos por todo el mundo podía permitirse diversificar los ingresos y así reducir la dependencia en el iPhone. Los servicios le aportan ya una sexta parte de la facturación y crece el doble de rápido que el iPhone. Duplicó los ingresos en cuatro años. Apple cuenta con 270 millones de abonados, 100 millones más que hace un año.

Apple, con el iPhone, opera esencialmente como un monopolio. Las opciones fuera de su sistema operativo iOS son limitadas para sus usuarios. La marca, además, es de las más potentes del mundo y el consumidor no se siente abusado por la compañía. E incluso si las ventas del teléfono se estancaran, puede expandir su margen de beneficio gracias a los servicios que integran su ecosistema.

Los analistas de Piper Jaffray mira alrededor a otras compañías del sector tecnológico como Amazon, Facebook y Netflix para decir que Apple sigue siendo el valor más seguro para los inversores a largo plazo, precisamente porque señala que su base de clientes es muy leal. Lo mismo opinan desde Gradient Investments. Por eso se muestran confiados de que tiene tracción para ir más allá del billón.

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