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Boeing toma el control del fabricante de aviones brasileño Embraer

Crean una empresa conjunta en la que la compañía estadounidense tendrá el 80%

Trabajadores de Embraer se manifiestan contra la venta a Boeing el pasado mes de enero en São Jose dos Campos.
Trabajadores de Embraer se manifiestan contra la venta a Boeing el pasado mes de enero en São Jose dos Campos. Roosevelt Cassio (REUTERS)
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Las gigantes de aviación Embraer y Boeing anunciaron ayer un acuerdo para crear juntas una compañía valorada en 4.750 millones de dólares (4.060 millones euros) y de la que Boeing controlará el 80% de las acciones. La negociación refuerza la posición de Boeing para entrar en el mercado de aviación regional, dominado por Embraer, que cede solo su actividad civil, y no la de defensa.

Boeing pagará 3.800 millones de dólares (3.245 millones de euros) para controlar ocho de cada diez títulos de la joint venture. El anuncio llega como respuesta al movimiento de la europea Airbus, que compró la división regional de la canadiense Bombardier, que compite directamente con los aviones de Embraer. “Con esta sociedad estratégica, estaremos muy bien preparados para generar valor a nuestros clientes, empleados y accionistas de las dos empresas, y para Brasil y EE UU”, dijo Dennis Muilenburg, consejero delegado de Boeing.

Embraer es una de las compañías tecnológicas de Brasil. Se trata de un oasis en un país que principalmente exporta productos agrícolas. El Gobierno brasileño tiene una acción preferencial en Embraer, que le da poder para vetar decisiones de la empresa. Sin embargo, el presidente del país, Michel Temer, anunció este miércoles que Embraer y Boeing eran libres para llegar a un acuerdo.

La prisa de enviar el acuerdo al Palácio do Planalto —la sede del Ejecutivo en Brasil— se explica por los temores de que la posible elección de un Gobierno contrario a la creación de la joint venture (la empresa que contará con 80% de capital de Boeing y 20% de Embraer) pueda generar obstáculos para la concretización del acuerdo comercial. Ciro Gomes, uno de los candidatos a presidente de Brasil, ya se ha declarado contrario a la entrada del capital estadounidense en Embraer. El Partido de los Trabajadores (PT), la formación a la que pertenece el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, encarcelado hace dos meses y quien probablemente será impedido de presentarse en los comicios, pero que permanece como puntero en las encuestas, también rechaza la idea de asociar la Embraer con Boeing. “En el caso de un Gobierno del PT estoy seguro que se intentaría bloquear el negocio”, afirma el exministro Celso Amorim, uno de los políticos más cercanos a Lula. “Están tratando Embraer como si fuese una fábrica de zapatos. Creo que están renunciando a algo fundamental que ha sido desarrollado por el Estado brasileño”, concluye.

Aunque no tenga la mayor parte de los títulos de Embraer, el Gobierno brasileño tiene una acción especial, llamada golden share, que la da poder de veto sobre decisiones importantes, entre ellas las transferencias de control accionario. Ese es el motivo por el que la administración Temer tiene que dar su visto bueno para que la venta se produzca.

El hecho de que el Gobierno brasileño perdería la acción especial en la nueva joint venture de aviación comercial no es un tema pequeño. El año pasado el área de aviación comercial de Embraer ha representado un 58% de los ingresos netos de la empresa, una participación muy por encima de lo que supone las áreas de aviación ejecutiva (26%) y defensa y seguridad (16%).

Compra polémica

El presidente de Embraer, Paulo Cesar de Souza e Silva, ha defendido el acuerdo celebrado con Boeing este jueves. En una entrevista al diario O Estado de S. Paulo, el ejecutivo ha dicho que el modelo establecido “contempla todos los intereses”. Argumenta que las dos compañías constituirán el “grupo aeroespacial más importante del mundo”, con capacidad de ofrecer a las empresas aéreas aviones de 76 a 450 asientos.

Pese a las palabras del presidente de Embraer, el anuncio ha golpeado al fabricante brasileño en la bolsa de São Paulo. Alrededor de las 16.00 (hora local) las acciones de Embraer habían caído 13,88% en el índice Ibovespa. La razón señalada para este resultado negativo es que los detalles del acuerdo todavía no están claros.

“[El negocio entre Embraer y Boeing] es una cosa positiva porque las dos empresas son reconocidas internacionalmente, con muchos éxitos, y pueden contribuir mucho una con la otra”, defiende Respicio do Espírito Santo, experto en transporte aéreo de la Universidad Federal de Río de Janeiro. El tema, sin embargo, es polémico. Para el profesor de economía de la Universidad Estadual de Campinas y especialista en aviación Marcos Barbieri todavía hay muchas cosas no aclaradas por ambas empresas: “Embraer, como la conocemos hoy, dejará de existir en futuro cercano si este acuerdo se concreta”.

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