El valor del dinero en billetes de 500 ha caído un 69% desde la crisis en España
En abril de 2018, este papel moneda representaba 17.846 millones, lejos de los 57.000 millones de julio de 2007
El billete de 500 euros tiene sus días contados. Será a finales de este año cuando el Banco Central Europeo (BCE) dejará de producirlos. En España, sin embargo, siguen teniendo un papel relevante aunque lejos de que fueron en el boom inmobiliario, cuando estos billetes representaban 56.956 millones, el 25% de todos los que circulaban en Europa. En abril de 2018, esta cantidad bajó hasta 17.846 millones, lo que supone una caída del 69%, según un análisis elaborado por el sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha), que toma como base los datos del Banco Central Europeo (BCE) y del Banco de España.
José María Mollinero, secretario general de Gestha, relacionó esta caída con la decisión del BCE de dejar de emitir los billetes de 500, en mayo de 2016, así como a la crisis económica e inmobiliaria. En cambio, su popularidad se atribuye a diversos factores, entre ellos al aumento de la economía sumergida, que brotó durante la pasada crisis económica, ha explicado Mollinedo. Pero también el uso de la divisa, una de las tres monedas de mayor denominación en todo el mundo, se relaciona con el fraude y las evasiones al margen del fisco, ha agregado Mollinedo durante su participación en el Foro No Money, El fin del dinero en efectivo, organizado por EL PAÍS, con el patrocinio de Abertis, Samsung Pay, Santander y Telefónica.
Ya en 2004, el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda había alertado de la gran acumulación de billetes de 500 euros que se estaba haciendo en el país. En aquel entonces solicitaron el inicio de una investigación a la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT), que fue rechazada. Fue hasta 2006, con la tramitación de la ley antifraude, que los técnicos propusieron crear un censo de personas con billetes de 500, que el Gobierno no aceptó, aunque sí concedió iniciar una pesquisa que recopiló 2.000 operaciones, todas ellas pagadas con más de 500.000 euros en efectivo.
Mollinero destaca que las investigaciones realizadas entre 2007 y 2010 sobre los billetes de 500 generaron unos ingresos a Hacienda de 1.114 millones de euros, de los que 425,56 millones de euros fueron por declaraciones extemporáneas “voluntarias”, 541,03 millones por actas de inspección y 147,9 millones por delitos fiscales. “Esta fue la mayor regularización de la historia hasta la amnistía fiscal de 2012”, ha subrayado. Teniendo en cuenta esta experiencia, el gremio ha propuesto que la retirada de billetes de 500 se acompañe de una serie de medidas de refuerzo de control tributario que evite la impunidad de los evasores fiscales.
Además, Gestha considera necesario ampliar la definición de “dinero en efectivo”, que recoge el actual reglamento de la Comunidad Europea y que data del año 2005. Para ello, el sindicato sugiere que conceptos como el oro, las opciones sobre acciones, los contratos de vida y pensiones de jubilación, las fichas de casino y ganancias de la lotería, las tarjetas de prepago (incluyendo las de regalo) y los tickets de restaurantes sean incluidos en una nueva definición de “dinero en efectivo”.
Adiós al efectivo
En esta reinvención del mundo por los avances tecnológicos, el dinero en efectivo se niega a salir de las vidas de los ciudadanos. Y la expectativa es que seguirá en nuestros bolsillos durante mucho tiempo. Esta ha sido una de las conclusiones a las que ha llegado una veintena de expertos del mundo financiero, tecnológico y empresarial que se dio cita en el Foro No Money. “El dinosaurio va a seguir estando en nuestras vidas por mucho tiempo”, ha dicho Pilar Clavería, asesora de pagos, operaciones y procedimientos de la Asociación Española de Banca. La tesis de la experta se basa en datos duros: más del 80% de las operaciones que se hacen en España se realiza con billetes o monedas, según las estimaciones del sector.
Para acelerar la digitalización del dinero hace falta más educación y que las instituciones financieras insistan más a los clientes sobre los beneficios y la seguridad que tienen los medios de pagos electrónicos, ha resaltado Santiago Carbó, director de estudios financieros de la fundación Funcas. De acuerdo con los expertos Analistas Financieros Internacionales (AFI), mantener el efectivo implica un coste no solo para la banca, sino también para los usuarios.
“El coste de mantener el dinero en efectivo en circulación rondaría los 200 euros anuales por habitante”, de acuerdo con la información de AFI. En todo caso, coincidieron diversos analistas en el Foro No Money, el cambio de efectivo por dinero digital se dará con fuerza cuando exista una mayor confianza entre el público y una mejora en la experiencia por parte de las empresas que ofrecen pagos digitales.
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