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Caruana advierte del riesgo de complacencia en el sector financiero

El exdirector del Banco Internacional de Pagos señala a los fondos de inversión como una posible fuente de inestabilidad en el futuro

Antonio Maqueda
Jaime Caruana, director general del Banco de Pagos Internacionales, en la Bolsa de Madrid
Jaime Caruana, director general del Banco de Pagos Internacionales, en la Bolsa de MadridSamuel Sanchez (EL PAÍS)

El exdirector gerente del Banco Internacional de Pagos y próximo consejero de BBVA, Jaime Caruana, cree que con la aplicación de la nueva regulación bancaria conocida como Basilea III se inicia una fase distinta para el sistema financiero, en la que por primera vez los vientos empiezan a soplar a favor y no en contra. Sin embargo, considera que hay “demasiada complacencia” y que “no hay que bajar la guardia”. “No es el momento de debilitar las reglas”, ha dicho.

La nueva regulación bancaria internacional se acuerda a raíz de la crisis financiera, e implica exigir más capital a los bancos, mayores ratios de liquidez y endeudamiento, y la imposición de límites a los modelos de gestión de riesgos que usan las entidades para controlar pérdidas. En opinión de Caruana, deja a las entidades más preparadas “si las próximas batallas son como las anteriores”. El también exgobernador del Banco de España entre 2000 y 2006 ha explicado que la nueva regulación está ideada “para no amplificar turbulencias”, y que todavía tiene que implementarse haciendo “un buen análisis”. "No se trata de diseñar una regulación nueva, sino de aplicar correctamente la que hay”, ha afirmado quien estuviese a cargo de supervisar el desarrollo de Basilea III.

Solo que también ha advertido de que, probablemente, "las futuras batallas serán diferentes”. “La forma de endeudamiento ha cambiado y evolucionado”, ha señalado en el evento Regulación y Estabilidad Financiera, Diez Años Después, organizado por el máster de banca de la Universidad de Navarra con la colaboración de Cuatrecasas. “Sabemos qué es un boom de crédito bancario, pero no sabemos qué es y cómo funciona un boom de crédito de mercados de capitales”, ha apuntado.

Caruana ha explicado que las emisiones de deuda han ganado peso frente al crédito del sector bancario, y que por el momento los reguladores se han conformado con vigilar la actividad de los fondos de inversión en lugar de regularlos: “En una habitación en la que hay cada vez más deuda y la puerta de salida se estrecha, puede haber problemas de liquidez", ha alertado. Es decir, cada vez hay más financiación directa de inversores que pueden sufrir pérdidas si hay un pánico y todos intentan vender a la vez. Según los expertos, se trata de un foco de inestabilidad financiera que no está enmarcado en el sistema bancario.

Pese a que los bancos han mejorado su solvencia de forma “muy notable”, Caruana ha declarado que todavía les queda trabajo por hacer. Para empezar, las entidades aún tienen que solventar los retos generados por una baja rentabilidad, la limpieza de los activos dañados y la revolución digital, todos ellos magnificados por la crisis.

Y estos retos se deben afrontar en un contexto económico en el que, según Caruana, existen ahora mismo tres debilidades: aunque en España el desapalancamiento de hogares y empresas ha sido muy considerable, la deuda global sigue creciendo de manera muy elevada. Además, existe una tendencia decreciente de la productividad que venía de antes de la crisis y que ha sido acentuada por esta, en especial por la mala asignación de recursos que provocan las burbujas de crédito.

Por último, Caruana ha destacado el reducido margen de reacción que queda para la política económica de los gobiernos, ahora muy endeudados. "La estabilidad financiera es un concepto mucho más amplio, que no sólo exige una buena regulación financiera. También requiere que la política monetaria y la fiscal contribuyan", ha dicho. Y a todo ello se le une "un clima de complacencia", ha argumentado Caruana.

El ex número uno del Banco Internacional de Pagos ha defendido con números las bondades de unas mayores exigencias de capital: para un punto más de capital sobre activos, se consigue un menor coste para la deuda y un crecimiento del crédito que concede la entidad de unos 0,6 puntos en el siguiente año. "Esto indica que hay una correlación positiva" y que "los bancos con mejores coeficientes de capital contribuyen más a la economía", ha recalcado Caruana.

Sobre la firma

Antonio Maqueda
Periodista de la sección de Economía. Graduado en Periodismo en la Universidad de Navarra y máster por la Universidad de Cardiff, ha trabajado en medios como Cádiz Información, New Statesman, The Independent, elEconomista y Vozpópuli.

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