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La mina del trabajador digital

Indigital Advantage casa la oferta y la demanda de empleo identificando y potenciando las habilitades de los candidatos para adaptarse a entornos tecnológicos cambiantes

Joana Sánchez, Sylvia Taudien y Mireia Ranera, socias de la empresa Indigital.
Joana Sánchez, Sylvia Taudien y Mireia Ranera, socias de la empresa Indigital.

Una empresa, que ha analizado su perfil en LinkedIn y otras redes sociales quiere ofrecerle un puesto de trabajo. Tras varios contactos virtuales llega la entrevista definitiva. Pero el momento determinante del proceso de selección tampoco será presencial sino a través de un holograma.

Incorporarse a una nueva compañía sin haber tenido contacto físico con ningún empleado ni directivo de la misma será un proceso rutinario en no muchos años. Al menos, así lo asegura Joana Sánchez, una de las fundadoras de Indigital Advantage, una compañía de cazatalentos especializada en selección de talento desde la web.

A pesar de ello, esta empresaria está convencida de que la intervención humana seguirá siendo necesaria durante bastantes años. Con esa idea de negocio, Joana Sánchez acudió a la Internacional HR Conference de Barcelona. Allí conoció a su organizadora Sylvia Taudien, una headhunter alemana afincada en España. “Lo nuestro fue un flechazo empresarial a primera vista”, recuerda Sánchez.

Sánchez llevaba tiempo detectando la necesidad de profesionales especializados en digitalización. Desde su puesto como fundadora de Advantage Consultores y de la escuela de formación Inesdi notaba cómo la demanda de personal formado en tecnología digital superaba la oferta que ellos podrían cubrir colocando a amigos y a todos sus clientes, incluso en los peores momentos de la crisis.

Por su parte, la headhunter alemana buscaba aplicar la innovación y la digitalización a la gestión de los recursos humanos. “Le lancé la oferta rápidamente para unir nuestra experiencia con la amplia trayectoria en reclutamiento de personas de Sylvia”, explica Joana Sánchez. El bagaje de Sylvia en recursos humanos encajaba muy bien con nuestro historial en consultoría y formación en talento digital y tecnológico”, explica Joana. Así que, sin pensárselo mucho, lanzó a Sylvia Taudien el reto de crear un negocio conjunto al que también se unió Mireia Ranera, socia de Sánchez en sus otros negocios. En poco tiempo estuvo en marcha Indigital Advantage, una empresa de headhunting especializada en perfiles tecnológicos.

El engranaje fue perfecto desde el inicio, según sus socias, y apenas en dos años ya están facturando 300.000 euros. Sus cinco empleados han prestado servicio a 350 clientes y colocado a más de 1.500 profesionales.

Las redes sociales

Indigital Advantage se ajusta grupo que estas emprendedoras comenzaron a construir allá por 2007 cuando, con la llegada de Facebook, intuyeron que se habría una nueva era con la digitalización de las relaciones personales y empresariales. Con Advantage Consultores ayudaban a las empresas a implantar lo que se llamó el Internet 2.0. La escuela de negocios Inesdi llegó para formar en técnicas y estratégicas digitales a los profesionales. Acompañar a sus alumnos y emprendedores en la constitución de nuevas compañías es una actividad que se canaliza a través de la incubadora Incúbame. El ecosistema empresarial está compuesto también por una compañía especializada en marketing digital.

Con este know how creen que los procesos de reclutamiento del futuro van a pivotar sobre tres ejes: “El big data, para rastrear toda la información de los candidatos especialmente en las redes sociales; la Inteligencia Artificial y la realidad aumentada”, explica Joana Sánchez.

Hasta ahora los conocimientos digitales han servido para diferenciarse e incluso para conseguir sueldos más elevados, pero se están empezando a considerar un básico. “Los deben dominar todos los perfiles de la organización”, advierte Joana Sánchez. Desde el responsable de ventas al de marketing pasando por el de logística y hasta los gestores de limpieza de los edificios deben estar al día de las novedades tecnológicas que afectan a cada una de sus áreas. Ni siquiera los altos directivos pueden permitirse desconocer o no integrar adecuadamente las herramientas básicas del mundo digital”.

La diferenciación de los candidatos comienza a descansar más en cómo se enfrentan al cambio continuo que implica el actual mundo digital. “Adaptarse es una de las claves de la empleabilidad en el futuro”, asegura Joana Sánchez o como le gusta decir a su socia Sylvia Taudien, “el cambio es la nueva normalidad”.

Pero identificar el candidato perfecto ya no es el único reto. “Ahora, tienen que tener en cuenta que el talento elige. Buscar los profesionales adecuados también implica que la empresa debe ser capaz de ofrecer una cultura corporativa atractiva”, asegura Joana Sánchez. Es en ese punto donde la intervención humana en el proceso de selección se hace imprescindible. Una vez que sus herramientas identifican a las personas que cumplen todos los requisitos para un puesto formales es el seleccionador (aunque sea vía realidad aumentada, hologramas, etc.), el encargado de identificar ese plus que no siempre es medible. Deben conocer a la empresa y al candidato para verificar que entre ellos el ensamblaje es el adecuado, que el candidato se va a sentir cómodo con la cultura y los objetivos de su nueva compañía.

Acertar en este punto es clave, puesto que de lo contrario el talento no permanecerá por mucho tiempo en la empresa con el coste que ello supone. “Esto es especialmente relevante dado que el mundo del trabajo está cambiando radicalmente y el empleo por cuenta ajena va dejar de ser lo común para dar paso a los trabajos por proyectos realizados por freelance autónomos y entornos de colaboración continua donde no hay tiempo para períodos de adaptación, por ejemplo”, advierte Joana.

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