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Bruselas plantea proteger más a los trabajadores de empresas como Uber

La Comisión Europea estudia limitar el periodo de pruebas de los contratos

Lucía Abellán

Sobre el papel, las normas laborales en Europa resultan sólidas. Pero un número creciente de trabajadores escapan a ese marco de protección. Bruselas quiere ampliar la cobertura a nuevas realidades como la economía colaborativa o los contratos sin jornada definida. Consciente de que el malestar social alienta los extremismos, la Comisión Europea prepara un plan para final de año, con medidas como limitar el periodo de prueba de los empleados.

Un usuario de Uber consulta la aplición móvil en Londres
Un usuario de Uber consulta la aplición móvil en LondresDANIEL LEAL-OLIVAS (AFP)

Fenómenos como Uber, el teletrabajo o los llamados contratos de cero horas, en los que no existe un horario mínimo ni fijo, ganan peso en la Unión Europea. Bruselas quiere reformar una directiva que regula los contratos de trabajo por escrito para mejorar la cobertura de ese colectivo, en buena medida compuesto por jóvenes. Se trata de un gran reto. Porque esa norma solo afecta a trabajadores por cuenta ajena. Y precisamente las empresas fuerzan a muchos de estos empleados a establecerse como autónomos para limitar sus obligaciones legales.

Bruselas no esconde el trasfondo político que impulsa ahora estas iniciativas. “Debemos hacer que la Europa social sea una realidad para frenar la seducción que ejercen los partidos extremistas”, instó ayer la comisaria europea de Empleo, Marianne Thyssen. El mensaje se articulaba pocas horas después de conocer que la ultraderecha se ha convertido en la tercera fuerza política del nuevo Parlamento alemán. “Debemos recuperar la confianza de la gente”, añadió.

La Comisión explora tres vías para elevar la protección de los colectivos laborales más precarios. La primera, ampliar la necesidad de suscribir un contrato por escrito en los casos de “relaciones laborales atípicas”, como denomina el Ejecutivo comunitario a ese cajón desastre de empleo sin derechos. También obligar a que esos contratos incluyan concreciones como el detalle de las horas de trabajo. Por último, Bruselas aspira a utilizar ese instrumento para fijar un periodo máximo de prueba al que puede estar sometido el empleado. De esa forma se pretende luchar contra la figura del eterno aprendiz, que combaten las organizaciones sindicales.

Bruselas quiere aprovechar la preocupación que despierta ese deterioro de las condiciones laborales para homogeneizar la protección en la UE. “Hay que mejorar la vida diaria de los ciudadanos y conseguir que haya convergencia —no a la baja— entre Estados miembros”, expresó Valdis Dombrovskis, vicepresidente de la Comisión. El intento de mejora encuentra, pese a todo, resistencias. Bruselas admite que la primera consulta realizada con los agentes sociales para tratar de recabar el consenso de patronales y sindicatos revela “visiones divergentes”. Aunque un 56% de los consultados abogaban por ampliar los derechos de los trabajadores, “una gran mayoría de organizaciones empresariales rechazaron esas ideas”, según recogen los documentos comunitarios.

Bruselas presentará una iniciativa concreta aun si los agentes sociales no se ponen de acuerdo. La Confederación Europea de Sindicatos celebra el intento. “No queremos principios amables, queremos iniciativas concretas”, advirtió el secretario general de esta organización, Luca Visentini.

La empresa de transporte pide disculpas

El recientemente nombrado consejero delegado de Uber, Dara Khosrowshahi, pidió ayer disculpas por los “errores cometidos” que han llevado a TfL, la autoridad responsable del transporte de Londres, a no renovar la licencia de la empresa, como anunció el viernes. Khosrowshahi dejó claro, en todo caso, que apelará la decisión de TfL “en nombre de todos los londinenses, pero sabiendo que debemos cambiar”. El organismo decidió el viernes no renovar la licencia de Uber por sus reticencias a la hora de comunicar delitos y por la poca transparencia al informar sobre los certificados médicos o penales de sus conductores.

El jefe de Uber en Reino Unido, Fred Jones, pidió reunirse con TfL para saber “qué quieren que hagamos”, según sus palabras. El alcalde de Londres, Sadiq Khan, declaró que TfL está abierta al diálogo, pero reprochó que la firma de transporte por un lado actúe de forma “agresiva” amenazando con acciones legales y por otro “diga a los periodistas que se quiere reunir con TfL”.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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