¿Viajas al extranjero y quieres utilizar tu tarjeta? Claves sencillas para no equivocarte
El ‘plástico’ es una herramienta muy útil cuando viajas fuera de España, pero antes de la salida, mejor resuelvas las dudas sobre su utilización
La tarjeta bancaria ha vuelto a cobrar protagonismo. Si durante la crisis, entre 2009 y 2014, se evaporaron en España casi 9 millones de plásticos, en el primer trimestre de este año ya circulaban 75,8 millones de tarjetas, tan solo 600.000 unidades menos con respecto al máximo registrado en 2008. El incremento interanual no para de crecer, ya que en 2015 fue del 3,34%, el año siguiente, del 6,57% y, en el primer trimestre de este año, del 8,2%, según un informe del Banco de España.
Al ser una herramienta tan común de gestión de los ahorros, la tarjeta se revela útil también durante las vacaciones, pero es precisamente en estos momentos cuando suelen surgir dudas sobre su utilización en el extranjero. ¿De qué manera podemos evitar problemas y cómo sacarle el mayor provecho?
Mejor si cambias el dinero en España
Sacar dinero en el extranjero es muy caro, por lo que el consejo de los expertos es cambiarlo en España, antes de empezar el viaje. De lo contrario, habrá que tener en cuenta que “la operación se encarecerá, debido a las comisiones que lleva aparejado extraer metálico en los cajeros fuera”, subraya David Solís, socio de la Asociación para la Defensa de Consumidores y Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae).
Más concretamente, la comisión que la entidad emisora de la tarjeta cobrará por sacar dinero en el extranjero “ronda una media del 4,5% de lo dispuesto, con mínimos altos, alrededor de 3,5 o 4 euros”, señala el experto en finanzas de iAhorro, Antonio Gallardo. A esta comisión habrá que añadir otro importe, que puede exigir el banco a cuyo cajero se acuda, una práctica que Gallardo define “común fuera de la zona euro”. De esta forma, otro 1% de lo que queremos sacar se lo embolsará la entidad extranjera.
Es evidente que cuantas más veces repetiremos esta operación durante el viaje, más elevado será el importe total de las comisiones. “Por ello, a la hora de llevar dinero en efectivo, es preferible haberlo cambiado en el país de origen”, insiste el experto. De todas formas, pregunta en tu banco (suele ser la opción más económica) o en la casa de cambio de moneda qué comisión te cobrarán por retirar efectivo en la divisa deseada, para hacer cálculos.
Débito o crédito, ¿lo mismo da?
Si en los primeros tres meses de este año las tarjetas de crédito circulantes en España alcanzaron los 50 millones de unidades, la tarjeta de débito se confirmó como su hermana pequeña, con casi 26 millones. Los usuarios que rechazan comprar o sacar el dinero a crédito, no deberían tener ningún problema en utilizar su plástico en la mayoría de países extranjeros, puesto que éste se emite a través de una red internacional que, en el caso de España, será VISA o Mastercard. “Cualquier cajero o comercio acogidos a estas redes aceptarán estas tarjetas de débito”, dice Gallardo.
Pero esa es la teoría: en la práctica, sí hay empresas de determinados países que requieren la utilización de una tarjeta de crédito para sus servicios, desde hoteles a alquiler de coches o uincluso tiendas de ropa y calzado, así que una tarjeta de débito puede puntualmente causarte problemas.
La tarjeta de crédito “sigue siendo la más necesaria en los viajes al extranjero”, considera Solís. En algún que otro caso, subraya Gallardo, será posible pagar con tarjeta de débito, pero la operación se revelará “bastante más compleja, ya que requerirá un prepago del servicio, algo que, por ejemplo, podemos ver en alguna oferta de hotel, pero no en los alquileres de coches”. La razón por la que muchas empresas obligan al cliente a utilizar su tarjeta de crédito es sencilla: “Así se garantizan cargos posteriores” a la entrega del servicio.
Una de las ventajas de las tarjetas de crédito, que a veces tienen mayores comisiones, es que “suelen llevar asociadas seguros que pueden cubrir determinadas incidencias en el viaje”, destaca Solís.
Las comisiones fantasma
Cuando sacas dinero de un cajero, muchas veces el mismo terminal avisa de las comisiones aplicadas. Pero, además, utilizar la tarjeta para pagar en una tienda o en un prestador de servicios en un país fuera de la zona euro conllevará el cobro de un porcentaje que no será explicitado en ningún momento de la operación. “Muchos las desconocen, pero son comisiones que aplican casi todas las entidades”, afirma Gallardo. “Depende de cada tarjeta y entidad, pero su media ronda el 2,5% de la cantidad pagada”, detalla.
Como la comisión se aplicará en cada cargo que hagamos, pero su importe será de todas formas inferior a la que deberíamos desembolsar al acudir a un cajero, el experto aconseja combinar el pago con tarjeta con el pago en efectivo. “Por un lado, llevamos dinero en metálico, que cambiemos en nuestra entidad financiera en España y lo destinamos a pequeños pagos; por el otro, usamos la tarjeta para cantidades más importantes y operaciones en las que exigimos más garantías de seguridad”.
Si te la roban, actúa rápidamente
El riesgo de perder la tarjeta, o que te la roben, cuando te encuentras en lugares desconocidos y lejos de la rutina del día a día, está siempre al acecho. Por ello, Gallardo aconseja, si es posible, llevar siempre dos tarjetas y tenerlas separadas. “Podemos dejar una en la caja fuerte del hotel y otra llevarla con nosotros”, así no nos quedaremos nunca sin algún medio de pago en el caso de pérdida, robo o deterioro de una de ellas, sugiere.
Con todo, si algo parecido ocurriera, habrá que actuar rápido y notificar a la entidad financiera o a la empresa emisora de la tarjeta lo sucedido –para ello, es importante llevar de casa apuntado el número de teléfono de atención para esa tarjeta en el extranjero–, denunciarlo a la policía y presentar una reclamación al banco, adjuntando una copia de la denuncia, según los expertos consultados.
“Una vez que el consumidor da aviso del robo de su tarjeta a la entidad, ya se exime de responder por el posible importe sustraído”, subraya el responsable de Adicae. “En el peor de los casos, el usuario responde únicamente por los primeros 150 euros, siempre y cuando no se haya cometido negligencia en la obligación de custodia de la tarjeta y su código”, añade.
La sustitución de la tarjeta robada o extraviada por otra, en palabras de Gallardo, se antoja “compleja, por no decir imposible, a no ser que estemos mucho tiempo en un determinado lugar”.
Ocho consejos que te evitarán sobresaltos
Antes de viajar, consulta al banco. Para evitar malas sorpresas durante el viaje, antes de la salida, "pregunta en la entidad financiera las comisiones que te puede aplicar por utilizar la tarjeta en el extranjero", propone el socio de Adicae David Solís.
Apúntate los datos de contacto de la entidad emisora de tu tarjeta para contactar con ellos desde el extranjero, así notificar cualquier incidencia será más rápido y sencillo.
Revisa las coberturas de los seguros vinculados a tus tarjetas de crédito.
No te distraigas. "En el caso de pagar con tarjeta en un comercio, un restaurante, u otros sitios, no pierdas de vista la tarjeta en ningún momento", dice Solís.
Usa tu memoria. "Nunca anotes tu número de identificación personal (el código PIN)", aconseja el responsable de Adicae.
Analiza los movimientos de la cuenta y, en el caso de detectar irregularidades, comunícalo inmediatamente a la entidad financiera.
Actualiza tu límite de crédito, si te parece indispensable, sobre todo si vas a alquilar coches o estar en hoteles muchos días y el cargo puede ser elevado. "No existen límites especiales en el extranjero, salvo que los establezcas, es decir, puedes gastar la totalidad de tu límite de crédito y el máximo que tengas de pago diario en España", señala el experto en finanzas de iAhorro, Antonio Gallardo.
Activa la alarma. "También tener un sistema de alertas de pagos, por ejemplo a través de mensajes al móvil, es importante, especialmente para evitar usos fraudulentos", añade el experto. Si alguien usa tu tarjeta, te enterarás al instante.
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