Caen de nuevo las expectativas de inflación
Recomendaríamos prudencia a los inversores que estén pensando en asumir más riesgo en las próximas semanas
La victoria de Donald Trump en noviembre de 2016 unida a la recuperación del precio de las materias primas en general y del precio del petróleo en particular, generó un repunte bastante rápido de la expectativa de inflación en la economía mundial. Tras un inicio de año de fuertes presiones deflacionistas globales, este cambio tan sustancial modificó profundamente los fundamentales. Los tipos de interés debían comenzar a subir, además con cierto vigor, y así lo reflejaron los mercados en lo que se vino a llamar reflation deal.
Los tipos de interés de largo plazo escalaron rápidamente en Estados Unidos, al tiempo que las expectativas de crecimiento económico y beneficios empresariales se actualizaban al alza. Además, la mayor actividad prevista y los acuerdos para controlar la demanda y los inventarios mundiales de crudo apuntaban a una estabilización de los precios del petróleo en niveles superiores a los 50 dólares por barril. Todo ello fue recogido con entusiasmo por las Bolsas, y muy especialmente por los sectores más cíclicos del mercado.
Sin embargo, parte de lo anterior parece estar quedando netamente por debajo de las expectativas generadas. El crecimiento mundial se está acelerando este año, pero lo está haciendo de un modo distinto a lo que se preveía: con algo más de debilidad de lo previsto en Estados Unidos, y por encima de lo esperado en el caso de los emergentes, especialmente China. También Europa da señales positivas, tanto en el plano político como en el puramente económico. Y, por otra parte, el petróleo de nuevo tiende a la baja, con caídas del 20% en lo que va de año.
El resultado de todo anterior es una curva de tipos de interés de nuevo muy plana en Estados Unidos, con la referencia a 10 años de nuevo en la banda del 2,15% y con una caída desde su máximo reciente, en el 2,6%. El dólar se ha depreciado frente al euro, pero no lo suficiente como para compensar los efectos positivos para la economía europea de un petróleo más barato y los renovados aires de mayor integración que parece apuntar el fortalecido eje franco-alemán.
Las Bolsas se mantienen muy próximas a sus zonas de máximos y en valoraciones relativamente elevadas, a la espera de nuevos elementos positivos que les permitan retomar la senda de las subidas. La confianza en la marcha de la economía y las empresas sigue siendo en general alta, aunque todo lo anteriormente mencionado comienza a generar dudas cada vez más razonables a corto plazo. Por tanto, recomendaríamos algo más de prudencia a los inversores que estén pensando en asumir más riesgo en las próximas semanas, manteniendo las posiciones si ya estuvieran invertidos en un perfil de riesgo adecuado a la situación personal de cada uno.
Alejandro Vidal es director de Estrategia de Mercados de Banca March.
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