Dentro de las aulas de El Corte Inglés
En el centro de formación de la cadena se imparten 800 cursos para empleados de venta y mantenimiento
"Cuando te dirijas a un cliente, debes mirarle a la cara para que perciba tu interés por él, pero se debe mirar a la parte superior del rostro, de forma general, sin ir directamente a los ojos, porque eso le podría intimidar". Quien explica la forma de fijar la mirada de los vendedores es una profesora del centro de formación de El Corte Inglés, y su alumno es uno de los empleados de la empresa. Más allá, en otra aula, hay casi una veintena de jóvenes que, cuchillo en mano, preparan otros tantos pescados, y la situación se repite en una sala de cocina con cinco grandes fogones o en la barra de un clase de cafetería.
"Tenemos 9.000 metros cuadrados con 50 aulas especializadas e impartimos 800 materias diferentes. No tengo noticia de la existencia de un centro semejante en Europa", afirma Juan Luis Regaliza, director del Instituto de Estudios Profesionales de El Corte Inglés, ubicado en Madrid, que tiene centros hermanos en Barcelona y Sevilla, y se complementa con dos o tres aulas en los edificios de los grandes almacenes. Tal despliegue es apto para formar a más de 90.000 trabajadores, la segunda mayor plantilla española, tras la de ACS.
El departamento de formación de El Corte Inglés es de los años setenta del siglo pasado y el Instituto de Estudios Profesionales se trasladó a su actual sede en 1991. "Hay profesiones, como la de carnicero o la de pescadero, que carecen de formación profesional con prácticas en España, y para suplirlo hicimos aulas para todos los oficios presentes en nuestros centros", asegura Juan Luis Regaliza.
Las aulas de carniceros, charcuteros y pescaderos del centro reproducen los mostradores de venta y disponen de una veintena de puestos para preparar las piezas y cámaras frigoríficas. "Tenemos hasta 16 pescaderos atendiendo la pescadería de nuestros mayores supermercados y dos turnos de trabajo, porque están de siete de la mañana a 22.30", detalla Regaliza para justificar un despliegue que se repite en las aulas de frutería y de pastelería y panadería.
La formación del resto de los oficios es un espejo. Los futuros cajeros aprenden con TPV (terminales de punto de venta) alineados en seis aulas. Los empleados de mantenimiento se forman en las aulas de carpintería, soldadura y montajes, dotadas de las herramientas correspondientes y hasta un centro de transformación eléctrica de alta tensión en funcionamiento. "Apenas hay tres aulas en España con una recreación semejante", asegura Germán Prieto, profesor de mantenimiento y electricidad.
El megacentro educativo de El Corte Inglés responde a la estrategia de formar a los empleados desarrollada por las empresas para solucionar la falta de adecuación profesional para instruir a sus plantillas laborales. Este problema está recogido en el Estudio sobre escasez de talento 2016-2017 de ManpowerGroup, realizado con la opinión de 42.000 directivos de 43 países, que también señala los oficios manuales cualificados, como electricista, carpintero o fontanero, como los terceros de menor oferta laboral.
Sin permanencia
"En el instituto realizamos la selección de personal y formamos a muchos jóvenes que llegan sin estudios a los oficios que pueden ejercer en nuestros centros. No por ello les exigimos permanencia ni contrapartidas si quieren irse de El Corte Inglés. Les dejamos total libertad en ese sentido", explica Regaliza, mientras muestra la recreación de una planta de los grandes almacenes que aúna las principales secciones del centro.
Junto a los cursos de oficios hay otros de reciclaje. Los dependientes de las secciones de moda aprenden desde combinar colores hasta la vestimenta más apropiada para ocasiones especiales en el aula de moda, y en ella también se forma a las asesoras de imagen que los grandes almacenes están estrenando como un servicio para aconsejar a las clientas. Quien lo imparte es Lourdes Rivera, psicóloga y maestra, que ha recibido cursos de estilismo, personal shopper y sastrería.
En el centro de formación de El Corte Inglés trabajan 120 personas y 80 son profesores expertos. Tal despliegue se complementa con formación exterior. Los directivos de los grandes almacenes hacen cursos de posgrado en escuelas de negocios como Deusto Business School, y los distribuidores y fabricantes acuden al Instituto para formar en nuevos productos, sobre todo en electrónica y en telefonía móvil.
Unos y otros imparten los cursos de cata de vinos a los empleados de las bodegas de los hipermercados y de los clubes del gourmet. Hay cursos de cata de quesos, de café, de té o de chocolate, y otros monográficos sobre denominaciones de origen. "Vendemos más de 900 referencias de quesos. Las bodegas de los centros de Pozuelo y de Marbella tienen más de 450 artículos solo de cava y quienes las atienden distinguen entre todas las denominaciones de origen que hay en ellas", asegura Miguel Ángel García López, responsable de alimentación y hostelería del Instituto del Corte Inglés.
16.600 trabajadores
En 2016, el Instituto impartió 853 cursos presenciales (17.073 horas) a 16.602 empleados de El Corte Inglés, y desde sus aulas de formación online se impartieron 11.184 horas más a 4.350 empleados de toda España. Todos los centros formativos de los grandes almacenes impartieron 12.398 acciones formativas (570.276 horas, de las que casi las tres cuartas partes fueron online) a casi 420.000 alumnos. Es un índice de rotación de 4,6 veces de la plantilla de la firma.
¿Pasan todos los empleados del gigante de la distribución por sus aulas? "No, la empresa elige a los que acudirán a los cursos. Desconocemos las condiciones. Desde hace años reclamamos que la oferta de cursos sea expuesta en los centros para que los trabajadores puedan inscribirse libremente en ellos. La situación mejora poco a poco", asegura uno de los portavoces del sindicato CC OO en la empresa.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.