OHL prevé vender activos por 700 millones en dos años para reducir deuda

OHL prevé vender activos por valor de 700 millones de euros en los próximos dos años para recortar su deuda corporativa en un 76%, hasta dejarla en 177 millones de euros a finales de 2018, frente a los 748 millones actuales, según las previsiones presentadas este miércoles por el grupo constructor con motivo del Día del Inversor.

Entre los activos de los que se desprenderá el grupo presidido por Juan Villar-Mir de Fuentes se contabilizan el 2,5% de Abertis y el 17,5% del complejo madrileño de Canalejas -cuyas enajenaciones ya se han completado- , el complejo turístico de Mayakoba -pendiente de la venta de entre el 51 y el 80%- la filial checa ZPSV y un peaje en sombra de la autovía A-2 (75%).

Asimismo, se plantea vender la mayor parte de sus concesiones. En concreto, la compañía se desprenderá de las cuatro concesiones que le quedan en España: un tramo de la M-45 de Madrid, la autovía de Aragón, el puerto de Alicante y una terminal del puerto de Tenerife. Asimismo, la firma contempla desinversiones totales o parciales en cinco de las siete autopistas que tiene en operación en México. No obstante, OHL reafirmó su intención de mantener el control de al menos el 50% de su filial mexicana OHL México, según aclaró el consejero delegado del grupo, Tomás García.

La cotización de la constructora se disparó un 10,53% hasta los 4,61 euros por título tras la presentación a los inversores.

OHL estima un aumento de sus ventas del 30% durante el presente ejercicio 2017, hasta alcanzar 5.027 millones de euros, y que el resultado bruto de explotación (Ebitda) aumente un 352%, hasta situarse en 1.009 millones. Para 2018, el grupo prevé que las ventas alcancen los 6.426 millones, un 28% más, y el Ebitda crezca un 23% hasta los 1.239 millones.

La compañía basa su crecimiento en la recuperación del área de ingeniería y construcción, así como en las medidas puestas en marcha para reducir costes de estructura. Dicho ahorro se situará entre los 40 y los 50 millones en los próximos 12 o 18 meses, tras haber puesto en marcha un expediente de regulación de empleo (ERE) para recortar en 554 personas la plantilla en las áreas de construcción e industrial.

En cuanto a su expansión, OHL, que actualmente logra el 80% de sus ingresos del exterior, limitará su actividad internacional en lo que denomina mercados domésticos. Se trata de Estados Unidos, Canadá, México, Perú, Chile, Colombia y Centroeuropa, además de España. La compañía se replantea su actual negocio en Australia, Filipinas y Vietnam, y sólo contempla como eventuales nuevos mercados Irlanda, países Nórdicos y Arabia Saudí.

En todos estos países, se centrará en el negocio constructor y sólo acometerá proyectos de concesión para construir, no para operar. A la hora de seleccionar los proyectos, abordará un estricto control de los riesgos para evitar los problemas que actualmente afronta en un grupo de obras internacionales y asegurarse de que generan caja desde el principio.

En cuanto los proyectos conflictivos, los denominados legacy project, asegura que su impacto está ya acotado al recogerlos íntegramente en las cuentas de 2016, en las que perdió 436 millones, y que ahora la "prioridad" será completarlos. No obstante, mantiene reclamaciones frente a los promotores de las obras por un total de 425 millones, de los que 205 millones están provisionados, y estas obras restarán 165 millones a la generación de caja en 2017 y 2018.