‘Momentum’
Los mercados de renta variable parecen estar consolidando una tendencia alcista que los dota de inercia positiva
Los mercados de renta variable parecen estar consolidando una tendencia alcista que los dota de inercia positiva, lo que se conoce como momentum. Esa tendencia está particularmente soportada por el escenario de recuperación económica vigente, que se refleja tanto en los datos de actividad —hard data— como, especialmente, en los datos de expectativa —soft data—. Ambos conjuntos de datos muestran una tendencia a la recuperación de la actividad económica y, particularmente, del consumo y la inversión en las economías desarrolladas, que consolida el escenario de subida de tipos y mayor inflación a plazo, algo positivo para las Bolsas tanto desde el punto de vista de las valoraciones como de los flujos compradores hacia ellas.
Cierto es que existen riesgos a la vista como, por ejemplo, que los datos de expectativas están muy por encima de los datos de actividad, lo que puede indicar que quizá el mercado a corto plazo tiene metido en precio un escenario realmente positivo y que, por tanto, las noticias tibias serían mal recibidas. Tampoco hay que olvidar que el escenario político sigue siendo complicado, con las elecciones francesas a la vuelta de la esquina y una Administración Trump que, por el momento, no está siendo capaz de implementar su agenda política y acumula derrotas en distintos estamentos. Ello puede llevar a cuestionar su capacidad para sacar adelante medidas de corte económico, como la reforma fiscal o los planes de estímulo de la inversión, que forman parte de la expectativa de mercado en términos de crecimiento, inflación y, en consecuencia, tipos de interés y cambio.
Pero regresando al inicio, a pesar de lo anterior, los mercados tienen un momento de inercia positiva, que se mantendrá en la medida que no se alteren las premisas principales. Todo sigue apuntando a que la sobreponderación en renta variable es la mejor opción para escapar del escenario de tipos nulos o negativos para la liquidez y la más que posible devaluación de los títulos de renta fija a plazos largos en un escenario de subida de tipos.
Entrando al detalle, quizá las Bolsas europeas y emergentes presenten un mayor atractivo en el corto plazo, dado que su valoración es menor que la de las Bolsas estadounidenses y tienen mucho camino que andar todavía en términos de volumen, es decir, serían receptoras de flujos compradores.
En cuanto a la renta fija, los últimos descensos en los tipos de mercado vistos aconsejan más que nunca prudencia en el corto plazo. Solamente un escenario de volatilidad en las Bolsas o una vuelta al escenario deflacionista/recesivo en las economías desarrolladas justificaría caídas adicionales. Aunque lo primero forma parte del juego, el segundo caso parece quedar, afortunadamente, cada día un poco más lejos en el retrovisor.
Alejandro Vidal es director de Estrategia de Mercados de Banca March
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