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Abengoa despide a 35 de 36 sindicalistas en tres comités de empresa

La multinacional andaluza incluye a sus representantes laborales en cinco ERE y ERTE

Javier Martín-Arroyo
Protesta de trabajadores de Abengoa frente a su sede central, el pasado noviembre.
Protesta de trabajadores de Abengoa frente a su sede central, el pasado noviembre.PACO PUENTES

Los comités de empresa en el grupo Abengoa han denunciado una "purga" y una "represión sindical" por parte de la multinacional andaluza para reducir el peso de la representación laboral. En pleno proceso de reestructuración, la empresa ha despedido e incluido en cinco ERE y ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) a 35 de los 36 sindicalistas que representan los intereses de la plantilla de tres filiales y cuentan con garantías legales para ser los últimos trabajadores despedidos en caso de recortes. La legislación laboral protege a los representantes de los trabajadores frente la empresa. La multinacional ha defendido que “ningún miembro de los comités de empresa ha entrado en los ERE de manera forzosa, todos están voluntariamente por haberlo pedido”. Los sindicalistas desmienten esta versión.

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"Esto no hace más que ratificar la sospecha de una limpieza, saneo y liquidación encubierta de la compañía", censura Carlos Vázquez, presidente de los comités de empresa, que recuerda los "sueldos millonarios" de la cúpula. El presidente de Abengoa, Gonzalo Urquijo, percibe un millón de euros al año. "Tenemos prevalencia para permanecer, pero como todo, la empresa se lo salta a la torera", denuncia Vázquez. Abengoa ha pasado de tener 24.306 trabajadores en todo el mundo en 2014, a 16.000 a finales de 2016. Es decir, un recorte de 8.000 empleados en apenas tres años.

Si la primera tanda de expedientes el pasado verano no afectó a los sindicalistas, ahora les toca de lleno. De los cinco ERE y ERTE cerrados estos días en las filiales Abeinsa, Abengoa Solar y Abengoa Research, 35 de los 36 miembros de los tres comités de empresa han sido despedidos o enviados a casa por la multinacional. Los sindicalistas avanzan que denunciarán sus despidos ante los juzgados de lo Social y ante la Inspección de Trabajo. Solo se mantiene en plantilla un sindicalista del comité de empresa de Abengoa Research. La tradición sindical en el grupo Abengoa es reciente, y solo cuando hace dos años entró en crisis se crearon los comités de empresa. Hasta entonces, no existían. Salvo en Abengoa Solar, la empresa defiende que “las medidas colectivas aplicadas han sido acordadas”.

La reestructuración de la multinacional y los recortes de plantilla llegan después de que filiales como Abengoa Research o Abengoa Water haya recibido 4,9 millones en ayudas públicas para proyectos desde el Ministerio de Economía y la Junta de Andalucía, solo entre 2014 y 2015. Esos casi cinco millones de euros no incluyen las ayudas procedentes desde Bruselas. El vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios, ha afirmado que le ha pedido a la multinacional información "clara y concisa" sobre sus planes de reestructuración y despidos previstos. Vázquez critica que "todo son buenas palabras. La Junta nos dice que la ley les encorseta mucho y no tienen demasiadas ganas de intervenir en la empresa privada".

"Los despidos quebrantan el engranaje básico de las relaciones laborales empresa-trabajadores", lamentan los representantes laborales. Los sindicalistas denuncian que la manera de proceder de Abengoa contraviene el artículo 68.b del Estatuto de los Trabajadores, vulnera el artículo 28 de la Constitución y "quebranta el engranaje básico de las relaciones laborales empresa-trabajadores". La dirección de la compañía "no solo no ha cambiado, sino que revive fantasmas, que pensábamos superados, de represión sindical y coacción hacia sus empleados y representantes legales", denuncia Vázquez.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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