La pareja negociadora del PSOE para asuntos económicos

La próxima semana el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, recibirá a los representantes del PSOE, la pareja formada por Valeriano Gómez y Pedro Saura, para volver a hablar de los Presupuestos del Estado para 2017. Se da por seguro que habrá pocos progresos porque los socialistas se mantienen en su oposición, pese a que han respaldado muchos acuerdos en materia presupuestaria que han permitido al Gobierno del PP no encallar y poder gobernar durante este año como fueron fijar el techo de gasto y el déficit.

Para negociar y asesorar en asuntos económicos, la gestora que dirige el rumbo del PSOE y que preside Javier Fernández, encargó al exministro de Trabajo con Zapatero, a quien ha recuperado para la causa tras haber abandonado su puesto de diputado en 2014, y al portavoz económico del grupo parlamentario, como principales espadas (para temas europeos cuenta con su paisano Jonás Fernández, eurodiputado, y para los energéticos con el exministro Luis Atienza).

Montoro recibe esta semana al tandem para hablar de los Presupuestos

La gestora, lejos de mantener un perfil bajo hasta el Congreso del 17 de junio que dé paso a la nueva dirección, ha tratado de buscar réditos a su gestión. El Gobierno se ha beneficiado de esa actitud constructiva; pero también el PSOE ha sacado partido según lo demuestran los últimos sondeos, en los que no solo ha frenado la sangría, sino que ha recuperado estima.

Gómez y Saura, desde entonces, han formado la pareja negociadora en materia económica del PSOE y han evitado en gran medida que el partido se haya perdido por el desagüe mientras se debate sobre su futuro. El tándem se ha remangado y se ha fajado con los ministros económicos del Gobierno, sobre todo, con Luis de Guindos y Cristóbal Montoro. Además del techo de gasto y fijar el objetivo de déficit para las comunidades autónomas; han impulsado el decreto ley sobre ingresos, concretado específicamente en la reforma del Impuesto de Sociedades y el incremento del tipo efectivo a través de estímulos fiscales; han acordado el aumento del salario mínimo y eliminado los topes de las cotizaciones sociales.

Asimismo, han negociado el futuro de los organismos reguladores. En ese sentido, han pactado con Guindos para dividir la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en dos partes (competencia y mercados) y dar más preponderancia al Parlamento en el funcionamiento y nombramiento de sus responsables, que deben responder a criterios profesionales.

Han fijado el techo de gasto, el déficit de las CC AA, han pactado la subida  del salario mínimo y el decreto de ingresos...

El cambio de la CNMC supone reivindicar la postura del PSOE, que se había opuesto a su creación, volviendo en parte al modelo anterior (aunque no se llegue a diferentes comisiones de Telecomunicaciones, Energía y otras, como había antes). Como consecuencia participará en el nombramiento de consejeros (la CNMC no tiene consejeros propuestos por el PSOE). Precisamente, la CNMC cuenta desde septiembre de 2015 con tres de sus consejeros con prórroga. Mientras se cambia el modelo, serán nombrados tres sustitutos, que se repartirán entre PP, PSOE y Ciudadanos.

En ese plano de entendimiento se encuadra también la nueva agencia de Seguros anunciada por Guindos, lo que supone la desaparición de la Dirección General de Seguros. El PSOE era partidario de la supervisión de seguros saliera del ámbito del Gobierno y aceptó que se cree una agencia, aunque su posición inicial era que pasara a depender del Banco de España, siguiendo el modelo twin peaks. A ese responde la inclusión del Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) en la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) y la creación de la agencia de protección al inversor y la agrupación de centrales de reclamación.

Con todo eso, el Gobierno ha allanado el camino por este año. Pero otra cosa son los Presupuestos. Apoyarlos sería dar un paso más que acercaría al principal partido de la oposición a rebasar las líneas rojas. Por eso, las negociaciones deben ser muy medidas. El Ejecutivo se plantea ahora negociar el proyecto de Presupuestos con los partidos. Navega en la duda de hacer visible que no tiene apoyos suficientes (Ciudadanos y CC no bastan y negocia con PNV y socialistas) presentando el proyecto que podría ser rechazado con una enmienda a la totalidad o prorrogar los del año pasado. De no presentarlos sería el primer Gobierno de la democracia que no los presenta (los de 1996 se prorrogaron después de presentarse el proyecto). El Gobierno tiene la obligación de presentar el proyecto de presupuestos tres meses antes de que acabe el año. En 2016, al estar en funciones, no lo hizo. Pero Montoro tendrá que encajar mucos cambios en materia de pensiones, reforma laboral, fiscalidad...