En la recta final, cuidado con las curvas
Casi sin darnos cuenta, ya estamos en la recta final de 2016. Estos meses son cruciales para el cierre del año y hay que estar muy atentos a los eventos que afectan a los mercados financieros. Es arriesgado enumerarlos, ya que siempre hay posibilidades de imprevistos. Esperemos que este año sea la excepción, pues las incertidumbres que ya tenemos anotadas son suficientes para mantenernos ocupados.
En el terreno político hay tres eventos principales de aquí a finales de año: las elecciones presidenciales en Estados Unidos, el referéndum en Italia y las negociaciones sobre el Brexit. Estas últimas constituyen, quizás, el mayor riesgo para Europa, aunque Italia también podría dar sobresaltos.
La política monetaria también puede ser impredecible, aunque es probable que la Reserva Federal de EEUU (Fed) suba tipos nuevamente en diciembre y que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga su política sin cambios hasta fin de año. Ello hace prever una tendencia alcista para el dólar, aunque en menor magnitud que el año pasado. Por ello, no vemos al dólar llegar a la paridad con el euro.
Los últimos meses del año se presentan difíciles para el inversor. Se recomienda conducir con precaución y no aumentar el riesgo en busca de mayor rentabilidad
En renta fija la situación es menos clara. Con el incremento del precio del dinero en EEUU y una inflación que se acercará al 2%, la rentabilidad de la deuda seguirá aumentando de forma gradual. En Europa, el repunte de la inflación, aunque más lento, presionará al alza los tipos a largo plazo, aunque las compras del BCE los están manteniendo bajo control. En resumen, momento complicado para invertir en deuda pública que, al igual que la privada, requiere una gestión ágil y táctica. Por tanto, para un inversor minorista es recomendable invertir a través de fondos de inversión. Actualmente son preferibles aquellos que buscan limitar la volatilidad, antes que aumentar la rentabilidad.
Las Bolsas mundiales, medidas a través del índice MSCI World, sube un 3,5% en lo que llevamos de año. Parece poco, pero no está mal si tenemos en cuenta que los beneficios empresariales no subirán más de un 1% en 2016 y que las bolsas no estaban baratas este año. Se estima que los resultados empresariales mejorarán de ahora en adelante, ya que los sectores más castigados este año —energía, materias primas y bancos en Europa— podrían haber tocado fondo. Esto es una buena noticia. No obstante, además de los resultados empresariales, la evolución de las bolsas también se ve afectada por señales macro, tales como una caída del precio del petróleo, pero, sobre todo, pueden pesar los temas políticos que ya hemos enunciado.
Así pues, la recta final de este año, viene con bastantes curvas. Para tomarlas se recomienda conducir con precaución y no aumentar el riesgo en busca de mayor rentabilidad.
Rose Marie Boudeguer es directora del Servicio de Estudios de Banca March.
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