Vodafone España acelera sus pérdidas por el ERE y las inversiones
La compañía eleva su facturación un 4% pero registra números rojos de 207 millones
La cifra de negocio de Vodafone España creció el pasado ejercicio, terminado el pasado 31 de marzo. La compañía registró una facturación de 3.866,8 millones de euros, casi el 4% más que en el año anterior. La operadora, sin embargo, aumentó con más fuerza sus pérdidas: registró unos números rojos de 207 millones de euros, frente a los 159,8 millones del año anterior, cuando la empresa registró sus primeras pérdidas desde que desembarcó en España.
El aumento de las pérdidas de Vodafone llega en buena medida por el aumento de los gastos derivados del expediente de regulación de empleo (ERE) que la compañía llevó a cabo en el ejercicio tras la fusión con ONO y por el aumento de las amortizaciones por el fuerte ritmo de inversión en redes de banda ancha ultrarrápida (4G y fibra).
Las compañías de telecomunicaciones libran una dura batalla por los clientes, que les ha llevado a competir con agresividad en precios y mediante paquetes convergentes de telefonía, conexión a Internet y servicios como la televisión. En el caso de Vodafone, según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la venta de productos (principalmente móviles) creció el 40%, hasta los 522,9 millones, mientras que la prestación de servicios se situó en 3.343 millones, cerca de cinco millones de euros por debajo de 2015.
Vodafone acordó comprar Ono en julio de 2014 por 7.200 millones. en julio de 2014, tras un acuerdo de pago de 7.200 millones de euros. El 30 de septiembre de 2015 Vodafone España formalizó un acuerdo para el despido de 1.059 trabajadores, a través de diferentes programas de bajas. Se provisionaron 40,9 millones de euros, según consta en las cuentas anuales de la compañía, entregadas en el Registro Mercantil. Al terminar el ejercicio, en marzo, faltaban por ejecutar todavía 13,7 millones de euros “que se prevén liquidar a corto plazo”, según explica en la memoria empresarial. Así, la partida de “Sueldos, salarios y asimilados” crece entre 2015 y 2016 de 178 millones de euros a 214 millones a cuenta de las indemnizaciones.
Vodafone España también recuerda en su memoria que ha cancelado varios créditos intragrupo durante este ejercicio. En concreto, solicitó a un préstamo de 2.080 millones de euros a la filial de Luxemburgo para llevar a cabo la compra de ONO en 2015. En el ejercicio de 2016 decidió amortizar dicho préstamo (en septiembre de 2015), pese a que no vencía hasta 2020. Lo hizo a través de una ampliación de capital, que suscribió la matriz, amortizando deuda y aportando más capital. También se han cancelado las deudas que tenía con la matriz Vodafone Europe (300 millones que canceló en mayo de 2015) y otro préstamo a corto plazo de 146 millones con la filial luxemburguesa. Los gastos financieros caen gracias a los menores tipos de interés.
La compañía admite en la memoria anual que el proceso definitivo de compra de ONO estaba previsto para el 1 de abril de este año, cuando Vodafone España debía absorber ONO y Vodafone ONO, que iban a desaparecer. Sin embargo, en mayo de 2016 lo consejos de administración de las empresas frenaron la operación societaria, que quedó sin efecto. Las cuentas de 2016 no incluyen la motivación, pero fuentes del sector explicaron ya en junio que habían anulado la decisión por cuestiones fiscales, ya que una sola empresa se enfrentaba a más tasas municipales que varias.
En las cuentas figura que Vodafone Ono, el nuevo nombre de la sociedad operativa sucesora de Ono, registró unas pérdidas de 94,28 millones de euros en el ejercicio cerrado al 31 de marzo de 2016. Antes tuvo un ejercicio de solo tres meses (de enero a marzo de 2015) con unas pérdidas de 44 millones, muy inferiores a los 576,5 millones de números rojos con que cerró el año 2014, después de que Vodafone hiciera una limpieza al adquirir la empresa.
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