España ha perdido 1,6 millones de jóvenes desde 2012, según un estudio
La caída en la población se ha visto parcialmente compensada por el envejecimiento demográfico
España ha perdido 1,6 millones de jóvenes menores de 34 años desde 2012, año en el que la población total alcanzó el pico máximo de 46 millones tras más de medio siglo de crecimiento demográfico y comenzó a decrecer, según un estudio. La caída de población joven se ha visto parcialmente compensada por el fuerte incremento de la población de más edad.
Son las conclusiones del séptimo número de Esenciales, una serie mensual de documentos divulgativos que elabora la Fundación BBVA con el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie) y que en esta ocasión, pone el acento en el envejecimiento demográfico en España.
En la primera década del siglo XXI España se convirtió en un país de acogida de inmigrantes "atraídos por el crecimiento y las condiciones favorables de la economía", lo que unido al continuado descenso de la mortalidad se tradujo en un aumento de la población en casi seis millones de habitantes (5.968.545). En 2011, por primera vez, la población española se situó por encima de los 46 millones en un registro censal.
El censo de aquel año muestra un punto de inflexión en la tendencia creciente sostenida durante todo el siglo XX y hasta esa primera década del XXI: desde 2012 España no ha parado de perder población, con un descenso total de 380.000 habitantes que "esconde cambios importantes en la estructura por edades" del país.
Las pérdidas de población más intensas se han producido entre los más jóvenes, los menores de 34 años, con 1,6 millones de personas menos. "Es especialmente grave la pérdida de población de entre 25 y 34 años, con cerca de 1,3 millones de personas menos. A ello se une el descenso en términos netos de la población aún más joven, los menores de 25 años, con una reducción de 292.077", explica el informe.
Esta despoblación de los grupos de menor edad ha estado protagonizada por los residentes españoles, que representan el 65,8% de la reducción. La salida de extranjeros de entre 25 y 34 años ha representado el tercio restante.
“La edad del español medio ha pasado de ser un joven de 28 años en 1900 a un adulto de algo más de 41 años en la actualidad. Este dato refleja el continuo envejecimiento de la población, resultado en buena medida de la prolongación de la vida media", explica el trabajo.
En este sentido, indica que la esperanza de vida al nacer de la población española ha pasado de los 34,8 años en 1900 hasta los 82,7 en 2015. Este "sobresaliente incremento" del nivel de vida es consecuencia tanto del aumento de las rentas medias por desarrollo económico como de la universalización en el acceso a los servicios públicos de salud, educación y atención social, "uno de los mayores logros de las últimas décadas", según el informe.
Concentración en las urbes y en la costa
La pérdida de población no es homogénea y muchos municipios siguen ganando habitantes. El trabajo los cataloga en dos grupos: las áreas metropolitanas importantes y los destinos turísticos ya que las mayores concentraciones de población tienen lugar en el entorno de las urbes y en las zonas costeras.
Varios municipios del área metropolitana de Madrid -Valdemoro y Rivas-Vaciamadrid- han duplicado su población en solo diez años, y Torrevieja en Alicante y Roquetas de Mar en Almería la han incrementado en más de un 75%. "Se consolida el proceso de abandono de las áreas interiores hacia las franjas costeras y hacia la capital del país y su periferia, una tendencia que se observaba con nitidez desde mediados del siglo XX y ha continuado hasta hoy", afirma.
El estudio pone el foco en el caso de Yebes, en Guadalajara. Su población se ha multiplicado por 10 desde el censo de 2001 al tiempo que el peso de los más mayores se ha reducido en 43 puntos porcentuales, pasando de representar el 48,3% de la población total en 2001 al 5,3% en 2011. Yebes se localiza cerca de la capital de provincia y la instalación de una estación de AVE en su término municipal la ha situado a menos de media hora de Madrid.
"Constituye un ejemplo reciente de cómo el desarrollo de las infraestructuras puede propiciar cambios bruscos en la localización de la población", dice el trabajo.
Mientras, la provincia de Alicante ha protagonizado las pautas más acusadas de envejecimiento en España entre 2001 y 2011. Se trata de un fenómeno ligado en gran medida a la inmigración de población europea en edad de jubilación, que se asienta en esta provincia atraída por las bondades del clima mediterráneo.
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