Toxo plantea ligar el sueldo de los dirigentes de CC OO a la marcha de la afiliación
El sindicato inicia un proceso de reflexión para renovar la organización
CC OO ha abierto "una revisión crítica" de la organización. Se trata de cambiar para adaptarse a la sociedad y al mercado laboral, pero también de ganar legitimidad. Para ello, la dirección del sindicato ha elaborado un documento planteando temas de reflexión, medidas y preguntas a afiliados y delegados, iniciando un proceso que concluirá en octubre y que servirá de base para los cambios que aprobará después el congreso de la organización. Entre las medidas que plantea la dirección en ese documento, llamado Repensar el sindicato, está vincular el sueldo de los dirigentes de CC OO a la evolución de la afiliación.
La lógica de esta medida parte del hecho de que la afiliación debe ser un pilar de legitimación clave de la labor sindical. Por tanto, "es imprescindible que el crecimiento afiliativo esté presente, protocolizado, [...] fijando objetivos anuales de la afiliación [...], vinculando las condiciones generales de las personas que están en los órganos de dirección, incluidas sus retribuciones cuando estas dependan del sindicato, a los resultados alcanzados", explica el informe, presentado por el secretario general, Ignacio Fernández Toxo. "Los órganos de dirección deben presentar planes de trabajo, hacer seguimiento y luego esto debe tener consecuencias", ha justificado el líder sindical, preguntado al respecto.
Un par de párrafos antes se puede leer que los autores del documento admiten que desde 2008 el sindicato ha perdido 260.353 afiliados netos, hasta quedar por debajo del millón de cotizantes. Además, se explica que "no hay que olvidar el componente instrumental de una parte de la afiliación". Dicho de otra forma, hay miembros de CC OO que no forman parte del sindicato por afinidad ideológica, sino por poder acceder a los servicios jurídicos de la organización.
Además de la afiliación, el documento apunta a la representatividad obtenida en las elecciones sindicales. En este punto, el informe carece de la autocrítica -abierta o velada- de otros. Sobre este aspecto, Fernández Toxo ha subrayado la "situación anómala" que hay en España, ya que la legislación imposibilita las elecciones sindicales en empresas con cinco trabajadores o menos, y lo hace difícil en las que tienen hasta 10.
También el diálogo social tendrá hueco en los debates internos de CC OO. No se tratará, según ha explicado Fernández Toxo, de discutir si se sientan a negociar reformas de pensiones u otras propuestas gubernamentales. "El sindicato no está para hacerse fotos", ha expuesto. No obstante, ha defendido que su organización no puede renunciar a jugar un "papel determinante" a la hora de pactar reformas, "como por ejemplo en pensiones". "Sinceramente creo que es un disparate", ha sentenciado, respondiendo a si su posición es la misma que ha enunciado el secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, que defiende que la concertación social en los últimos años solo ha beneficiado al Gobierno y no a los sindicatos.
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