Uno de los visionarios del fracking muere tras ser imputado
El cofundador de Chesapeake Energy fallece en accidente de tráfico un día después de ser acusado de conspiración
Aubrey McClendon, uno de los ejecutivos que lideró al renacer energético de Estados Unidos gracias a las nuevas técnicas de extracción, falleció este miércoles en Oklahoma City tras estrellarse su vehículo contra una estructura de hormigón. El accidente tuvo lugar un día después de conocerse que el cofundador de Chesapeake Energy, de 56 años de edad, estaba siendo investigado por fraude que se cometió cuando ejercía como consejero delegado.
McClendon, comparado por su visión con los Mellon o los Rockefeller, se enfrentaba a una pena máxima de 10 años de cárcel si era considerado culpable por el cargo de conspiración. El martes se declaró inocente tras conocerse las alegaciones y dijo que su intención fue la contribuir a crear empleos en el Estado de Oklahoma. El Departamento de Justicia le acusó de haber orquestado un entente con otra gran petrolera para mantener bajo el precio de las concesiones para perforar.
El fraude se produjo entre diciembre de 2007 y marzo de 2012, por explotaciones en el noreste de Oklahoma. Esta conspiración diseñada para mantener bajos los costes se considera provocó una distorsión de la competencia. La imputación no revela la identidad de la compañía con la que conspiró Chesapeake Energy. McClendon se apartó de la dirección en abril de 2013. Durante su gestión convirtió la firma energética en la más importante en la producción de gas natural en EE UU.
Las causas del accidente están en proceso de ser investigadas. Llevará dos semanas conocer los detalles, indicaron fuentes policiales. La velocidad máxima permitida en el lugar del siniestro estaba limitada a 65 kilómetros por hora. El vehículo viajaba bastante por encima de ese nivel. El coche, un todo terreno de la marca Chevy, prendió fuego y llevó varios minutos extraer su cuerpo. “El vehículo quedó en tal mal estado que no podemos decir si llevaba cinturón”, señalaron.
Este doble desenlace no puede llegar en peor momento. Chesapeake Energy atraviesa por serias dificultades financieras por el desplome del precio del petróleo y del gas natural. Estas compañías energéticas que se hicieron fuertes durante la pasada década están ahora pagando los excesos de los años pasados, cuando se endeudaron para poder hacer sus negocios. Antes de derrumbarse el mercado, las acciones de la compañía se pagaban por encima de los 30 dólares.
De ahí hasta caer a 1,5 dólares hace unas semanas, cuando se especuló con que podría declararse en suspensión de pagos. Chesapeake Energy, fundada en 1989, perdió 18.920 millones de dólares el pasado ejercicio frente a ganar 3.480 millones en 2014. Los ingresos cayeron a la mitad, hasta los 12.760 millones de dólares. Los analistas de las industria energética consideran que el desplome de precios en el gas natural se debe a esta carrera por elevar la producción.
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