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Datáfonos para el trabajo ambulante

SetPay es el primer lector español de tarjetas vinculado a un teléfono móvil

David Pombar y Xoán González, fundadores de SetPay, con sus dispositivos de cobro.
David Pombar y Xoán González, fundadores de SetPay, con sus dispositivos de cobro.Óscar Corral

La misma emergencia que le ha hecho llamar al fontanero, o al cerrajero, o al electricista, puede hacer que no tenga en casa efectivo suficiente para pagarle. Los negocios que se mueven constantemente pueden no necesitar una línea telefónica fija atada a un banco concreto, pero igualmente necesitan poder cobrar con tarjetas. Para esas situaciones está pensado el datáfono creado por la empresa gallega SetPay, el primero de origen español vincu­lado a un teléfono móvil, no a una línea fija, e independiente de las entidades bancarias y sus comisiones.

Frente a los terminales de punto de venta (TPV) inalámbricos habituales, ligados a un teléfono fijo del que no pueden alejarse más que unos metros, Set­Pay se conecta a cualquier móvil, lo que permite su utilización allá donde haya cobertura. Lo que necesitan, por ejemplo, numerosos autónomos que trabajan de forma ambulante. Lo que han desarrollado tres gallegos: David Pombar, Xoán González y Xavier Martínez Cobas, informáticos los dos primeros y profesor universitario de Económicas y miembro de varios consejos de administración el tercero.

Pombar y González habían realizado trabajos de consultoría informática para bancos o páginas de venta por Internet, donde detectaron las carencias que había en el sector. Así que crearon la empresa en 2012 y desarrollaron su idea durante dos años, en los que acumularon premios y financiación. Porque aunque no están ligados a ningún banco, las entidades bancarias han sabido reconocer su negocio. En 2013 fueron finalistas de los premios a emprendedores de BBVA y La Caixa, además de ser reconocidos como mejor iniciativa por el Colegio de Ingenieros Informáticos de Galicia. Y en 2014 ganaron el programa para start-ups del Banco Sabadell, que ha entrado en el capital de la empresa. A los 25.000 euros que aportó cada uno de los tres socios cuando se pusieron en marcha se han sumado ya 400.000 euros de préstamos o ayudas públicas y cerca de 300.000 euros de inversores privados, entre ellos el fondo de business angels 101 Startups.

“Buena parte de mi tiempo hasta ahora se ha centrado en buscar inversores, a costa de aparcar de momento la comercialización”, explica David. De hecho, el centenar de clientes que tienen los han logrado en la fase de identificación de mercados potenciales, sin haber lanzado aún ninguna campaña de marketing. Esa será su gran inversión de este año, con el objetivo de lograr beneficios en 2017. Para ello, están desembarcando también en pruebas en Portugal. De momento, en la empresa trabajan, además de dos de sus fundadores, otras cuatro personas a tiempo completo y otra decena de colaboradores a tiempo parcial.

Perfil y proyectos

David Pombar y Xoán González son informáticos con experiencias previas en consultoría para bancos y webs de venta y Xavier Martínez Cobas es profesor de Económicas y miembro de varios consejos de administración.

Tras comprobar la receptividad y uso de su producto en diversos canales de venta, este año lanzarán una campaña de marketing. También han comenzado a desembarcar en pruebas en Portugal.

En el mercado español hay otros datáfonos móviles, pero o están ligados a entidades bancarias (aunque aún no todas ofrecen uno) o han sido desarrollados por firmas extranjeras (dos alemanas y una sueca son las principales competidoras). Frente a ellos, SetPay nació en Santiago de Compostela y su uso no está condicionado a ningún contrato de permanencia u otros productos bancarios. “Aunque lo ideamos pensando en la movilidad, nos encontramos con que muchos clientes son pequeños comercios con sede fija que lo que buscan es no estar atados a un banco”, matiza Xoán. Porque el terminal de SetPay cuesta 79 euros, pero no requiere gastos de mantenimiento, no implica permanencia, el usuario no paga cuota fija mensual y no hay comisión mínima por cada transacción. La única comisión que cobra SetPay depende del importe total de las ventas mensuales realizadas y oscila entre el 0,99% y el 1,99% en función de dicho volumen. “Si nuestros clientes no ganan, nosotros tampoco”, dice David.

Frente a otros medios de pago electrónico, SetPay permite mantener la combinación de un uso físico de la tarjeta nominal con el tecleo en el momento de la compra de un PIN personal, considerado uno de los procedimientos de pago más seguros. Pero SetPay no se encarga solo del pago con tarjeta, sino que también trabaja para ofrecer a sus clientes, “por pequeños que sean”, plataformas de venta por Internet adaptadas a sus necesidades. “Queremos ser el proveedor único de ventas de nuestros clientes, facilitarles cualquier tipo de venta”, sentencia Pombar.

70 millones de tarjetas

Hay menos y se usan más, pero aún poco en comparación con el resto de Europa. Si en 2008 había 44 millones de tarjetas de crédito y 31 millones de débito, las primeras, tras unos años de altibajos, rondan ahora la misma cantidad, mientras que las segundas han caído hasta los 25 millones, según los últimos datos publicados por el Banco de España. Pero si antes se hacían con todas ellas 2.000 millones de operaciones de compra en terminales de punto de venta (TPV), ahora son más de 2.500 millones de operaciones por importe superior a los 105.000 millones de euros. Ese volumen de compras con tarjeta en los TPV ya ha igualado al efectivo total retirado de cajeros automáticos con esas mismas tarjetas.

Por otra parte, el aumento de las compras con tarjeta se produce sin que se haya disparado en igual medida el número de TPV. Estos también alcanzaron en 2008 su número máximo, con 1.557.000 repartidos por toda España. En 2013 cayeron hasta 1.322.000 y desde entonces se han recuperado hasta igualar el pasado año la cifra de partida. Peor les ha ido a los cajeros, que se han desplomado desde los 60.000 que existían en 2008 a los 50.000 actuales, y en retroceso. Sin embargo, España aún está muy lejos de alcanzar el nivel de uso de las tarjetas que existe en el resto de Europa. Solo el 20% del consumo privado se paga con medios electrónicos, entre ellos las tarjetas, frente a países como Suecia, Dinamarca o Finlandia, donde alcanza el 80%, Reino Unido con el 60% y Francia con el 45%.

En ese mercado con un uso en aumento de las tarjetas y con un relativamente estancado parque de datáfonos es donde ha entrado a competir SetPay con su apuesta por la movilidad.

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