Arrecian las críticas contra Matthias Müller, primer ejecutivo del grupo VW
La semana pasada, el directivo se refirió al escándalo de las emisiones como "un problema técnico"
El consejero delegado del grupo Volkswagen (VW), Matthias Müller, aún no lleva ni cuatro meses en el cargo y, algo inédito en la planta ejecutiva del mayor constructor de automóviles de Europa, su sillón ya ha empezado a tambalearse peligrosamente. La razón: un desliz en el transcurso del Salón del Automóvil de Detroit que se inauguró la semana pasada en esa ciudad. En una entrevista con la radio pública estadounidense NPR, el primer ejecutivo de VW dejó entrever que el grupo que dirige no había hecho nada éticamente reprochable en su intento de trucar las emisiones de gases tóxicos.
“Para decirlo francamente... fue un problema técnico. No hemos sabido interpretar correctamente las leyes de EE UU”, dijo Müller en referencia a la instalación de un software ilegal en varios modelos diésel del fabricante alemán. “No hemos mentido y tampoco entendimos, en un comienzo, el problema. Pero hemos estado trabajando en su resolución desde 2014”.
Las declaraciones de Müller levantaron una fuerte polvareda en Wolfsburgo, donde se ubica la sede social del gigante germano, y en Washington. Cuando la entrevista fue emitida por la emisora estadounidense, los asesores de prensa de Müller se apresuraron a solicitar una nueva conversación para subsanar el error. Aunque el máximo responsable de VW admitió que el grupo había violado las leyes, el escándalo ya se había formado. "Matthias Müller necesita un nuevo software" sentenció en forma irónica el periódico Die Welt, al hacerse eco del error.
La entrevista sobresaltó a la planta ejecutiva de VW y causó un profundo malestar en el seno del consejo de supervisión del grupo, que este martes se reunirá para escuchar un informe sobre los resultados del viaje de Müller a EE UU. “No estamos para nada contentos sobre lo que paso allí”, coincidieron en señalar varios miembros del consejo, citados por el periódico Frankfurter Allgemeine.
“Los americanos esperaban a un jefe de VW humilde, pero han visto a uno que ha hecho del escándalo una cosa banal”, señaló un miembro del órgano de supervisión al periódico Bild am Sonntag. “Müller se está tambaleando en forma muy peligrosa; si comete otra metedura de pata se va”. El rotativo editado en Berlín señalaba, asimismo, que en el seno del grupo germano existe la duda de si Müller es el ejecutivo ideal para dirigir al grupo en el momento más crítico de toda su historia. “Representantes de los trabajadores en el consejo de supervisión están convencidos de que la designación de Müller ha sido un error”, añadía el Bild.
Volkswagen trató de restar importancia a la entrevista con la emisora NPR con un comunicado donde señalaba que el dominio del inglés de Matthias Müller le había pasado una mala jugada y que sus declaraciones podrían haber dalo lugar a una confusión. El grupo, sin embargo, no ha dicho una sola palabra sobre el resultado del reciente encuentro de Müller con Gina McCarthy, la jefa de la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA en sus siglas en inglés).
Según la prensa germana, en esta reunión Müller le habría presentado un catalogo de soluciones técnicas y McCarhty solo habría tomado nota. En cambio, la EPA dejó saber que Volkswagen aún no había presentado un plan adecuado para retirar de la circulación de todos los vehículos afectados para retirar el software y aplicar cambios que les permitan volver a circular.
Las autoridades estadounidenses también están molestas por la poca disposición de Volkswagen a cooperar con las investigaciones, por ejemplo, con el envío de copia de la correspondencia electrónica relacionada con el escándalo y otros documentos. La poca transparencia en todo el proceso ha hecho creer a las autoridades americanas de que el gigante automovilístico está ocultando algo.
Todo era diferente cuando el Consejo de Supervisión del grupo Volkswagen anuncio, a fines de septiembre del año pasado, que había elegido a Matthias Müller —ex presidente del Consejo de Administración de Porsche—, como nuevo Consejero delegado del grupo, un anuncio que provocó un suspiro de alivio en la sede del mayor constructor de automóviles de Europa.
“Matthias Müller es una persona de gran capacidad estratégica, empresarial y social. Conoce muy bien el grupo y sus marcas y puede participar inmediatamente en su nueva tarea con plena energía”, ha afirmado el presidente interino del órgano de supervisión de VW, Berthold Huber. “Mi tarea más urgente es recuperar la confianza del grupo Volkswagen”, ha afirmado, por su parte, Matthias Müller.
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