El negocio de Hewlett Packard para empresas cotiza por libre
La firma tecnológica germen de Silicon Valley inicia una nueva etapa tras separar los ordenadores personales e impresoras
Hewlett Packard inicia un nuevo capítulo es sus 76 años de historia al partirse en dos compañías independientes, una centrada en los productos de consumo que dan nombre a la marca electrónica (HP) y otra en los sistemas y servicios para empresas (HPE). Lo que está por ver ahora es cuál de las dos empresas deja rezagada a la otra en una industria en constante y rápida mutación.
Las dos compañías cotizan ya de manera independiente en el New York Stock Exchange. Meg Whitman, consejera delegada de HPE y presidenta de la nueva HP Inc., hizo los honores al dar tocar la campana en el arranque de la sesión de Wall Street. HP se apreció un 10% en el arranque mientras HPE lo hizo un 1% El acto marca el fin de un complejo proceso de separación de la empresa fundada por Bill Hewlett y Dave Packard en un garaje en Palo Alto.
El consejo de administración de la antigua HP aprobó la segregación hace un mes. La ejecutiva ya no podrá utilizar como excusa al presentar resultados que las cuentas se ven lastradas por el menguante mercado de las impresoras o por la debilidad del negocio de los PC, porque los sistemas personales quedan apartados en la cartera que gestionará Dion Weisler como consejero delegado.
El momento en el que HPE empieza a caminar por su propio pie no es fácil, porque los competidores están muy bien implantados y son muy agresivos. Las soluciones de gestión de datos para empresas está dominado por Microsoft, Amazon, IBM y Oracle, incluso Google. Ahí Whitman tiene poco que ofrecer. En su lugar, la estrategia pasaría por establecer alianzas con ellos para atender la demanda.
HPE quiere intentarlo en una dirección opuesta a la de Dell. Su eterna rival acaba comprar para ganar escala EMC, considerada como la mayor adquisición en la industria. La compra se anunció a mediados del pasado octubre y va a desembolsar 67.000 millones por la veterana compañía de almacenamiento y gestión de datos. Su objetivo, también, es llegar a los clientes corporativos.
Whitman, según los analistas, va a necesitar más que una reorganización de los activos. HPE contará con 252.000 empleados, cinco veces más que la nueva HP. Sin embargo, parten desde una posición similar en cuanto a ingresos. La división de sistemas para empresas generó el pasado ejercicio 53.000 millones de dólares, frente a los 57.300 millones de los productos para el consumo.
Ventaja de la separación
El reto de Weisler será dar nueva vida a estos dos negocios para mejorar tecnologías emergentes, como la impresión en tres dimensiones. La ventaja que da la separación es que el efectivo que generen podrá destinarlo a invertir en el desarrollo de nuevos productos, porque ya no se repartirá con la antigua división para empresas. También podrá destinar más dinero a los accionistas.
La vieja HP se parte valiendo un 30% menos que a comienzos de año. La propia Whitman explica que el grupo opera en dos negocios muy diferentes, por eso había que dejar atrás la estructura pasada. Asegura que las dos podrán convivir a partir de ahora sin comerse la una a la otra, por méritos propios y con libertad de acción. El objetivo es seguir vendiendo ordenadores y servidores.
La intención es que las dos compañías funcionen mejor que estando juntas. No es la primera vez que HP lo hace. Es la estrategia que siguió con Agilent, hace 13 años. Una de las críticas contra sus gestores es que la compañía perdió el norte tras sus fundadores apartarse de la dirección. Los problemas reales comenzaron en 2001 con la compra de Compaq, con Carly Fiorina al frente.
El declive de HP se vio alimentado por un consejo de administración disfuncional que llevó a sonados errores estratégicos, como las compras de Palm, EDS y Autonomy, que le forzaron a registrar cuantiosas cargas en su cuenta de resultados, o el fichaje de Leo Apotheker. El antiguo ejecutivo de SAP fue el primero en proponer la separación del negocio de PC de HP.
Whitman asumió la dirección de HP defendiendo la empresa como una unidad. En octubre de 2014 cambió, sin embargo, de opinión. Las dos compañías tienen el tamaño suficiente para formar parte del índice S&P 500, que incluye a las mayores corporaciones cotizadas. La gran pregunta que se hacen en el parqué es si la partición de la empresa germen de Silicon Valley no llega tarde.
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