Repsol prevé un beneficio neto de entre 1.250 y 1.500 millones este año

Repsol espera obtener unos beneficios netos de entre 1.250 y 1.500 millones de euros este ejercicio, según las previsiones del grupo que se han presentado hoy. Este resultado supone una merma respecto al cierre del año anterior, en el que ganó 1.612 millones. En el caso del resultado ajustado (no incluye recurrentes ni el efecto patrimonial), espera cerrar entre 1.600 y 1.800 millones frente a los 1.707 del año pasado. El ebitda previsto rondará entre 5.200 y 5.450 millones, la misma previsión que la ofrecida por el grupo el pasado junio.

La disminución en los resultados netos es consecuencia de la evolución del precio del crudo, que ha perdido un 48% en lo que va de año y se mantiene por debajo de los 50 dólares, menos de la mitad de septiembre del año pasado. El grupo petrolero ha procedido a unas provisiones de 450 millones correspondientes a los activos no convencionales de gas & power y Mississipian Lime en Estados Unidos por deterioro de activos.

Las previsiones, que han sido presentadas por la empresa ante la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), son un anticipo del plan estratégico que la compañía presenta mañana y en la que el abaratamiento del precio del crudo se ha tenido muy en cuenta. El plan, que comprende el periodo comprendido entre 2016 y 2020, trata de adaptarse a la nueva realidad sectorial, lo que implica continuar con la política de reducir inversiones y vender activos considerados no estratégicos o de zonas de difícil explotación. Asimismo el objetivo es mantener el dividendo, que se conseguirá en parte con el programa de desinversiones previsto.

La desinversión comenzó a raíz de la adquisición de Talisman, tras la que Repsol se comprometió a desprenderse de activos por valor superior a los 1.000 millones de dólares. La incorporación de la compañía canadiense permitió al grupo diversificar su cartera y le concedió más flexibilidad sobre los activos. Recientemente, ha rebasado esa cifra con la venta de su participación en la Compañía Logística de Hidrocarburos (CLH) y de parte de la red de gas propano, que pasó a manos de Redexis y a su participada Gas Natural, en la que tiene el 30%.

Precisamente, la desinversión en esta compañía siempre se ha contemplado como una posibilidad; pero el grupo que preside Antonio Brufau no contempla desprenderse de su participación. Solo lo hará si es necesario para mantener el grado de inversión y la calificación crediticia.

Por otro lado, lado ha alcanzado un acuerdo con Armstrong según el cual este adquiere un 15% adicional al 30% que ya tiene en su participación conjunta en Alaska, donde se libera del compromiso de inversiones por más de 1.000 millones de dólares.

El plan va acompañado con ajustes de costes, entre ellos la reducción de plantilla que ya se ha anunciado y que afecta a 1.500 personas de todo el grupo en tres años.