El hijo protegido de Ferrari se une al club de los 'milmillonarios'
La salida a Bolsa del icono de la industria automovilística eleva la fortuna de Piero Ferrari
Enzo Ferrari estaba tan decidido a proteger a su pequeño vástago de los riesgos de las competiciones de motor que ordenó a sus trabajadores prohibir que el niño se sentara en los vehículos del equipo para que nunca soñara en convertirse en piloto de carreras.
Más de cinco décadas después, el legado de Ferrari está cerca de convertir a aquel niño en milmillonario gracias a la próxima salida a Bolsa de uno de los grandes iconos de la industria automovilística. La fortuna de Piero Ferrari, de 70 años, alcanzará los 1.300 millones de dólares (1.140 millones de euros) tras la venta de su 10% en la compañía italiana, según la lista Bloomberg de multimillonarios.
Ferrari y el enérgico caballo de su logo están más allá de los actuales conflictos que sacuden la industria, aturdida aún por el escándalo de emisiones de Volkswagen. Entre los famosos dueños de un Ferrari están nombres como Elvis Presley y Ralph Lauren. Nueve de los diez coches más caros vendidos nunca en subasta pública llevan el nombre de la compañía.
"El mercado lo valora como un fabricante de bienes de lujo", dice David Haigh, fundador de Brand Finance, una consultora de marca y estrategia. "Hay muy pocas compañías que hayan conseguido convertirse en verdaderas marcas de lujo global", añade.
Ferrari planea poner a la venta 17,2 millones de acciones, que suponen el 9% de la compañía, a un precio de entre 48 y 52 dólares cada una, según los documentos remitidos al regulador estadounidense. El rango de precios valora al fabricante de coches deportivos en hasta 9.820 millones de dólares (8.618 millones de euros) pese a que el escándalo de emisiones de Volkswagen ha hecho retroceder las acciones de las compañías del sector en las últimas semanas, entre ellas las de la matriz Fiat Chrysler.
Piero Ferrari también recibió 280 millones de euros en efectivo por la reorganización de Ferrari antes de salir a Bolsa, una retribución sobre la que eludió pronunciarse al ser contactado a través de la oficina de prensa de Ferrari. "Sería interesante ver qué ocurre con la valoración de la empresa a largo plazo", dice Sascha Gommel, responsable del sector automoción en el banco alemán Commerzbank. "Sí, es una marca fuerte, pero creo que quizá se la ha sobrevalorado un poco. Veo una sobreexcitación en el mercado", explica.
Alfa Romeo y Maserati
El presidente de Fiat, Sergio Marchionne, ha puesto en marcha la operación para obtener fondos con los que financiar un programa de inversión de 48.000 millones de euros centrado en extender las marcas Jeep, Alfa Romeo y Maserati globalmente.
Piero Ferrari no será el único milmillonario entre los accionistas de Ferrari. Los miembros del clan Agnelli que controla Fiat Chrysler, están listos para convertirse en los mayores accionistas de Ferrari con una participación del 24% a través de la sociedad familiar, Exor Spa, que controlará más del 30% del poder de voto de la empresa, frente al 15% de Piero, según el folleto de la salida a Bolsa.
Piero heredó su participación de Enzo, un piloto de carreras de Alfa Romeo que fundó su propio equipo, Scuderia Ferrari, en 1929. El primer coche de carreras de la marca fue fabricado en 1947, y el año siguiente salió a la venta el primer automóvil para usuarios de más allá de los circuitos. En 1950 Ferrari empezó a competir en Formula 1, donde ha ganado 225 grandes premios y 16 campeonatos del mundo que la convierten en el equipo más laureado. El piloto con más victorias de la historia de este deporte, el alemán Michael Schumacher, ganó la mayoría de sus carreras para Ferrari.
La historia de la marca produce una lealtad inquebrantable tanto entre potenciales compradores como entre seguidores de las carreras. De los 7.255 Ferraris vendidos en 2014, el 60% los compraron personas que ya poseían un coche de la empresa de Maranello.
Participación de Fiat
Fiat entró en el capital de Ferrari en 1969, cuando compró la mitad de la compañía y aumentó la producción de coches para el uso diario muy por encima de la de coches de carreras, aunque Enzo continuó supervisando al equipo de Formula 1 hasta su muerte en 1988. Su segundo y único hijo vivo, Piero, heredó el 10% de Ferrari y se convirtió en vicepresidente del grupo. Al mismo tiempo, Fiat ejerció una opción para aumentar su porcentaje en la empresa hasta el 90%.
Piero dijo en febrero que "no planea" vender su parte de Ferrari. Habitual del pit lane y ferviente seguidor de todo lo relacionado con Ferrari, se muestra feliz de haber seguido los consejos de su padre de evitar el asiento de piloto. "Mi padre tenía razón. No creo que su prohibición me privara de algo importante", escribió en el libro Mi padre Enzo. "No habría tenido un gran futuro como piloto de carreras. Nunca habría llegado a ser piloto de Formula 1".
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