El Rey pide a los directivos que apliquen valores éticos en su gestión
Los ejecutivos de las grandes empresas miran con optimismo el futuro pese al reto de los cambios
El Rey Felipe VI exhortó a los directivos de las empresas españolas a que adopten valores éticos en su gestión que vayan más allá del logro de los resultados empresariales y que tengan en cuenta “la equidad, la solidaridad y la inclusión de todas las personas”.
Felipe VI presidió el acto institucional de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos (CEDE), que este martes celebra su cumbre anual en A Coruña, bajo el lema “Valores del directivo para la agenda global”, con la presencia de más de mil ejecutivos.
El monarca señaló que la sociedad plantea "exigencias éticas" a las empresas y los mercados que "van mucho más allá de la calidad material de los bienes o servicios" y que están impulsando "nuevos códigos de comportamiento empresarial".
La sociedad demanda el "buen hacer, la competencia profesional y la ejemplaridad en los comportamientos" de los directivos, según Felipe VI, quien se mostró confiado en que las iniciativas españolas triunfen fuera y dentro de nuestras fronteras, y “sean cada día "más competitivas y creativas" sin que se pierdan por ello los valores. "La fidelidad a los valores no es algo que quede restringido a los ámbitos personales y de la moral, sino que, sin lugar a dudas, influye decisivamente en los logros más tangibles y profesionales", añadió.
El Rey pidió también a los directivos que "favorezcan el necesario diálogo intergeneracional entre directivos jóvenes y veteranos, y no desperdiciar ningún talento, no orillar ninguna inquietud emprendedora por juvenil que sea".
Asimismo, se mostró partidario de "buscar modelos energéticos que hagan compatibles las demandas crecientes de energía con el normal desarrollo de la vida en nuestro planeta". "La lógica de esa generación de soluciones sostenibles llevará, efectivamente, a configurar nuevos modelos energéticos, y pondrá de relieve la apuesta decidida por soluciones que limiten los efectos del cambio climático", indicó
En el mismo acto, la ministra de Fomento, Ana Pastor, hizo un llamamiento a los directivos a que sean ejemplos de “honorabilidad y honestidad”, mientras que el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, que ha destacado el papel que juega en la recuperación económica y el desarrollo empresarial.
La nota discordante del acto institucional la puso el alcalde de A Coruña, Xulio Ferreiro, que llegó a la alcaldía al frente de Marea Atlántica, que se dirigió en gallego a los directivos para exigirles “responsabilidad social” y que pongan fin a prácticas como la devaluación de los sueldos para ganar competitividad o la deslocalización, y recordó que la crisis ha dejado muchas víctimas.
Discurso de Fainé
El presidente de La Caixa y de CEDE se mostró convencido que “las bases de la recuperación económica son sólidas” y recordó que la economía española lidera las previsiones de crecimiento entre los países de la zona Euro “y, tras años de muchos esfuerzos, podemos decir que hemos corregido muchos de los desequilibrios que aún arrastrábamos de la recesión”, aunque el paro siga siendo la principal asignatura pendiente.
El directivo auguró una nueva fase de crecimiento de cuatro años, del que va a participar la economía europea y la española, que está preparada para afrontar ese desafío como prueba la confianza renovada de los inversores internacionales.
En esta recuperación deben jugar un papel muy importante los directivos, según Fainé, que no pueden olvidar que están en un entorno globalizado, en el que maneja mucha información, está sometido a continuos cambios y debe tratar con personas de diferentes culturas. Fainé defendió un modelo de directivo que no sea ni “manipulador ni coactivo”, sino con un fundamento humanista.
Optimismo generalizado
Previamente al acto institucional, el director de la Oficina Económica del presidente del Gobierno, Álvaro Nadal, aseguró que las perspectivas de la economía española son excelentes. “El problema de España es ganar en competitividad y no el reparto o la distribución de la riqueza, como aseguran otros”, indicó. Para Nadal, “si no mejoramos la competitividad, abrimos más la economía española y nos insertamos en esa cadena de producción global no podremos generar riqueza que poder redistribuir”.
En esa misma línea de optimismo se pronunciaron los distintos ponentes de las sesiones de la mañana. La presidenta de Siemens España, llamó la atención la caída brutal que ha traído la crisis en la inversión tecnológica. Entre 2007 y 2011 las mejores compañías redujeron un 30% esa inversión; las menos avanzadas, un 70% y el resto directamente cerró.
El presidente de Agbar, Ángel Simón, alertó que pese a los objetivos del Milenio marcados por Naciones Unidas aún hay 900 millones de personas que no tienen acceso a agua potable y 2.500 millones sin saneamiento.
El consejero delegado de Gas Natural Fenosa, Rafael Villaseca, señaló que necesitamos un suministro de energía eficiente desde el punto de vista económico, con suministro seguro, y respetuoso con el medioambiente. A su juicio, la actual situación de precios bajos del petróleo y el gas continuarán a corto plazo por un exceso de oferta y por la irrupción de nuevas tecnologías como el fracking. Reconoció que la electricidad en España es una de las más caras de Europa pero por la política de primas y subvenciones que suponen la mitad de la factura.
El consejero delegado de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, aseguró que “la tecnología no es una opción sino una necesidad”, y que España ha demostrado que puede apostar por esa revolución como se ha puesto de manifiesto en el tendido de redes de fibra óptica, en el ha pasado de ser el sexto país de Europa con mayor número de líneas al primero. El reto ahora para als operadoras es hacer frente al hecho de que en cinco años, pasaremos de 6.000 de 50.000 millones de aparatros conectados y el tráfico de datos se multiplicará por 11.
En la misma línea, la directora general de Fujitsu España, Ángeles Delgado, indicó que la innovación se ha convertido en una cuestión de supervivencia para las empresas y que España, que tan solo dedica el 1,3% de su PIB a I+D+i, frente al 3,5% de Japón. No obstante, precisó que “aún estamos a tiempo”.
Francisco Reynes, consejero delegado de Abertis Infraestructuras, señaló que “nuestra cultura debe quitarse el sanbenito de penalizar el fracaso e incentivar con un riesgo controlado” las nuevas experiencias innovadoras.
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