La economía japonesa se contrae un 0,4% hasta junio
Vuelve a terreno negativo por primera vez desde el tercer trimestre del año pasado
La economía japonesa regresa a terreno negativo tras seis meses de crecimiento. El producto interior bruto (PIB) de la segunda mayor potencia asiática se contrajo un 0,4% en el segundo trimestre respecto al mismo periodo de 2014. Detrás de este retroceso, que coincide con una ralentización progresiva de la economía mundial exacerbada en las últimas semanas por las dudas sobre China, está la caída de las exportaciones y del consumo nipón. Las cifras ponen en tela de juicio la amplitud del Abenomics, el programa de expansión puesto en marcha iniciado en 2012.
[TEX]Japón no logra levantar cabeza, ni siquiera con continuos estímulos fiscales y monetarios. En el segundo semestre del año, la economía del país nipón registró un retroceso del 1,6% en términos anualizados y los augurios no son mucho mejores. Aunque esta contracción es ligeramente inferior al que esperaban los analistas, la cifra añade presión a las autoridades del país asiático para que potencien su programa Abenomics, dirigido a impulsar una economía que lleva casi dos décadas creciendo por debajo del 2%.
[/TEX]Entre abril y junio, el consumo interno —una partida que representa el 60% de la economía japonesa— se contrajo un 0,8% interanual, más que el conjunto general de la economía. Las exportaciones, otro componente de peso en la tercera economía mundial, se desplomaron un 4,4% en un momento de zozobra generalizada sobre China, su primer socio comercial. La inversión pública, fortalecida por el Abenomics, repuntó en cambio un 2,6%.
Revés político para Abe
Una mayoría de analistas coinciden en calificar los datos de este lunes de “revés” para la política económica del primer ministro nipón Shinzo Abe. “Los esfuerzos del Gobierno por mejorar las perspectivas a largo plazo de la economía japonesa caminan a paso de tortuga”, explican Marcel Thieliant y Mark Williams, de Capital Economics, en declaraciones a Bloomberg.
La contracción de la economía japonesa llega apenas tres días después de que se certificara la ralentización de uno de sus mayores socios comerciales, la eurozona. Y, sobre todo, menos de una semana después de que China decidiese devaluar y liberalizar parcialmente la cotización de su moneda, el yuan, en un movimiento que muchos analistas observan con temor por su potencial efecto sobre el resto de divisas asiáticas.
“No hay nada bueno en estos datos”, señala Hideo Kumano,economista de Dai-ichi Life Research Institute y exfuncionario del Banco de Japón. “El consumo privado fue muy débil y las exportaciones también flaquearon, reflejando así la ralentización en las economías emergentes y, muy especialmente, en China”.
Las malas perspectivas para Japón no se quedan únicamente en el plano interno. La devaluación en tres etapas de la moneda china, el yuan, llevada a cabo por las autoridades del gigante asiático podría pasar una cara factura a su economía. “Si China no lo gestiona bien podría tener un impacto importante”, ha reconocido este lunes el viceministro nipón de Economía, Yasutoshi Nishimura. Japón, ha dicho el mandatario, respalda la decisión china de liberalizar su moneda y de acometer reformas estructurales en su economía a largo plazo.
La devaluación del yuan, que cae un 2,9% frente al dólar estadounidense y un 2,3% frente al yen japonés en una semana, encarece los productos extranjeros en China y abarata las mercancías chinas en el exterior.
El principal índice de la Bolsa de Tokio, el Nikkei, cerró la jornada con una subida del 0,49% después de que se conociese el dato de crecimiento.
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