Shell recorta 6.500 empleos
La multinacional petrolera anglo holandesa tiene problemas con los bajos precios del petróleo y reducirá sus inversiones
Shell recortará 6.500 empleos a escala mundial en 2015 por culpa del descenso de los precios del petróleo. La multinacional petrolera anglo holandesa suma unos 94.000 trabajadores, y quiere transformarse en una empresa "más eficiente y simplificada capaz de obtener mayores beneficios". Las inversiones alcanzarán los 30.000 millones de dolares, 7.000 millones menos que el año pasado. Ben van Beurden, el director ejecutivo, atribuye el mal momento "al bajo precio del barril de petróleo", que ha pasado de 110 a 45 dólares. El último trimestre se pagó a unos 60 dólares. Aunque asegura que la mayoría de los despidos ya se han producido en Reino Unido, Nigeria y Noruega, el anuncio del ajuste, efectuado este jueves, no especifica el resto de países de su lista.
"Debemos ser prudentes para superar este mal momento y asegurarnos de poder pagar buenos dividendos a nuestros accionistas", ha dicho Van Beurden. Tanto la facturación, como los beneficios y la producción de gas y petróleo se han visto afectados durante los seis primeros meses de 2015. La primera, se cifra en 13.200 millones de dólares (un 42% menos). En el segundo trimestre, los beneficios pasaron de 5.300 millones de dólares a 4.000 millones. Y la producción alcanzó 2,73 millones de barriles diarios (un 11% menos de los esperado). El ajuste incluye la venta, por un valor de 20.000 millones de euros, de "otros servicios" .
El pasado 3 de julio, Shell anunció que esperaba dar comienzo a las exploraciones en el Ártico en las próximas semanas. Además de invertir unos 7.000 millones de dólares en la búsqueda de petróleo en océano, ha fletado una treintena de buques especializados para lograrlo. El Gobierno de Estados Unidos autorizó en mayo las prospecciones, y los primeros trabajos, frente a las costas de Alaska, se efectuaran a unos 50 metros de profundidad. Los expertos creen que el Ártico alberga hasta el 20% de las reservas mundiales de crudo. Los grupos ecologistas, por su parte, aseguran que no hay técnicas completamente seguras de extracción y puede producirse unas catástrofe ecológica. De todos modos, la multinacional calcula que solo producirá, desde la zona, y a precios competitivos a partir de 2030.
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