El Gobierno portugués firma la venta de TAP
La línea aérea perdió más de 100 millones de euros en el primer trimestre del año
Los compradores pusieron sobre la mesa dos millones de euros y el Gobierno portugués firmó en la mañana del miércoles la venta del 61% de las líneas aéreas nacionales TAP.
El nuevo propietario mayoritario, el consorcio Gateway formado por el portugués Humberto Pedrosa y el brasileño David Neeleman, pretende convertir TAP en la “mejor línea aérea europea”, según Pedrosa.
La firma del contrato coincidió con la publicación de las cuentas del primer trimestre, con más de 100 millones de euros en pérdidas, que se agravarán en este segundo con sus 10 días de huelga que ocasionaron pérdidas de 35 millones de euros. La dirección de TAP ha tenido que cortar vuelos a varias capitales europeas para reducir pérdidas, pese a beneficiarse de la brusca caída de los gastos de combustible.
Entre amenazas de movilizaciones contra la privatización y de litigios judiciales en Portugal y Bruselas, Pedrosa afirmó hoy en el momento de la firma: “Puedo garantizar con orgullo que la TAP es efectivamente portuguesa”. Y explicó que su proyecto es a “largo plazo, ambicioso, sólido y realista”
Después de los dos millones de euros adelantados, llegarán ocho millones más en el momento en que las autoridades europeas den el visto bueno a la operación, que puede retrasarse más de seis meses. Y después comenzará el flujo de dinero para capitalizar la compañía con 337 millones de euros.
El extrovertido brasileño Neeleman, en un lenguaje entre inglés, portugués y "mexicano", explicó que cuando el Gobierno condicionó la privatización a diez años de permanencia de la sede de TAP en el país, él dijo que prometía cien. Igual de optimista se mostró sobre la plantilla de tranajdores. Negó cualquier recorte. "Mal empezaríamos si comenzamos con despidos. La disminución de costes se hará por la vía de aumentar la facturación". Neeleman espera beneficios a partir de 2016.
La oferta del nuevo dueño se completa con la compra de 53 aviones, la reestructuración de la deuda de la empresa, que supera los mil millones de euros, y la salida a bolsa en 2020, cuando el Estado se desprenda del restante 34% público (un 5% está a disposición de los empleados).
Tanto el ministro de Economía, António Pires de Lima, como la minsitra de Finanzas, Maria Luíz Albuquerque, afirmaron que lo mejor para garantizar el futuro de TAP es su privatización, que será la segunda desde que fuera creada en 1945.
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