La OCDE eleva su crecimiento previsto para España del 1,7% al 2,9%
La organización insta a continuar con las reformas y prevé un paro del 20% en 2016
España ha pasado de inquietud global a ejemplo al que los organismos internacionales recurren para defender que hay un país en el que las reformas que reclaman han funcionado. Este miércoles fue la OCDE la que dio espaldarazo a la economía española y elevó su previsión de crecimiento para este año hasta el 2,9% (frente al 1,7% que calculaba en noviembre), en un informe en el que enfrió las expectativas globales. Aun así advirtió del riesgo que entraña el enorme nivel de paro y reclamó que todo crecimiento adicional al previsto se use para reducir una deuda pública que ya pesa tanto como toda la economía.
En cuestión de seis meses, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha mejorado las expectativas de crecimiento para la economía española este año en 1,2 puntos porcentuales, hasta fijar la expectativa de expansión en casi el 3%. El club formado por los 34 países más industrializados del mundo se alinea así con las últimas previsiones oficiales del Gobierno, que también calcula ese 2,9% para 2015 y un 3% para 2016 (en este caso, la organización internacional lo rebaja al 2,8%), después de unos meses en que tanto empleo como actividad se han acelerado por encima de lo previsto.
Pero el producto interior bruto (PIB) no es la única variable de la economía y el informe advierte de que “cualquier sorpresa positiva de crecimiento debería utilizarse para reducir más el nivel de deuda”. Además, la OCDE pide al Gobierno que ponga en marcha reformas pendientes como la liberalización de servicios profesionales, que el Ejecutivo de Mariano Rajoy presentó a la prensa hace un año y que ha quedado guardada en un cajón. Le pide además avances en la ley de unidad de mercado para favorecer el crecimiento empresarial.
A la cuestión del parón del ritmo de reformas coincidiendo con este año electoral, la economista jefe de la OCDE, Catherine Mann, comentó que “es razonable darse tiempo para ajustar las reformas” a la vista de su efecto y “no es sorprendente” que eso se haga “en un ciclo electoral”.
También el FMI ha alertado a España ante un parón legislativo en pleno año electoral y animado por una coyuntura económica mejor de lo esperado. El primer trimestre acabó con el crecimiento más robusto desde finales de 2007, antes de la gran crisis. La OCDE observa cómo las ganancias en competitividad (vía de una dura devaluación salarial y destrucción de empleo) se han traducido en más carga de trabajo en las empresas, y el consumo está respondiendo a la mejora del panorama y la creación de empleo.
Claves en las cifras de la organización
- España. Las previsiones de crecimiento para España se han elevado al mismo nivel que las del Gobierno para este año: un 2,9%, frente al 1,7% que calculaba en noviembre la OCDE. La tasa de paro será del 22,3% en 2015 y del 20,3% en 2016.
- Zona euro. El club de la moneda única crecerá un 1,4% este año y un 2,1% el año que viene. En cuanto a la inflación, la OCDE tiene expectativas inferiores a las del BCE y prevé que los precios se estanquen este año, aunque con un tirón del 1,3% en 2016.
- EE UU y Japón. La economía estadounidense avanzará el 2% este año y un 2,8% en el siguiente, mientras que Japón mejorará el 0,7% y el 1,4% en 2015 y 2016, respectivamente. La OCDE subirá el 1,9% y el 2,5%.
Y cree que las condiciones son propicias para más expansión con unos tipos de interés históricamente bajos y un Banco Central Europeo (BCE) que este miércoles mismo recalcó que no reducirá los estímulos pese a que haya mejoras económicas en los próximos meses.
“El crecimiento de España este año rozará el 3%, pero la cuestión es que el año pasado con mucho menos crecimiento fueron capaces de crear en torno al medio millón de empleos y este año entre 600.000 y 700.000 puestos de trabajo”, destacó el secretario general de la OCDE, Angel Gurría en la presentación del informe global de perspectivas económicas. “Esto significa que han logrado bajar el umbral de crecimiento mínimo necesario para crear empleo porque han realizado una serie de reformas”.
Aun así la organización alerta del lastre del desempleo, que aún afecta a más del 23% de la población activa y no prevé que baje del 20% ni siquiera en 2016.
El llamamiento a las reformas de la OCDE hace extensivo a la zona euro. Aunque da un empuje a las previsiones (calculó un crecimiento del 1,4 % en 2015 y del 2,1 % en 2016, frente al 1,1 % y 1,7 % anterior), advierte de la necesidad de reformas. “La postura monetaria muy expansiva debería continuar como está previsto, ya que la inflación sigue muy por debajo del 2% y el crecimiento es débil”, señala la organización.
En EE UU, en cambio, la caída de la actividad en el primer trimestre ha llevado a la OCDE a disminuir el crecimiento previsto este año al 2% (en lugar del 3,1% estimado en noviembre) y al 2,8% el que viene (en lugar del 3%). En el conjunto de la OCDE, el PIB debería registrar en 2015 un ascenso del 1,9% (cuatro décimas menos de lo presentado hace seis meses) y del 2,5% en 2016 (una décima menos).
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