Saba se agranda para apuntalar su salida a Bolsa
El gigante de los aparcamientos se expande en España y otros seis países
El negocio de los aparcamientos no fue inmune a la crisis —perdió entre el 20% y el 30% de su facturación en los últimos cinco años—, pero Saba logró resistir y, de paso, crecer: una de cada dos plazas de rotación en España son suyas. La empresa catalana, desprendida de Abertis en 2011, inició su andadura como compañía independiente con 203 parkings y 136.000 plazas y el año pasado ya sumaba 354 centros de estacionamiento y 193.000 plazas, un 42% más.
La expansión responde a una estrategia diseñada para convertir a Saba en uno de los grandes operadores de Europa. “Queremos ser una referencia desde el punto de vista comercial, tecnológico y operativo”, asegura su consejero delegado, José Martínez Vila. Además de España, Saba está presente en cinco países: Portugal, Francia, Italia, Andorra y Chile. El punto fuerte del grupo, sin embargo, sigue siendo España, donde factura el 71% del total y cerró tres grandes operaciones entre 2013 y 2014 con Adif, AENA y el Ayuntamiento de Barcelona que, según Martínez Vila, “nos han permitido dar el gran salto”.
El primer acuerdo, a finales del 2013, fue con AENA. Saba se adjudicó la gestión de 57.000 plazas en 14 aeropuertos por cinco años. El administrador aeroportuario recibe los ingresos y le paga una comisión a la operadora de aparcamientos. “Aunque pueda impactar por el número de plazas”, explica el ejecutivo, “no es relevante desde el punto de vista del negocio”. La segunda operación clave fue con Adif, en enero del 2014, para alquilar, gestionar y explotar 22.700 plazas en 70 aparcamientos de 50 estaciones de larga distancia durante 10 años. “Una operación muy importante”, apunta Martínez Vila, “ya que nos encargamos del negocio y hemos tenido que invertir 140 milones de euros para ganar el concurso y otros 10 millones para mejorar las instalaciones y optimizar la gestión”.
La tercera y gran operación, en noviembre pasado, fue la constitución de BAMSA, 60% de Saba y 40% de B:SM, la empresa de aparcamientos del Ayuntamiento de Barcelona. La empresa mixta se hará cargo de 26 parkings urbanos con 12.555 plazas durante 25 años. Quince de estos parkings han sido ya transferidos a la nueva compañía. “Aquí hemos desembolsado 223 millones de euros para hacernos con el contrato”, explica Martínez Vila.
Parkings ‘high tech’
- Sistema de guiado de vehículos. Las grandes empresas como Saba instalan más y más programas que indican donde hay plazas libres.
- Cobertura wifi. Saba va a ofrecer Wifi gratis para que sus usuarios.
- El Via T en los aparcamientos. Saba ha sido pionera en el uso del Viat T para entrar y salir de los parkings sin pasar por el cajero. Estas tarjetas se pueden adquirir en entidades bancarias. La empresa ya tiene 40 centros con este sistema y el año pasado se hicieron 4,5 millones de operaciones.
- Apps en los móviles. Empresas como Saba han creado aplicaciones para móvil que permiten, mediante la geolocalización, conducir al vehículo hacía el aparcamiento con plazas libres. El móvil permite la aplicación inmediata de descuentos.
- Pago por móvil. Existen varios sistemas para el pago en los aparcamientos de superficie como Eysa Mobile, Telpark o ePark. J
Pero Saba no hubiese podido hacer frente a estas operaciones de no haber contado con un fuerte respaldo de sus accionistas. Tras la salida de Abertis, la empresa dio entrada a Criteria (la Caixa), con el 50,1%, a Torreal (20%), KKR (18%) y ProA (10,5%). La presencia de estos socios garantiza que la empresa puede disponer de fondos suficientes para seguir aumentando su tamaño. “La finalidad de la estrategia de los accionistas de Saba”, sostiene el consejero delegado de la firma, “es sacar a Bolsa a la empresa”. La empresa calcula que la salida al mercado se producirá el próximo año o a más tardar en 2017, entre cinco y sesis años después de su estreno como empresa independiente.
Los resultados demuestran que, pese a la crisis, la estrategia fue acertada. Aparte la subida de la facturación, de 190 a 215 millones de euros, también el EBITDA ha crecido de 76 a 93 millones. En 2011 nada hacía prever, sin embargo, que el proyecto iba a funcionar. “Salimos en el peor momento, coincidiendo con la segunda fase de la crisis”, dice el consejero delegado. Una crisis mucho más grave de lo que se pensaba en la dirección de la empresa ya que “nos hizo perder uno de cada tres coches que antes se veían en nuestros parkings”, explica. Para salvar el parón, Saba puso en marcha un proceso de reducción de costes mediante una simplificación de la estructura y concentración de las compras. “Hicimos también un esfuerzo en eficiencia energética que nos permitió ahorrar entre un 55% y 60% en la factura”, dice la empresa.
“Los aparcamientos que facturan de 1.200 a 1.400 millones de euros son un negocio maduro en el que prevemos crecimientos moderados para los próximos años, según la recuperación se vaya afianzando”, dice Jaime López de Aguilar, presidente de ASESGA, la asociación del sector. “Y esto básicamente porque los ayuntamientos tienen una política de movilidad sostenible, basada en el transporte público o la bicicleta, que ha llevado a algunos [como Madrid] a no programar la construcción de más aparcamientos, sobre todo en los centros de las ciudades”.
Pese a ello, López Aguilar sostiene que el hecho de que “el uso de los parkings haya empezado a recuperarse a partir de finales del 2013 hace prever que las compañías del sector empiecen aumentar sus ingresos”. En Saba cuentan con eso, pero confían sobre todo en su habilidad para hacerse con grandes contratos. “Somos ambiciosos”, explica Martínez Vila, “y aún necesitamos más masa crítica de modo que estamos trabajando en varias posibles operaciones. ¿Donde? En España, pero también en los demás países donde estamos, desde Italia a Portugal o Chile”.
Crecer se ha convertido en una obsesión para el grupo porque están seguros de que las empresas pequeñas no son atractivas para los inversores en Bolsa. En un sector atomizado como el de los aparcamientos, el tamaño sí importa: genera economías de escala, que permiten abaratar costes y ofrecer descuentos y precios más competitivos. Y el controlar varios aparcamientos en una misma ciudad supone un poderoso medio de fidelización porque se puede “tentar a los usuarios con ofertas conjuntas —descuentos y promociones— para toda la red, algo que los pequeños no pueden”, dicen en Saba.
Las empresas del sector también están tratado de convertir sus espacios en algo más que almacenes temporales de vehículos. Uno de los proyectos de Saba, que cuenta ya con una división de parques logísticos, es hacer que sus centros funcionen como plataformas para comercio electrónico. “Estamos creando”, explica Martínez Vila, “unos espacios dedicados a la logística urbana, abiertos 24 horas, donde los operadores pueden depositar sus mercancías para entregarlas en la última milla al día siguiente”.
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