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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Pronto y gradual

La Reserva Federal de EEUU debe comenzar paulatinamente a subir el precio del dinero

Aunque los últimos indicadores publicados apuntan a una cierta pérdida de dinamismo, el PIB de EE UU persiste en su fase de expansión (el consenso contempla un crecimiento en 2015 del 2,5-3,0%). Pero lo más relevante es que tras cinco años consecutivos de crecimiento, la tasa de paro se acerca al nivel que podría comenzar a generar riesgos para la estabilidad de los precios. Nos referimos a la NAIRU, que tradicionalmente se estimaba en el 5,5% es decir, la tasa actual de desempleo. Si bien es cierto que no existe consenso sobre la determinación exacta de la cota (tampoco la hay sobre la validez de esta teoría), es obvio que la recuperación del mercado laboral de EE UU resulta poco compatible con una política monetaria convencional extraordinariamente laxa (tipo de intervención en el 0,0% y tipo a 10 años en el 2,0%). Más aún si tenemos en cuenta el intenso QE desarrollado por la Fed entre principios de 2009 y finales de 2014.

Los cuatro billones de dólares (equivalentes al 25% del PIB) inyectados mediante la compra a vencimiento de instrumentos de renta fija podrían no haber desarrollado aún su total potencial de dinamización del PIB y, sobre todo, de presión al alza de los precios. En una economía donde las rentas salariales avanzan por encima del 5% (por el efecto combinado de creación de empleo, aumento del número de horas trabajadas y subidas salariales) el crecimiento del consumo privado está garantizado. Más aún si tenemos en cuenta el apoyo que supone el efecto riqueza generado por unos mercados bursátiles en máximos históricos y por el aumento desde mínimos del 25% del precio de la vivienda. Como es sabido, la Fed ha pretendido mediante su política monetaria no convencional transmitir sus estímulos a través del efecto riqueza que generan las revalorizaciones de los activos financieros.

Según la propia Reserva Federal, en el largo plazo su tipo de interés de referencia será menor que el de anteriores subidas, si bien la magnitud del endurecimiento monetario será similar al de otros ciclos. Ahora bien, el ritmo de elevaciones será menos intenso, sobre todo si se inicia pronto. En este punto existen dos posiciones. La primera, la de quienes defienden esperar a que se observe un potencial repunte de la inflación y actuar entonces con contundencia. La segunda, por la que nos inclinamos, subir gradualmente pero empezar el proceso lo antes posible.

David Cano y Víctor Echevarría son profesores de Afi, Escuela de Finanzas Aplicadas.

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