Venezuela anuncia un tipo de cambio libre en otra devaluación encubierta
El Gobierno de Maduro mantendrá tres canjes diferentes frente al dólar
El vicepresidente para el Área Económica de Venezuela, Rodolfo Marco Torres, anunció este martes el nuevo esquema cambiario que regirá el país desde el miércoles. En realidad, no se trata de un cambio sustancial en la política económica vigente desde hace doce años, cuando el entonces presidente Hugo Chávez prohibió la libre compra y venta de divisas, sino de una ligera excepción con la apertura de un tercer mercado cambiario totalmente libre, llamado Sistema Marginal de Divisas (Simadi) al que acudirán oferentes y demandantes de divisas del sector público y privado.
Caracas mantendrá el tipo de cambio de 6,3 bolívares por dólar para la importación de alimentos básicos, medicinas y los respectivos insumos que se necesitan para la producción; otro tipo de cambio, que parte de 12 bolívares por dólar, funcionará bajo la modalidad de subastas y aceptará las posturas de otros sectores considerados no prioritarios, y un tercer tipo de cambio, determinado por el libre juego de la oferta y la demanda, a través de los bancos y las casas de bolsa. De acuerdo con fuentes del Banco Central de Venezuela consultadas por este diario la tasa podría cotizarse entre 125 y 140 bolívares. En la práctica eso implicaría admitir una devaluación del entorno del 95% con respecto al cambio oficial. El valor actual del dólar en el mercado negro, que se utiliza para calcular los costos de reposición, es de 187 bolívares.
El Gobierno espera que a ese tercer mercado acudan todos aquellos que necesitan hacerse con divisas, pero se han anunciado limitaciones. A través del Simadi solo se podrán adquirir hasta 300 dólares diarios para las personas naturales, mientras que no habrá impedimentos para la oferta. Se desconoce si las empresas multinacionales (entre ellas las españolas Telefónica, BBVA o Mapfre) que deseen repatriar sus ganancias represadas en moneda local participarán en este esquema.
Está previsto que los detalles se publiquen este miércoles. la prueba de fuego del nuevo sistema cambiario será su puesta en práctica. Se espera que la oferta de dólares para el tipo de cambio oficial de 6,3 dólares con el que comprar medicinas, alimentos y algunas materias primas siga siendo muy escasa. También estará muy restringida la oferta de divisas al tipo intermedio y está por ver que el tipo de cambio "libre" lo sea realmente.
El anuncio despertó las críticas de la oposición. El gobernador de Miranda, Henrique Capriles, considera que "todo es un juego de palabras". "A los venezolanos hay que decirle la verdad, el gobierno le metió por el pecho otra devaluación al pueblo. Hay quienes se preguntarán, ¿en que nos afecta?, en todo, o es que de diciembre a esta fecha los precios no han aumentado. Ellos dicen que el dólar a 6,30 se mantendrá para la comida y medicinas, ¿cuál?, si no hay, usted va a una farmacia y ni acetaminofén para el dolor de cabeza se consigue. ¡Pura mentira!”, señaló en declaraciones recogidas por el diario El Nacional.
El nuevo sistema cambiario hizo caer la rentabilidad de los bonos venezolanos
En principio, el nuevo sistema cambiario ha sentado mal a los inversores. Los bonos venezolanos subieron de precio (reduciéndose la rentabilidad exigida) cuando se anunció la rueda de prensa, pues se esperaba una simplificación y clarificación del sistema cambiario, con una devaluación expresa. Pero al conocerse el sistema de triple cambio, los bonos bajaron con fuerza. La prima de riesgo de los bonos venezolanos en dólares se sitúa por encima de los 2.400 puntos básicos. A los bonos venezolanos en dólares se les exige una rentabilidad cercana al 26%, por el riesgo de impago, aunque el Gobierno ha anunciado que no incumplirá sus obligaciones.
El Simadi sustituye a una serie de mecanismos cambiarios creados por el Gobierno desde que en 2010 el entonces presidente Chávez eliminó la posibilidad de adquirir dólares a través de las casas de bolsa. En 2010 se creó el Sitme (Sistema de Transacciones con Títulos en Moneda Extranjera) y en 2013 el Sicad (Sistema complementario de administración de Divisas), El Gobierno promete una oferta constante de dólares a través de esas modalidades, pero, pasado el tiempo, se queda sin dólares para abastecerlo. En los anteriores esquemas el precio del barril de petróleo rondaba los 100 dólares.
El presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, acompañó al vicepresidente Torres, quien también ejerce como ministro de la Banca Pública y Finanzas, en la rueda de prensa. Merentes precisó que con el tercer mercado cambiario entrarán mayores flujos de divisas al país a través de operaciones que no necesariamente vienen del petróleo, como las remesas, el turismo y las inversiones de las empresas. Ha sido una lectura esperanzada para un país que constantemente envía señales de alerta al sector privado. La semana pasada el presidente Nicolás Maduro ordenó la ocupación de la cadena de supermercados populares Día a Día por un supuesto boicot a la economía local.
Había mucha expectativa entre los venezolanos por saber si se mantendría el subsidio al consumo con tarjetas de crédito en el exterior. El gobierno no ha variado los montos aprobados desde 2014 (3.000 dólares, 2.653 euros al cambio actual) ni la tasa a la cual lo calcula (12 bolívares por dólar).
El Gobierno espera que con este nuevo esquema cambiario pueda sustituir la política de importaciones que caracteriza a Venezuela, a pesar de que se mantiene la tentación de importar o de simular que se importa aprovechando el subsidio a los rubros prioritarios, que representan, según sus cálculos, 70% del consumo del país.
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