Revolución en las cocinas

Las cocinas se han ganado a pulso ser el motor de las viviendas. Nadie como ellas ha experimentado semejante transformación. Hace años que dejaron de ser un lugar destinado sólo a cocinar para erigirse como la habitación más importante de cualquier casa. "Los españoles hemos ido dándole más protagonismo y usos diferentes. Hoy, y cada vez más, se demanda la inclusión de barras de desayuno, zonas de office con mesas auxiliares donde poder hacer vida, y mesas de trabajo", indican en la firma Forlady.

La cocina busca ser mostrada a los invitados y se ha convertido en la gran exhibicionista de la vivienda. Siempre, eso sí, que sea del gusto de su dueño. Conseguirlo sin recurrir a los grandes centros de bricolaje no implica un gasto desorbitado. Tanto más cuando los fabricantes de muebles españoles, que han echado mano de todos los resortes a su alcance para torear la crisis inmobiliaria, han bajado precios y algunos han creado segundas marcas más asequibles. "Seguimos fabricando nuestras líneas de producto de gran calidad, pero también tenemos una línea entre un 15% y un 22% más barata", indica José Ignacio Hernández, gerente de Grupo Diez Rincón.

El rango de precios es tan amplio como el tamaño del monedero y es posible encontrar mobiliario muy económico sin renunciar a las últimas tendencias, dicen en Forlady, fabricante que amuebla una estancia media de 3,3 metros lineales a partir de 1.700 euros con acabados laminados y tablero hidrófugo (resistente a la humedad). Una misma configuración puede tener precios muy dispares, según los materiales, acabados y módulos. "Podría costar desde un mínimo de 3.000 euros a lo que te quieras gastar. Este precio orientativo corresponde al mobiliario ya montado sin herrajes caros o extraíbles de gran tamaño", señala Hernández.

Por esos 3.000 euros el propietario puede amueblar una cocina de 3,5 metros lineales con los bajos habituales (fregadero, cajonero y muebles para horno, placas y frigorífico), y en la parte superior un par de muebles abatibles. Bien equipada, pero sin lujos. Por un poco más, unos 4.000 euros, una cocina de 15 metros cuadrados con cuatro metros lineales puede incluir un par de muebles caceroleros y abatibles con vitrinas de aluminio y algún herraje de almacenamiento tipo Lemans para los rinconeros ciegos.

Se puede amueblar una estancia media de 3,3 metros lineales por 1.700 euros 

En caso de espacios muy pequeños lo mejor es olvidarse del diseño y centrarse en la capacidad. Sale más a cuenta colocar todos los muebles posibles y que sea más práctica y menos moderna. Las islas y barras de bar quedan limitadas a cocinas con metros cuadrados de sobra.

Cuando ni el espacio ni el bolsillo son un problema, es posible imaginar. ¿Cocinas con la estética de Ferrari?. Es el resultado de la alianza estratégica del diseño made in Italy de Snaidero —con nombres como el de Paolo Pininfarina, famoso por diseñar las carrocerías de Ferrari, Jaguar y Maseratti—, con la marca catalana Okya. El distribuidor oficinal en España, Kook Barcelona, expone estos productos en su showroom situado en Avenida Diagonal, cuyo escaparate no pasa desapercibido. La tecnología Ferrari se ha colado entre los fogones para dar vida a cocinas ergonómicas y ecosostenibles, futuristas y funcionales, de líneas simples y minimalistas. El material empleado son los lacados metalizados y micalizados (tratados como la pintura de los coches). El usuario puede lucir el mismo color en su Ferrari y en su cocina. El precio parte de los 18.000 euros en adelante. "Los más vendidos son el blanco nórdico, el gris cemento y champagne", señala Laura Rabal, consejera delegada de Kook Design Studio, que también fabrica su propio mobiliario. 

Lucir la carrocería de la firma Ferrari cuesta un mínimo de 18.000 euros

Sea con un presupuesto limitado o no, lo importante es esconder todo —hasta los electrodomésticos—, y ocultar los tiradores de las puertas, por ejemplo con el sistema gola (un perfil de aluminio oculto en el borde de la puerta que permite introducir los dedos). Menos es más, sobre todo ahora que "se trabaja sin tirador ni ninguna ostentación, que se busca que todo esté integrado y unificado", dice Rabal.

La demanda sigue poniendo sus ojos en cocinas minimalistas, modernas, rectas y fáciles de limpiar y mantener. En cuanto a materiales, "la melamina decorativa y el estratificado siguen siendo los más solicitados, por económicos, prácticos y duraderos", señala el gerente de Grupo Diez Rincón. Aunque también es el año de los materiales minerales para los frentes de las puertas, de los acabados supermate, así como de la combinación de colores neutros con puntos de color, y de las estanterías abiertas (sin puertas), apunta la firma Forlady.

En cuanto al color, el blanco gana con soltura. Las posibilidades que ofrecen las encimeras sintéticas primarán sobre las laminadas convencionales y despunta el material porcelánico, que a diferencia del cuarzo o corian se puede cortar directamente sobre la superficie y soportar calor. Y en electrodomésticos la moda serán las piezas con frentes de cristal, en lugar de acero. Novedades que se desvelarán en la única feria del sector, SICI, cuya próxima edición se celebrará en septiembre de 2015 en Ifema (Madrid).