Una foto contra la ceguera
OPT Retina crea y exporta un sistema de cribado para prevenir la invidencia
La empresa empieza con la idea. Y esta nació con un dato de la Organización Mundial de la Salud: el 80% de la gente que se queda ciega podría haberlo evitado. Para lograrlo, bastaría con que los grupos de riesgo —fumadores o personas con hipertensión o diabetes— se realizaran una revisión periódica de la retina. Sin embargo, cerca de la mitad de la población diabética, por ejemplo, no sabe que padece la enfermedad. A partir de esa realidad, los tres fundadores de OPT Retina planificaron el modelo de negocio de una empresa que efectuara un examen rápido, de fácil acceso y con un precio asequible. Los elementos necesarios existían: optometristas, oftalmólogos y cámaras que permiten hacer una foto de la retina sin necesidad de dilatar la pupila mediante gotas.
La empresa echó a andar con recursos propios en 2013, fundada por Mark Ruiz, Dídac Royo y Miguel Ángel Zapata. La sociedad comenzó a extender por España un sistema que empezaba en la óptica que buscaba diferenciarse de la competencia. Allí el cliente puede someterse a una prueba que consiste en tomarse la foto a alta resolución. Esta se manda al equipo médico de OPT Retina, cuyos retinólogos reciben los casos de forma aleatoria y anónima. En menos de 48 horas, estos remiten al establecimiento un diagnóstico sobre el estado de la rutina. Con este informe se genera, además, un historial clínico de forma automática para un mejor control del paciente.
“No pretendemos sustituir la visita oftalmológica completa. La prueba no reemplaza la necesaria exploración física que debe hacer cada médico con su paciente. Al contrario, queremos que la gente vaya al facultativo”, sostiene Miguel Ángel Zapata, director médico de OPT Retina. De hecho, el dictamen que recibe el cliente de la óptica le indica si debe o no ir al médico y con qué rapidez ha de acudir a su centro sanitario.
La empresa facturó 200.000 euros en 2014
y prevé llegar a dos millones en 2016
El sistema de OPT Retina está hoy en más de 400 establecimientos en España. El salto lo dio, no obstante, en Alemania. Nacida en el entorno del espacio de coworking Betahaus Barcelona, el proyecto se presentó en el centro homónimo de Berlín. Allí hallaron el interés de Deutsche Telekom, que seleccionó la start up para que pudiera beneficiarse de un plan que constaba de asesoramiento, encuentros con más de 40 mentores y programas para adquirir experiencia internacional. En Berlín conocieron a Alejandro Dussan, exvicepresidente de Bayer, que el año pasado entró en el accionariado y en la dirección de la empresa tras su primera ronda de financiación. La operación, junto a la elaboración del plan de negocio, fue asesorada por Martínez-Zurita Abogados.
La sociedad ya ha dado sus primeros pasos en el extranjero. Ahora tiene presencia en Alemania, Colombia y México. Pero los planes de la empresa no terminan ahí. OPT Retina prevé desembarcar en Singapur y Reino Unido durante el primer semestre de este año. “Nuestro propósito es estar en 20 países en un plazo de tres años”, explica Ruiz. Para alcanzar esa meta, según Ruiz, OPT Retina, que tiene su sede en Sant Cugat del Vallès (Barcelona), quiere basarse en una “estructura lo más liviana posible”.
La compañía facturó el año pasado 200.000 euros, una cifra que prevé duplicar este año para acercarse a los dos millones de euros en 2016. “La forma de protegerse es volar. Hemos estado dos años echando raíces. Ahora toca crecer”, dice Ruiz, que ya ha participado en otras siete start ups. Los socios de la empresa, no obstante, ponen más énfasis en el crecimiento de la cartera de clientes que en la facturación. De momento, OPT Retina ya ha realizado pruebas a más de 30.000 pacientes. Los resultados han sorprendido a los socios de la empresa. “Hemos enviado a 7.000 personas al médico”, explica Ruiz.
El crecimiento debe venir, desde ese volumen actual de 2.000 pacientes mensuales, de la extensión del sistema de cribado más allá de las ópticas en otros países. “Lo que va a definir el éxito del crecimiento es el número de acuerdos que alcancemos y los países en los que estemos. Dependiendo del país, empezamos con pediatras, médicos de familia y endocrinos, y no descartamos colaborar con laboratorios farmacéuticos para empezar con proyectos de cribado poblacional”, explica Ruiz. Tampoco se cierra a acuerdos gubernamentales para realizar pruebas dirigidas a población de riesgo —en este caso, diabéticos—, y ya tiene sus primeros acuerdos para trabajar con ONG.
Un sector en plena guerra de precios
El sector de la óptica empieza a remontar este año tras ver cómo su facturación se desplomaba desde 2008 por la reducción del gasto de las familias y agravada por una guerra de precios en la que se enzarzaron las compañías. Según la consultora DBK, tras una caída del de la facturación global del 0,8%, hasta los 630 millones, este año el mercado crecerá cerca del 1,5%. Esa expansión todavía es débil para compensar la caída de los últimos ejercicios. De hecho, la Federación Española de Asociaciones del Sector Óptico (FEDAO) elaboró un libro blanco en 2013 en el que ponía de manifiesto que en tres años los óptico-optometristas sufrieron un descenso del 25% en sus visitas.
El director de Óptica de la consultora Gfk Retail & Technology, Gabriel Gómez, asegura que este año el sector “empieza a remontar tímidamente”. El consultor explica que el año pasado ya empezó a notarse la mejoría. “Se vendió más, pero la facturación se estancó por la política de descuentos de precio”, afirma. La guerra de precios no solo se ha producido por la crisis, sino también por el gran volumen de establecimientos que hay en España, unos 10.000. Y para subsistir, muchas tiendas han tenido que lanzar ofertas agresivas al mercado.
Ante la crisis, las familias decidieron ahorrar en gafas. “Tal vez no en los cristales, pero sí en las monturas”, expone gráficamente Gómez. Lo mismo ha ocurrido con las gafas de sol. “Las compañías han decidido sacar al mercado gamas más económicas, y las marcas de lujo han optado por bajar precios”, sostiene este experto. “La buena noticia”, añade, “es que el sector se está recuperando”. Prueba de ello es que en los últimos meses ha subido la facturación del líquido para lentes de contacto, cuyas ventas habían caído en picado por el auge de los lentes desechables. Además, las ópticas realizan servicios como revisiones. Y ahí también puede haber una cierta diferenciación, no por precio, sino por las pruebas que ofrecen.
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