Respaldo con matices al turismo

En España se come de manera incomparable, hay muchísimas ofertas de ocio y los alojamientos son de primera calidad. Pena el ruido, la falta de limpieza urbana y la mala señalización de las atracciones. Es la percepción que tienen los empresarios del estado del sector turístico español, según la última edición del Barómetro de Empresas elaborado por Deloitte para EL PAÍS.

Un apabullante 97% de los 297 encuestados considera buena la oferta gastronómica en España. Tres de cada cuatro van más allá y la califican como "excelente". Los empresarios también perciben de forma positiva las actividades culturales (un 80% del total las califica como buenas o excelentes), la cobertura sanitaria (un 79%) y la hospitalidad y el trato a los visitantes (un 78%).

Sesenta y cinco millones de visitantes hacen de España el tercer destino vacacional mundial, tras Francia y Estados Unidos. En 2014, estos turistas dejaron 63.094 millones de euros en la economía española, según la encuesta de gasto turístico del Ministerio de Industria. Esta cifra es equivalente a algo más del 6% del PIB.

Los directivos también creen que el sector turístico español hace lo suficiente para promover sus atractivos, pero no para solventar sus deficiencias. Así, un 76% de los encuestados cree que ni las empresas del sector ni los poderes públicos dan suficiente importancia al problema del ruido, mientras que un 63% considera que no se hace lo bastante para mejorar la limpieza de las calles. Los empresarios de la distribución son especialmente críticos con este último problema: un 77% de ellos opina que las ciudades están sucias.

Además, hay negocios muy bien valorados que no reciben, según los empresarios, el interés suficiente. Así, solo un 64% de los encuestados considera que la asistencia sanitaria que se presta en España se vende adecuadamente en los mercados exteriores, comparado al 79% que tiene una buena imagen del sector.

Para los directivos españoles, los turistas que llegan a España no se decepcionan con lo que encuentran. El 56% de los encuestados considera que la experiencia de los visitantes extranjeros en el país supera sus expectativas —un 5% afirma incluso que las supera con creces— y un 43% cree que se ajusta a las previsiones iniciales.

Los empresarios son críticos con el modelo de negocio del sector turístico en España. Para el 87% de los encuestados, la industria de las vacaciones hace énfasis en obtener el máximo volumen de visitas posible. Prácticamente el mismo porcentaje (un 86%) cree que la oferta debería centrarse en aquellos países con mayor propensión al consumo y cuyos turistas gastan más.

En concreto, los encuestados consideran que el sector turístico debería hacer más inversiones para darse a conocer en Asia y Oriente Próximo. Desde hace años España mantiene una dura pugna por el tercer puesto en la clasificación turística global con China, cuya emergente clase media ha revolucionado la industria mundial. En 2004, 24 millones de chinos viajaron al extranjero; en 2014 se espera que la cifra supere los 100 millones.

En Europa, los empresarios consideran que España debería venderse más como destino vacacional en Polonia y los países nórdicos. Por otro lado, los directivos ponen buena nota a los esfuerzos por comercializar la oferta turística española en Suiza, Reino Unido y Francia.