Pastor convoca a las aerolíneas el día 22 para que bajen los pasajes

La ministra de Fomento, Ana Pastor, ha convocado para el próximo día 22 de enero a aerolíneas y empresas del sector marítimo a una reunión con motivo de la caída de los precios del petróleo. La ministra quiere instar a que repercutan en los billetes de transporte aéreo y marítimo el impacto de ese descenso. Pastor ha dicho que, ante una caída "espectacular" del precio del barril, pedirá al sector su colaboración para que estos menores costes lleguen también "a la economía real" y conocer si realmente se está repercutiendo.

"Es un mercado libre y son las compañías son las que fijan los precios pero cómo regulador del sector estamos haciendo un esfuerzo, por ejemplo congelando las tarifas aeroportuarias a pesar de la crisis o bajando las tarifas del AVE, que no recibe subvención pública, o congelando y bajando las tasas en los puertos", dijo la ministra en declaraciones a Radio Nacional.

El objetivo no es pedir a aerolíneas y navieras que se pongan de acuerdo en los precios, "lo que sería ilegal ya que es un sector liberalizado y son las compañías las que fijan sus precios", sino pedir "su colaboración".

La Asociación de Compañías Españolas de Transporte Aéreo (ACETA),que agrupa a Iberia, Vueling, Air Europa, Evelop, Iberia Express, Air Nostrum, y Binter Canarias entre otras, ha subrayado que la capacidad de cada aerolínea para reducir o no las tarifas depende del margen de maniobra que le permita la compra anticipada de combustible y del precio fijo pactado en su momento con la entidad financiera. Esta patronal forma parte de las convocados junto a las otras asociaciones Iata y Aeca y las empresas Iberia. Air Europa, Vueling, Norwegian, Air Nostrum, Iberia Express, Easyjet, Air Berlín, Binter, Rryanair y Aena, entre otras.

Esa política, que es común a toda la industria, ofrece estabilidad y reduce riesgos; aunque en casos de descenso significativo, como el actual, juega en contra e impide a las compañías beneficiarse de estos descensos, según la patronal sectorial. Además, sostiene que una posición común de las compañías en asunto de precios podría ser considerada una posición de cartel y, en consecuencia, sancionable por las autoridades de Competencia.

Al respecto, el presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, manifestó, en la presentación de un contrato para la compra de 14 aviones a Boeing por 3.600 millones de dólares (unos 3.000 millones de euros), señaló que "le parece muy bien" que la ministra quiera que las aerolíneas bajen sus tarifas, pero que habría que mirar ruta por ruta y que Air Europa ya ha bajado en algunas el 200%. "No sé qué más bajadas nos van a pedir", añadió.

"Le explicaremos los pros y los contras", prosiguió Hidalgo, quien recordó que el 80% de las compañías tienen comprometido gran parte del fuel, el 75%, que consumirán en los próximos meses. Además, explicó que en el caso de Air Europa ha realizado ya un pago anticipado de más de 70 millones por el riesgo de su seguro de combustible.

Por todo ello, aseguró que la compañía no se está beneficiando de momento de la bajada del petróleo, ya que sus resultados en noviembre y diciembre son peores que los del año anterior.

Por su parte, el presidente de Iberia, Luis Gallego, insistió, en la presentación de Fitur 2015, en la misma idea. "No es tanto lo que se puede transferir ya que depende de las circunstancias de cada compañía en función de sus políticas de coberturas y la relación entre el dólar y el euro”, reseñó.

"Las hay desde las que no tienen ninguna, hasta las que tienen cubierto el combustible para los próximos cinco años", apuntó Gallego, quien destacó que el precio que pagan las compañías aéreas "a día de hoy probablemente es un precio que contrataron hace tiempo".

Junto a esto, Gallego recordó también que el precio del combustible De paga en dólares, por lo que "hay que tener en cuenta la relación entre el dólar y el euro", de forma que al final "lo que se puede transferir al pasajero no es tanto".

El precio del combustible es un factor decisivo en la estructura de  costes de una aerolínea, cuyo peso oscila entre el 30% y el 40%, dependiendo de las rutas. La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) estima que si el precio del combustible permanece estable, tras el ajuste por inflación, las tarifas de ida y vuelta (impuestos y tasas no incluidos), caerán un 5,1% en 2015.