Impuestos que nos encarecen las facturas

No es, sería ni será la primera ni la última vez que se escucha aquello de “yo pago muchos impuestos como ciudadano”. Y es que no solo asume el pago de impuestos directos como ciudadanos, sino que hay productos y servicios cuyo precio se compone en gran parte por un alto porcentaje de gravamen indirecto que incluso es el causante de que el precio sea aún mayor de lo que debiera o se desearía que fuese. ¿En qué productos los impuestos aumentan notablemente su precio?

Electricidad

Se convierte en uno de los elementos fundamentales en la vida y también en uno de los más caros. Atrás quedan una sucesión de vaivenes en los que el sistema de fijación de precios no solo cambió sino que además planteaba un sinfín de preguntas que hoy día se siguen produciendo. El importe final que todos recibimos en la factura está compuesto por diferentes factores, uno de ellos y como no podía ser de otra manera, los impuestos.

El impuesto eléctrico y el IVA son los que conforman el grueso de la parte de impuestos del recibo, que puede llegar a ser la cuarta parte del importe de la factura. Además, desde Unesa (Asociación Española de la Industria Eléctrica), apuntan a que el precio que finalmente los consumidores acaban pagando corresponde en un alto porcentaje a causas ajenas al sistema eléctrico, y más a situaciones impuestas por el Estado, concretamente Eduardo Montes, el presidente de Unesa afirma que únicamente el 39% del recibo tiene que ver con los servicios del sistema eléctrico.

Tabaco y alcohol

Dos productos de consumo que aportan grandes cantidades de dinero a las arcas del Estado. El tabaco en España soporta una gran carga fiscal, en torno al 80% del precio final que el consumidor paga corresponde a impuestos. Los impuestos que se le aplican son el IVA y otros impuestos especiales como por ejemplo el Impuesto sobre las Labores del Tabaco. Por otro lado, las bebidas alcohólicas también tienen un alto gravamen, aunque no tanto como el tabaco, siendo en torno al 40% del precio final el que se lleva Hacienda por las bebidas de alta graduación.

Carburantes

La fijación del precio del combustible es otro de los asuntos más controvertidos. No hay un precio fijo, sino que cada día nos levantamos con un nuevo precio para el litro de gasolina o gasoil. En la fijación de estos precios, los impuestos juegan un papel muy importante, tan importante como que el 50% del precio que los combustibles tienen para el consumidor final está formado por impuestos tal y como lo enuncia la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP).

El precio se forma a través de tres componentes, por el propio coste de la materia prima, por otros costes como el almacenamiento, transporte, mantenimiento, comercialización y los márgenes, y finalmente por los impuestos. Dentro de los impuestos la mitad del precio como se ha dicho antes corresponde a este factor, en el que se asumen los impuestos especiales como el impuesto sobre los hidrocarburos, los impuestos de venta al minorista y como no, el IVA. La diferente regulación fiscal en lugares como Canarias, Ceuta y Melilla hace que el precio allí sea menor.