Ahorra secando tu ropa
Hay distintos métodos inteligentes de dejar la colada lista para usar
Con la llegada del invierno, los días de lluvia serán más comunes y el ambiente quedará irremediablemente más húmedo. Estos factores meteorológicos no favorecen en nada a una de las tareas del hogar que tanto se repite a lo largo de la semana: lavar la ropa. El número de veces que se realice la colada puede variar en función del número de personas que habiten un mismo hogar. El 92,9% de los hogares españoles tiene una lavadora, según indica el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) en su Estudio de Consumos del Sector Residencial en España. Y este electrodoméstico, sin duda, simplifica el trabajo.
Según el estudio la lavadora representa el 11,8% del consumo de los electrodomésticos que se tienen en un hogar, convirtiéndose en uno de los aparatos que más consume, por detrás del frigorífico, televisión y aparatos en standby. Ya que este electrodoméstico es uno de los que más electricidad consume–a lo que hay que sumar el consumo en agua- debemos evitar un incremento del coste de la tarea ahorrando en el secado.
¿Cómo secar las prendas?
- Al aire. Es el modo más económico. Aprovechar el sol y el aire utilizando el tendedero más tradicional para que la ropa lavada se seque es gratis. En el exterior es más factible en verano, en invierno puede que las inclemencias del tiempo nos lo impidan. Si no es posible un tendedero exterior, contar con uno, plegable o estático, dentro de casa es una forma muy común de secar la ropa. Es conveniente situarlo cerca de una ventana donde pueda darle la luz y dejar espacio entre prenda y prenda para favorecer el secado. Si vivimos en un clima húmedo, un deshumidificador acelerará el proceso de secado.
- Secadora. Es el electrodoméstico creado específicamente para ello, su propio nombre lo indica. Es un modo que genera gastos, desde la compra hasta su utilización. Según IDAE, el 28,3% de los hogares cuenta con una secadora, y ésta supone un consumo eléctrico del 3,3%. En caso de elegir este método para el secado, es recomendable adquirir una que sea eficiente y que por lo tanto esté etiquetada como clase A, A+, A++ o A+++, de modo que se consiga ahorrar energía y dinero a la larga.
- Tendedero eléctrico. Comprar y utilizar un tendedero eléctrico también es una alternativa para el secado de prendas en invierno. Los hay que son de bajo consumo por lo que no supondrá un gran incremento del gasto eléctrico.
- Congelador. Efectivamente, has leído bien, utilizar el congelador como medio de secado. Ya que el frigorífico está constantemente funcionando y es el electrodoméstico que más consume —un 30,6% según IDAE— qué mejor que aprovecharlo al máximo. Cuando nos corra prisa secar una prenda, se puede meter en una bolsa de plástico e introducirla en el congelador. Pasada una noche, estará seca y con un simple planchado estará lista para ponérsela.
¿Qué no hacer?
Entre las opciones que no son recomendables escoger, nos encontramos con la de secar la ropa directamente encima de los radiadores. De esta forma la humedad del ambiente aumenta y no circula correctamente el calor y aire que debe emitir el radiador, por lo que el consumo de calefacción aumenta. Para utilizar los radiadores sin encontrarse con este inconveniente, existen gadgets que pueden ser colgados del propio radiador para poner ahí pequeñas prendas, de modo que se seca debido a la proximidad con el calor pero no obstruye la salida de calor de la calefacción. Además, según un estudio llevado a cabo en 2012 por la Unidad de Investigación de Arquitectura ambiental Mackintosh en Glasgow, secar la ropa dentro de casa aumenta la humedad del aire, lo que provoca que proliferen mejor esporas de moho y ácaros de polvo que resultan perjudiciales para la salud.
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