Si fuese millonario, ¿debería trabajar?
Tener muchísimo dinero no necesariamente significa que podamos vivir de él
Es el sueño de muchos, pero cada vez más difícil de conseguir. Tener una riqueza de al menos 712.000 euros -cifra que alcanza en nuestro país el 1% de los hogares- nos da seguridad pero ¿nos permite abandonar nuestra actividad laboral?
La gestión de nuestras finanzas es un punto más que importante al que tenemos que dedicar tiempo, tengamos poco o tengamos mucho dinero. En este último caso es incluso más importante, ya que tener mucho dinero, especialmente si recibimos una cantidad importante de forma puntual (herencia, premio…), no garantiza mantener esta riqueza si no hacemos una buena gestión activa de la misma. Es más, es común leer o conocer casos de personas que tras recibir una aportación económica importante acaban al poco tiempo arruinados.
Para que esto no se produzca, el consejo más común es invertir la mayor parte de nuestros ingresos en activos sin riesgo, que nos permitan mantener nuestro dinero y sumar un rendimiento periódico, y una parte más pequeña, en activos más arriesgados que nos permita conseguir una rentabilidad adicional. Con este “mix” conseguiremos una renta adicional pero, ¿es suficiente para que dejemos de trabajar?
Bajos intereses que “castigan” los activos más seguros
El entorno actual no ayuda a que este renta sea elevada pero lo más recomendable es ser firmes en nuestra estrategia y no variarla por la situación actual del mercado. Si por recibir intereses bajos preferimos invertir más en productos con riesgo podemos encontrarnos en que en el corto plazo, tengamos pérdidas y menos dinero, si lo hacemos debemos ser muy consecuentes con los riesgos. Por ello, como hemos señalado, lo recomendable es por liquidez y con el objetivo de mantener nuestra riqueza buena parte de nuestro dinero lo tengamos en activos seguros.
Si tomamos como referencia 712.000 euros (cifra que alcanza el 1% de los hogares españoles) como suelo, para considerarnos “millonarios”, podemos optar por diferentes alternativas:
- Depósitos: El tipo de interés ha ido bajando a la vez que lo ha hecho el precio del dinero, aunque aún podemos encontrarnos algunas alternativas a largo plazo para imposiciones importantes al 2,00% de interés. Si invertimos estos 712.000 euros en un depósito a este tipo con liquidación mensual intereses recibiríamos una remuneración del 0,165% nominal/mensual, es decir 1.174 euros brutos al mes, que después de la retención del 21% se quedan en tan sólo 928 euros mensuales, 11.137 euros al año.
- Si los depósitos dan escaso rendimiento, aun es inferior en el caso de elegir Deuda Pública: Esta ha bajado su rendimiento por el descenso de los tipos de interés y la caída de la prima de riesgo. Si optamos por Bonos a 5 años, tan sólo conseguiremos un 0,96%, con lo que recibiremos 450 euros netos mensuales (569,6 antes de impuestos), o lo que es lo mismo, tan sólo 5.400 euros al año.
- Por último en productos con escaso riesgo, podemos optar por los Fondos de Renta Fija a Corto Plazo. Aunque su rentabilidad está actualmente muy por encima de otra categoría con escaso riesgo (los fondos Monetarios, que invierten en valores del Tesoro) su 1,43% acumulado de media en el último año (0,87% los monetarios) nos llevarían a conseguir 840 euros mensuales brutos, 10.082 euros al año. Si no vendemos participaciones del fondo no pagamos a Hacienda, pero si decidiéramos hacerlo por la totalidad de los beneficios, nos quedarían 7.964 euros netos.
En todos los casos una renta complementaria pero que en ningún caso, sin asumir riesgos, nos permitirá vivir sin trabajar.
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