Los mercados rebotan tras dos días de castigo por la debilidad económica
El BCE insiste en las reformas como principal medida para la recuperación El Ibex 35 logra la mayor subida del año
Las órdenes de compra superaron a las de venta este viernes en las Bolsas europeas y acabaron la semana con subidas tras dos días de fuertes castigos por la debilidad económica de la zona euro. También la deuda pública española e italiana mejoró, pese a que no hubo dato macroeconómico ni discurso de calado que este viernes explicara el rebote, más allá de que el Banco Central Europeo (BCE) concretó la fecha en la que comenzará su programa de adquisiciones de bonos garantizados: el próximo lunes.
La Bolsa española obtuvo su mejor subida del año, del 2,97%, tan solo dos días después de haber sufrido su segundo peor registro. Es decir, corrigió el paso con la misma intensidad con la que había penalizado de golpe y porrazo unas dudas sobre la reactivación que en realidad ya llevaban meses incubándose. El incremento llevó al Ibex 35 a los 9.956 puntos y le devolvió a niveles superiores en los que se encontraba al comenzar el año, es decir, que salió de las pérdidas anuales en las que había entrado el miércoles y logró una leve alza del 0,40% desde el pasado enero. Hay que retroceder hasta ese primer mes de 2014, concretamente al día 7, para encontrar un incremento similar, que fue del 2,93%. Y, con todo, el balance de la semana fue negativo: perdió casi un 2% respecto a cómo había arrancado el lunes.
“Se ha recogido la sobreventa de los últimos días, pero a corto plazo seguimos viendo motivos de inestabilidad porque no esperamos novedades macroeconómicas muy positivas y falta un mensaje institucional de calado, bien de algún Gobierno o del BCE en el sentido de nuevas medidas contundentes”, explicó Diego Mendoza, de Analistas Financieros Internacionales (AFI).
Además, “la próxima semana se esperan resultados empresariales que pueden crear decepción porque las expectativas son altas y la proximidad de los resultados de las pruebas de resistencia también pueden generar más volatilidad”, añadió.
Este viernes la principal subida europea se registró también en la plaza que más había sufrido el miércoles de gran castigo, la italiana, con un avance del 3,42%. Fráncfort creció un 3,12%, París el 2,92% y Londres el 1,85%. La recuperación también se notó en el otro lado del Atlántico, ya que Wall Street ascendía más de un punto porcentual a media sesión, al igual que las bolsas de Brasil y México.
El jueves había calmado las aguas el mensaje transmitido por la Reserva Federal (Fed) apuntando a que su repliegue de estímulos podría aplazarse si la situación de baja inflación lo hace necesario, más allá de que se alcancen los objetivos de empleo fijados como guía para levantar el pie del acelerador en las políticas monetarias más expansivas, esas que, en líneas generales, implican poner en marcha la máquina del dinero para abaratar el crédito y favorecer la inversión. También el Banco de Inglaterra alertó sobre una retirada de estímulos demasiado prematura.
Lo malo es que en la zona euro los estímulos del BCE de los últimos dos años —tipos de interés casi cero o inyecciones de crédito barato, entre otras— se han quedado en los mercados financieros y no han acabado de normalizar el crédito para la economía productiva. Eso ha mejorado mucho la cotización de los bonos periféricos en los últimos dos ejercicios y, tras la abrupta penalización de estos días, también este viernes mejoraron su situación. La prima de riesgo española, que es el diferencial que pagan los títulos a 10 años respecto a la referencia alemana, se estrechó de 139 a 130 puntos básicos (1,3 puntos porcentuales), mientras que la italiana menguó de 175 a 162 puntos básicos. El riesgo de recaída en la recesión había impulsado el apetito por los bonos germanos como inversión refugio, pero el interés que le exigen los inversores subió del mínimo histórico del 0,7% al 0,86%.
Incluso los títulos de deuda de la rescatada Grecia, que habían tocado el 9%, se recondujeron hasta el 7,9%.
Pese a la presión de los mercados para que el BCE tome medidas más agresivas, como la compra de deuda pública, el BCE quiso recalcar este viernes que no se puede confiar la recuperación solo a las políticas monetarias. “Hablar vagamente de reformas pero no hacerlas es el peor de todos los mundos”, dijo Benoït Coeuré en una conferencia en Riga (Letonia), miembro del comité directivo del banco. El alemán Jens Weidmann, halcón y miembro del consejo de gobierno del organismo, también fue taxativo en el mismo foro: “El mayor cuello de botella para el crecimiento en la zona euro no es las políticas monetarias ni la falta de estímulos fiscales”, señaló, según Bloomberg. Y remachó: “Son las barreras estructurales que impiden la competencia, la innovación y la productividad”.
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