El Gobierno portugués no impedirá la venta de Portugal Telecom
Continúa la especulación sobre la operadora, que el fondo Altice pretende comprar
"¿Quieren que el Estado vuelva a tener una acción de oro en Portugal Telecom? Este Gobierno no lo va a hacer". Así respondió el primer ministro de Portugal, Pedro Passos Coelho, al interés de los parlamentarios socialistas sobre la probable venta de la operadora.
"Si el Gobierno es tan distante del problema de PT y de Novo Banco, por qué inyectó aquí dinero?", le preguntó Jerónimo de Sousa, secretario general del Partido Comunista (PCP). "El Estado no es accionista de PT", respondió Coelho. "No puede responsabilizarse al Gobierno de su situación. El Estado no es accionista de Novo Banco, es el Fondo de Resolución, formado con las contribuciones del fondo financiero. El Gobierno no fue consultado en la fusión de PT y Oi. No es el Gobierno responsable de esas decisiones".
La sesión de control parlamentario al Gobierno tuvo como uno de los temas centrales a la operadora portuguesa, que pretende comprar el fondo luxemburgués Altice. Esa misma mañana, la bolsa de Lisboa caía a niveles de 2010 con Portugal Telecom arrastrando a todos los valores del índice PSI 20 a los número rojos.
A primeras horas de la mañana, el índice PSI 20 perdía un 3,71% y PT el 10%. El recorte se suma a la debacle del día anterior en la que cayó más de un 13%, lo que supuso la peor sesión de su historia. La situación de indefinición de la operadora, con el fondo Altice en conversaciones en Brasil y Portugal para su compra, le han convertido en fácil víctima de los inversores a la baja. La acción cotiza a 1,3 euros cuando hace un año estaba a 3,6. Desde enero ha perdido el 55% de su valor.
Al cierre de la sesión, la situación se había relajado con una bolsa reduciendo las pérdidas a la mitad (1,3) y PT cayendo un 1,48%. Aún así, solo dos valores del principal índice cerraban en positivo: el privatizado servicio de correos CTT y el banco BCP.
Mientras, en Brasil, a Oi -participada en un 26% por PT- no le va mejor, con una caída del 20% desde que su máximo ejecutivo, Zeinal Bava, anunciara que dejaba la presidencia, enfrentado a los accionistas brasileños.
