“¿Sois serios o no?, nos preguntan con razón en el resto de la UE”
Jean Pisani-Ferry (Boulogne-Billancourt, 1951) es desde mayo de 2013 el comisario general de France Stratégie, la célula creada por el Gobierno francés para analizar y proponer iniciativas económicas frente a la actual crisis. Fue el primer director del think-tank Bruegel en Bruselas y asesor de la Comisión Europea y del Ministerio francés de Economía. En esta entrevista, en su despacho de París, asegura que Bruselas tiene razón al pedir más seriedad a Francia.
Pregunta. ¿Cómo describe la situación económica en Francia?
Respuesta. Tiene un crecimiento débil. Como reflejo de la situación general, pero también por problemas propios. Estamos peor que la media de la eurozona. Tenemos un problema de estancamiento prolongado del que hay que salir.
P. Una década casi sin crecimiento real.
R. No tanto. El crecimiento cayó a partir de 2008. Hemos recuperado el nivel previo a la crisis, algo que no ha ocurrido aún en España, Italia, Reino Unido, Alemania o Suecia. Pero los que cayeron mucho, nuevamente como España, tienen una dinámica mejor ahora. Francia cayó menos, pero le falta dinámica.
P. ¿Se debe en parte a que aún no ha emprendido reformas?
R. Es exagerado decir eso. En 2012, por ejemplo, se tomaron medidas fiscales a favor de las empresas para mejorar la competitividad. También hay reformas sobre el mercado de trabajo, el gasto público, la reforma regional… Y habrá una reforma en el mercado de productos para favorecer el crecimiento y la actividad.
Francia no puede pedir a sus socios europeos que se contenten con palabras
P. La mayoría de países de la UE han hecho muchas más.
R. O más rápido. La situación aquí era menos grave.
P. El gasto público es de los más altos del mundo.
R. Sí, de los más elevados en la UE. Pero un gasto alto no es un problema en sí cuando los ciudadanos aceptan una presión fiscal alta. En Dinamarca, que tiene el más elevado, se acepta pagar más impuestos y no hay problema. Es una cuestión de opción política. En buena parte, el gasto francés es enorme porque el sistema de pensiones es totalmente público, la educación es casi totalmente pública, el sistema de salud también… El problema es si son eficaces. No se puede aceptar gastar más si el resultado no es mejor que el de países vecinos.
P. Usted ha analizado las reformas en toda Europa. Las francesas, aseguran Hollande y Valls, no son de austeridad.
R. En comparación con otros países, no hay austeridad. En España, las medidas han sido más fuertes, duras y violentas. Claro que los responsables del país se enfrentaron a un riesgo de quiebra…
P. ¿Hay pendiente una reforma laboral en Francia?
R. Sí. La reforma de 2013 ha facilitado acuerdos entre trabajadores y propietarios en las empresas, hay condiciones adecuadas para reducir plantillas si la empresa está amenazada de subsistencia… Pero hay que revisar un mercado de trabajo que no favorece ni el empleo de jóvenes ni el crecimiento. Hay sectores donde los sueldos suben demasiado en relación con el PIB, las cotizaciones sociales deben ser revisadas a la baja…
P. Las reformas no incluyen cumplir los compromisos con Bruselas para rebajar el déficit.
R. Hay reglas, y hay que tomárselas en serio. Es un elemento clave de nuestra credibilidad colectiva. Si dices: “Tengo mucho déficit, pero ahora voy a hacer menos esfuerzos…; los haré más tarde…, no te preocupes…”. Eso afecta a la credibilidad. Es cierto también que la situación económica es delicada: crecimiento bajo, inflación baja...
Hay que crear las condiciones para que el crecimiento beneficie a la mayor parte de la población
P. París tendrá que pedir una tercera prórroga para tener el déficit por debajo del 3%. No lo logrará en 2015 y quién sabe si lo hará en 2017.
R. Con esta situación económica hay que tener horizontes más alejados que los previstos. Pero el Gobierno debe adoptar también firmes compromisos para reducir el déficit año tras año. Aunque haya retraso, la senda debe ser clara y creíble. Porque hoy Francia no puede pedir a sus socios europeos que se contenten con palabras. No ha cumplido sus programas de estabilidad ante Bruselas. “¿Sois serios o no?”, nos preguntan en el resto de la UE. Tienen razón. Debemos demostrarles que somos serios.
P. ¿Cómo imagina Francia dentro de diez años?
R. No hay razones estructurales para ser pesimista. Más bien, las hay para ser optimista. Si se analizan los fundamentos, Francia está bien situada.
P. ¿Existe el riesgo de una fractura social?
R. Ya hay una fractura social. Y grave. Las políticas públicas deben reducirla dando al mayor número de personas un mejor acceso a la educación, el empleo, la vivienda… Hay que crear las condiciones para que el crecimiento beneficie a la mayor parte de la población en lugar de que los problemas sociales corran solo a cargo del gasto público.
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