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Tesla extiende su desafío a Europa

El fabricante de coches eléctricos, que inquieta a la industria del motor tradicional en EE UU, pone en marcha un plan de dos años para abrir puntos de venta y recarga

Unos de los modelos de Tesla se presenta en sociedad.
Unos de los modelos de Tesla se presenta en sociedad.Bloomberg

Tesla lleva solo poco más de un año en Europa, pero ya tiene ambiciosos planes para la zona. A finales del 2015 habrá al menos una estación de súper-recarga de Tesla en un radio de 320 kilómetros de distancia en el centro de Europa, Escandinavia y las Islas Británicas. La cifra no es caprichosa. Dado que la autonomía de su modelo S está entre los 370 (60kWh) y los 480 (85kWh) kilómetros, la distancia de 320 km entre estaciones de súper-recarga es la mínima para que los propietarios de S empiecen a considerar la posibilidad de viajar fuera de su ciudad. Además, la recarga en esas estaciones es totalmente gratis.

La estrategia de expansión es la misma que Elon Musk, el fundador y presidente de la empresa, ha aplicado en EE UU, un mercado donde la empresa ya ha empezado a inquietar al sector del motor tradicional. Tesla, contra viento y marea, se está abriendo paso a través de la venta en Internet, en sus propios locales, y gracias a la red de estaciones de carga. Todo un ecosistema para conquistar al cliente.

Fuente: Bloomberg
Fuente: BloombergEl País

Partiendo de que para los viajes urbanos los propietarios de estos eléctricos los pueden cargar en su casa, Tesla ha desplegado las 112 estaciones de súper-recarga de EE UU a lo largo de grandes ejes de comunicación, la costa Este y Oeste y desde California a Nueva York. De momento, en Europa, explican en la sede europea de la compañía “ya tenemos 63 estaciones”. Los países que más tienen son Alemania (16), Francia (12) y Noruega (11). Igual que en EE UU, el despliegue pasa por cubrir ejes de comunicación muy frecuentados, rutas como Amsterdam-Paris-Costa Azul, Norte de Alemania-Suiza-Italia o transversalmente, desde la frontera española al centro de Alemania. El próximo desembarco será en el Reino Unido, donde Tesla cubrirá la ruta Londres-Edimburgo. España está entre los últimos países en los que Tesla entrará.

Pero esto es solo el principio. La idea es lograr una red tupida. En EE UU, la empresa ha proyectado para finales de 2015 una estación cada 160 km. Igual de rápido está creciendo la red de estaciones en Europa. En mayor tenía 24 estaciones y para julio ya tenía 50. “Hace poco más de un año empezamos a vender el modelo S en Europa. Primero en Noruega, en julio del 2013, y un mes después en otros países. No obstante, ya desde 2009, cuando se lanzó el coche, podían reservarlo”. El S está considerado un vehículo revolucionario. Pese a su propulsión eléctrica, logra pasar de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y alcanza los 200 km/h con un radio de autonomía de hasta 480 kilómetros.

La firma prevé para 2015 una estación de recarga cada

A par con el despliegue de las estaciones, Tesla está ampliando rápidamente sus puntos de venta. Ya hay 40 Tesla Stores, algunos con centro de servicios (reparaciones, mantenimiento). Los países donde más hay son Alemania (13), Noruega (6) y Holanda (6). Al contrario de los fabricantes convencionales, Tesla no utiliza concesionarios independientes. Esto le ha creado problemas en EE UU, ya que en la mayor parte de los Estados, los fabricantes sólo pueden vender a través de los establecimientos independientes.

El desembarco en Europa se está acelerando en un momento en que las ventas en EE UU se han frenado un poco. La compañía ha informado que pretende vender 35.000 vehículos de su Tesla S este año, un 56% más que los 22.500 del año pasado, pero el parón en EE UU hará difícil cumplir el objetivo, a menos que consiga que las ventas en Europa se disparen. La compañía se está implantando también en China, donde se asoció con China Unicom para desplegar su red y donde piensa construir una planta. Este año la compañía espera que sus ventas internacionales crezcan el 55%.

El principal mercado europeo de Tesla es Noruega, debido a las ayudas del Gobierno, que han abaratado mucho el precio de sus coches. El fabricante vende unos 2.000 vehículos al año en Noruega. En otros países, las ventas aún no son tan importantes. En Holanda, en torno a las 900 unidades, en Bélgica 300. La compañía decidió, recientemente, bajar el precio de sus coches en Europa. En Alemania su modelo S, que empezó a 72.000 euros, se estaba vendiendo por 65.000 euros este verano.

El S no es el primer coche de Tesla que se vende en Europa. Algunos centenares de su primer modelo, el Roadster (un deportivo), llegaron a partir de 2003 encargados directamente por los compradores. “El Roadster”, dicen en Tesla, “fue nuestro primer coche y ya no se produce”. La compañía de Palo Alto ha empezado su negocio por la gama más alta —el Roadster—, para luego descender a gamas más bajas según iban subiendo las ventas y costes de producción. En 2015 la empresa lanzará el X, un todoterreno mediano. Y luego vendrá, dicen en Tesla, “el llamado Modelo 3, que será ya un coche bastante más barato. La idea es que esté en el mercado en el 2017”.

El modelo S alcanza los 200 km/h y tiene hasta 480 km de autonomía

Para hacer frente a la demanda prevista, la empresa, que tiene su planta de fabricación y ensamblaje de coches en Freemont (California), va a construir su ‘gigafactory’, un descomunal complejo de 5.000 millones de dólares en las que se fabricarán las células de ion litio, distintos componentes, y se hará el ensamblaje de las baterías. La planta, que se construirá en Nevada, se hará junto Panasonic, actual proveedor del fabricante de coches. Uno de los objetivos de la nueva planta es, según Tesla, reducir los precios de las baterías con la producción a gran escala. La planta está programada para fabricar hasta 500.000 baterías al año. Parte de estas baterías se venderán a otros fabricantes de coches eléctricos.

En Europa continental, la firma tiene una planta logística y de instalación de baterías en Tilburg (Holanda) y se propone construir otra cuando las ventas superen los 160.000 coches. También hay proyectos para tener más presencia en el Reino Unido, donde la marca pronto se abrirá un centro internacional de innovación.

España aún está al margen de los proyectos más inmediatos de Tesla. “De momento”, explica una portavoz de la compañía “no tenemos planes de vender,distribuir o dar servicios a nuestros coches en España. Pero como nuestra idea es estar presentes en toda Europa, sí que estamos evaluando la posibilidad de entrar en España con presencia directa”. Es posible que estas reticencias se deban a que sus coches eléctricos no han tenido mucho predicamento en el mercado español. El Roadster apenas se vendió en España y del S se compran menos de 10 unidades al año.

Ángel Leal, de Comarth, que ensambla coches eléctricos para usos profesionales, confirma este poco interés del público español por los e-vehicles. “España es el país en el que menos coches vendemos. Creo que se debe a que aún no lo ven como sustituto del convencional, y también por el precio, el doble de cualquier otro similar”. Además, las ayudas a la compra de eléctricos son menores en España que en otros países. “Los responsables políticos están poco concienciados a la hora de instalar redes de recarga y de fomentar su compra y uso. En Londres, por ejemplo, hay zonas del centro donde el acceso está limitado a los eléctricos”, añade.

Pese al retraso, España no está fuera de la revolución del vehículo eléctrico. “Actualmente”, apunta David Barrientos, director de Comunicación de ANFAC, “se fabrican en España cinco modelos de eléctricos, de los que se producen 16.000 unidades que se exportan a más de 50 países; uno en Renault Valladolid, dos en Citroën Vigo, otro en Mercedes Vitoria y un último en Nissan Barcelona”

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