Dimas Gimeno se perfila como nuevo presidente de la compañía
El Corte Inglés nombró director general hace un año a este ejecutivo de 39 años ligado a la empresa
Isidoro Álvarez, como hace apenas unos días Emilio Botín, ha muerto al pie del cañón. El presidente de El Corte Inglés, que seguía ejerciendo las funciones ejecutivas a los 79 años, no había dado muestras de su intención de retirarse del cargo, pero sí había nombrado hace un año a lo más parecido a su delfín, al primer número dos con el que contaba: Dimas Gimeno (Madrid, 1975) se convirtió en agosto de 2013 en el primer director general que tenía la histórica compañía.
Gimeno es sobrino de Álvarez -quien a su vez también asumió el cargo tras la muerte de su tío Ramón Areces- y se incorporó a los grandes almacenes en su época universitaria, ejerciendo de vendedor mientras estudiaba Derecho, para luego pasar por diferentes departamentos de la empresa.
Ha sido, al menos hasta ahora, el mejor situado para suceder a Álvarez, si bien la compañía rehusó en su momento presentarlo como un candidato definitivo. No obstante, a finales de agosto, en la última junta de accionistas de la empresa, se hizo palpable su mayor protagonismo, ya que Isidoro Álvarez cedió a su sobrino el discurso ejecutivo, un gesto de fuerte carga simbólica en esa empresa. Los directivos presentes en el acto, que eran muchos porque la mayor parte de los accionistas del grupo es su propia plantilla, lo interpretaron como la preparación del relevo.
Manuel Pizarro se ha incorporado al grupo para reforzar el área financiera
La Fundación, clave
Muchos de los empleados y directivos de alto nivel de El Corte Inglés son accionistas de la compañía, pero el control del capital está en manos de la Fundación Ramón Areces, de la que Isidoro Álvarez era presidente vitalicio. El relevo en la Fundación es lo que marcará el relevo en el control del grupo de distribución. El patronato reproduce en buena medida el Consejo de Administración de El Corte Ingles, que está integrado por el consejero director general, Dimas Gimeno; por el nuevo fichaje, Manuel Pizarro; por directivos históricos del grupo de distribución (Carlos Martínez Echavarria, Florencio Lasaga o Leopoldo del Nogal) y por sociedades accionistas vinculadas al fundador de la compañía: Cartera Mancor, representada por Paloma García Peña, y Corporación Ceslar, representada por Carlota Areces Galán. El secretario del Consejo es Antonio Hernández-Gil. En los próximos días se nombrará al nuevo presidente.
La compañía se limitó el domingo a señalar que el relevo en la presidencia de los históricos grandes almacenes se producirá en los próximos días. Si el consejo de administración del grupo optase finalmente por Gimeno, el sobrino de Isidoro Álvarez asumiría el timón de la compañía, la primera en empleados de España, con 39 años. Su tío asumió el mismo cargo a los 55.
Como su sobrino, Isidoro Álvarez entró en El Corte Inglés cuando solo tenía 18 años, mientras estudiaba Ciencias Económicas y Empresariales en la Universidad Complutense.
Tras licenciarse en la Universidad San Pablo CEU, Gimeno hizo un máster MBA en la escuela de negocios IESE. Ha pasado por varias áreas del grupo: compras, marketing, gestión de clientes o Internet. En 2001 se trasladó a Portugal para colaborar en la puesta en marcha de la filial y del primer establecimiento en Lisboa. Luego dirigió otro en Oporto.
El grupo prepara su salto internacional y sufre caída de ventas en España
En 2008 volvió a Madrid y al año siguiente entró como miembro del Patronato de la Fundación Areces, a través de la cual se vehicula la participación en la empresa. En 2010, Gimeno se convirtió en consejero para asumir la dirección general este verano.
Pero a primeros del pasado julio el difunto presidente de El Corte Inglés tomó otra decisión dirigida a la delegación de poder al fichar al expresidente de Endesa, Manuel Pizarro, como adjunto a la presidencia del grupo, un cargo que hasta entonces no existía. El objetivo de la empresa era reforzar el área financiera y lograr una mayor apertura de los mercados.
Pizarro, que formó parte de las listas del PP en 2008, fue además nombrado consejero del grupo en la junta de finales de agosto.
A la dirección del grupo no le aguarda una misión fácil. La empresa ha sufrido mucho con la caída del consumo durante estos seis años de crisis en España y hace un año logró cerrar la reestructuración de su deuda gracias a la firma de un préstamo sindicado de 4.909 millones de euros con la participaron todos sus bancos acreedores. La compañía hizo públicos recientemente sus últimos resultados, correspondientes al ejercicio 2013, en los que se apuntaba el primer incremento de beneficio desde que comenzó la crisis en 2007. Pero esta mejora no vino dada por un aumento de los ingresos, sino por las plusvalías generadas por la venta de la financiera a El Corte Inglés y por las compensaciones fiscales.
De hecho, los ingresos totales menguaron un 1,8% (hasta los 14.553 millones de euros) y las ventas al por menos en España bajaron un 3,9%. El beneficio de explotación cayó el 44%, hasta los 185,7 millones.
Isidoro Álvarez no podrá ver ya la recuperación final de las ventas en España ni el salto internacional que preparaba el grupo, cuya presencia en el extranjero se ha reducido hasta ahora a los dos centros que la compañía tiene en Portugal y las tiendas de la enseña Sfera en México, Perú y Arabia Saudí.
La compañía había planeado un desembarco en Italia pero la gran crisis que comenzó en 2008 llevó a congelar el proyecto. Ahora estudia exportar su fórmula a través de diferentes alternativas —aperturas, adquisiciones de firmas, alianzas o franquicias— en mercado europeos, latinoamericanos o de África.
En su último discurso ante los accionistas, Álvarez fue claro: “La dirección de la compañía seguirá promoviendo iniciativas de innovación y estímulo con la inestimable cooperación de nuestros proveedores. Y espera dar el paso de la internacionalización en un tiempo razonable”.
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