Una vuelta de tuerca a la hostelería ‘online’
Hotel Tonight ofrece habitaciones de última hora en alojamientos de alto nivel
La recepción se aleja de lo que se espera en cualquier oficina. En Hotel Tonight, en la calle Market, la arteria central de San Francisco, se tiene la sensación de facturar en el mostrador de un hotel. Es una metáfora, pero también una forma de agradecimiento a los primeros establecimientos que confiaron en ellos. Sam Shank (Virginia, 1973) es consejero delegado y fundador de este servicio de reservas de hoteles emblemáticos a un precio, como mínimo, un 30% inferior al habitual. La aplicación es la tercera empresa emergente (startup) de Shank. Antes fundó TravelPost, dedicada a la crítica de establecimientos turísticos. Dealbase fue la segunda, durante la fiebre de los descuentos y cupones.
Con Hotel Tonight se acerca a un segmento más selecto de público. "Nos centramos en la demanda de los viajeros de negocios o alguien que quiera pasar un día especial. Nada que ver con el ocio familiar. Perfectos para una escapada, lejos de algo programado", matiza.
La clave de su éxito, según explica, reside en el software utilizado. "Somos una aplicación, ni más ni menos. Nuestros competidores quieren vender de todo: viajes, coches de alquiler... Nosotros solo habitaciones impresionantes a precios pequeños. Tenemos una misión clara, generar la menor molestia posible al hacer una reserva. De hecho, en algunos hoteles se entra directamente con un código. Ni siquiera hace falta registrarse", expone. Cada día, a las nueve de la mañana se anuncia la disponibilidad. A partir de ahí, se pueden explorar las habitaciones, espacios diferentes, coctelería, sauna...
El Thomson, de Nueva York, ha servido como inspiración de la oficina, con su barra para hacer combinados y salas de reuniones de sofás imposibles. El resto es un espacio abierto. "Me siento como uno más", explica el consejero delegado, "cada vez en un sitio diferente. Cuanta menos frontera, mejor". La mayoría de los 120 trabajadores, como en casi todas las startups, son programadores.
El despegar de Airbnb, la bestia negra de los hoteles, cuya valoración, sin tener un solo inmueble más allá de su sede, es superior a la de la cadena Marriott, les ha permitido llegar a acuerdos con la industria de manera relativamente sencilla. En vista de su pérdida de atractivo, esta opción ayuda a rentabilizar habitaciones cuya ocupación era más que dudosa. Lo que no se plantean por ahora es ofrecerlas por horas, algo que ya explotan algunas aplicaciones. "Se trata de buscar algo para sentirse cómodo, tener una experiencia intensa, pero no ir a algo sin apenas margen. Los hoteles no van a desaparecer, pero tienen que reinventarse, ser más sociales, mostrar sus bondades...", expone el directivo.
Otro de sus aliados es la temida por los taxistas Uber. "Es un experimento para integrar el viaje desde el aeropuerto al hotel", explica, "cada vez las empresas miran más los costes de sus empleados. Esta unión puede ser significativa en cuanto a ahorro sin sacrificar el bienestar".
El perfil del usuario está en la treintena. Android es la plataforma que registra un mayor crecimiento. Tenerife y Cádiz son algunas de las ciudades que pronto se incorporarán al listado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.