El BBVA reducirá un 40% los costes de Catalunya Banc
La entidad cuenta con garantías de 531 millones del FROB para afrontar los procesos judiciales
El BBVA se mostró eufórico con la adquisición de Catalunya Banc por 1.187 millones al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que les supondrá ganar 1,5 millones de clientes. Tras la operación, el FROB admite que se han perdido definitivamente todas las ayudas públicas destinadas a la entidad: 12.050 millones de euros.
Fuentes de FROB lamentaron estas grandes pérdidas acumuladas “debido a los errores de gestión de muchos años atrás” aunque valoraron como “buena” la operación porque Catalunya Banc “era una entidad inviable en solitario”. El FROB recordó que se ha conseguido no perder más dinero en la venta final de la entidad, cuando algunas fuentes del mercado auguraron un agujero adicional de más de mil millones.
El FROB da por perdidos los 12.050 millones inyectados en la entidad
El director de Estrategia y Finanzas de BBVA, Jaime Sáenz de Tejada, calificó de “magnífica” la operación para el banco porque se ha hecho “en un momento del ciclo en que la economía española está claramente mejorando”, afirmó ante la prensa. “Duplicamos nuestra presencia en una de las regiones más ricas y con más potencial de crecimiento”, añadió este ejecutivo que no quiso valorar cómo podría influir el proceso soberanista. “No hacemos consideraciones políticas”, apuntó Sáenz de Tejada.
El BBVA es consciente de que se enfrenta al reto de rentabilizar una entidad que ha sufrido ya grandes curas de adelgazamiento, con 2.400 empleados menos en plantilla, vive en la zozobra de haber tenido fuertes cambios estratégicos y ha sufrido el desprestigio propio de ser una entidad nacionalizada después de una nefasta gestión.
Los analistas consultados confían en que el BBVA podrá dar la vuelta a la entidad. “El reto es recortar gastos y lograr ingresos al mismo tiempo. No es fácil, pero cuentan con su experiencia bancaria. Desde 2006, Catalunya Banc ha reducido un 60% los ingresos frente a una caída del 27% en los gastos” y todavía tiene una alta morosidad, el 14%, pese a haber traspasado 6.500 millones al banco malo, comenta un analista veterano en el sector bancario que pide el anonimato.
Consciente de esta situación, el BBVA anunció este martes un recorte del 40% en la base de costes del banco catalán. A ello dedicarán 450 millones, una parte de ellos para costear la reducción de plantilla. El resultado de esta operación se debe reflejar en los beneficios de 2018, cuando la entidad alcance “velocidad de crucero”. “Tenemos previsto lograr para ese año un beneficio de unos 300 millones”, apuntó la directora de negocio de BBVA en España y Portugal, Cristina de Parias, en la conferencia de prensa. Preguntada por los recortes de personal, respondió que todavía no habían tomado la decisión y que lo anunciarán en los próximos trimestres.
La compra por parte del BBVA supone doblar tanto los empleados como las oficinas. Catalunya Banc tiene 4.500 empleados y 715 oficinas, y el banco 5.300 y 713. Los sindicatos reaccionaron este martes con prudencia ante la compra aunque celebraron la “solvencia y solidez” del BBVA. Algunos sindicalistas se mostraron preocupados por el futuro del empleo, informa Clara Blanchar. Hace justo un año se iniciaron las negociaciones del ERE que acabó en octubre pasado con el despido de 2.400 empleados y el cierre de 400 oficinas. El expediente finaliza precisamente este mes, con la salida de los últimos 700 empleados.
El secretario general del sindicato mayoritario SEC (de empleados de cajas), Jordi Campins, se preguntaba “qué plan estratégico tiene el BBVA” y se mostraba preocupado ante la traducción en empleo que pueda tener el plan de la entidad compradora de reducir los costes operativos en un 40%. “La actual reestructuración es suficiente”, manifestó y, como los sindicatos CC OO y UGT, apostó porque Catalunya Banc “mantenga la marca y una gestión propia”. Sobre esta cuestión, el BBVA calificó como una gran franquicia la marca Catalunya Banc, aunque no quiso adelantar si mantendría o no su marca.
Una de las buenas noticias para los clientes es que el BBVA ha decidido quitar las cláusulas suelo de las hipotecas de Catalunya Banc. El 12% de estos creditos están afectados por esta situación.
La operación fue bien recibida por la Bolsa, donde las acciones del BBVA subieron un 2,56%, frente al 1,6% del Ibex.
“El gran agujero del banco hizo imposible reflotarlo”, dice el Gobierno
En cuanto a los impactos financieros de la operación, el BBVA aseguró que no se va a alterar la política de dividendos del grupo para este ejercicio, “que supondrán entre el 35% o el 40% del beneficio”. En relación con los créditos fiscales (DTA por sus siglas en inglés), Sáenz de Tejada afirmó que hay 3.500 millones activados en estos momentos. "Están garantizados y ya son monetizables”, indicó y avanzó que están a la espera de una consulta formulada a la Dirección General de Tributos sobre 400 millones para ver si son o no monetizables. Si no lo fueran, el BBVA pagaría 267 millones menos. También contará con más capital por la suma del patrimonio de Catalunya Banc. Los 1.187 millones pagados por la entidad incluyen el coste de la ruptura de un acuerdo de venta de seguros con Mapfre.
Fuentes del FROB comentaron que han otorgado al BBVA unas garantías que consideran posible utilizar por 185 millones, aunque podrían llegar a 531 millones “si todas las circunstancias negativas se cumplieran”. Además, el FROB admitió que había otorgado otros 100 millones a Blackstone, que compró la cartera de hipotecas tóxicas de Catalunya Banc con garantías de 572 millones.
El fondo estatal también aclaró que las otras ofertas, las del Santander y CaixaBank presentaron condiciones inaceptables. Fuentes del mercado situaron la del Santander en unos 300 millones frente a los cerca de 80 millones de la entidad catalana.
A preguntas de la prensa, el FROB aclaró que no era posible mantener Catalunya Banc bajo el paraguas del Estado, a la espera de que se revalorizara —como está ocurriendo con Bankia— y minimizar las pérdidas “por dos razones: Bruselas determinó que había que venderla antes de diciembre de 2016 porque no era sistémica y porque las ayudas equivalían al 49% de sus activos de riesgo, las máximas pérdidas del sistema”. Fuentes del sector creen que la historia podría haber sido diferente con un equipo gestor cuya misión fuera revitalizar la entidad.
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