Blackstone y Catalunya Banc, la apuesta por España de un viejo conocido
La comprador del negocio hipotecario del banco catalán es uno de los principales grupos inversores del mundo
Blackstone, la entidad que se ha hecho con el negocio hipotecario de Catalunya Banc, es uno de los principales grupos inversores del mundo. La entidad, fundada en 1985 por Peter Peterson y Stephen Schwarzman, actual presidente y consejero delegado, se especializó en un primer momento en la actividad de capital riesgo, aunque posteriormente ha ido entrando en otros negocios.
Blackstone tiene su sede en Park Avenue (Nueva York), cotiza en Bolsa desde 2007 y su capitalización asciende a 37.991 millones de dólares (28.079 millones de euros al tipo de cambio actual). Entre sus principales accionistas se encuentran algunos de los mayores fondos de inversión del mundo como Fidelity (7,20%), Morgan Stanley (6,75%) y Janus Capital (5,25%), según los últimos registros de Bloomberg. Blackstone tiene 2.000 empleados, repartidos en 24 oficinas en las principales plazas financieras del mundo y sus fondos manejan activos por valor de 272.000 millones de dólares.
La compañía es un viejo conocido del mercado español. De hecho, en los últimos meses ha realizado importantes operaciones como la adquisición (2013) de 1.860 pisos en alquiler repartidos en 18 promociones de la Empresa Municipal de la Vivienda y el Suelo de Madrid (EMVS) por 128,5 millones de euros. También dentro del sector del ladrillo, Blackstone le compró precisamente a Catalunya Banc su división inmobiliaria, denominada actualmente Anticipa. Otra operación de calado, esta puramente de capital riesgo, fue la desinversión en Mivisa. Blakstone, junto con N+1, vendió en octubre pasado la empresa murciana de enlatado a Crown Holding por 1.200 millones de euros.
La adquisición del negocio hipotecario de la entidad catalana, negocio sobre el que han pujando numerosas entidades, es una clara apuesta por la recuperación de la economía española. ¿Cómo piensa Blackstone rentabilizar esta operación? Para empezar, el grupo estadounidense adquiere la cartera con un importante descuento, superior al 40% y con importantes provisiones del Frob. A partir de ahí, su estrategia sería doble. Por un lado, las hipotecas de Catalunya Banc presentan una tasa de impago superior a la media del sector (13,5%).
Sin embargo, la entidad estadounidense espera que con la posible mejora de la economía local disminuya la tasa de desempleo y caiga con ella el ratio de impagos. Por lo tanto, es una inversión que entraña riesgo, pero también asegura un flujo de caja estable para el comprador. La otra vía para sacar partido a la inversión es la posible revalorización del subyacente. La ley hipotecaria impide cambiar las condiciones de los préstamos para la compra de vivienda. Sin embargo, Blackstone confía en que un mayor crecimiento de la economía traiga consigo un repunte del valor de los inmuebles a los que están referenciados los préstamos de Catalunya Banc.
La venta de las hipotecas desbloquea el proceso de venta de esta entidad nacionalizada. Los bancos que pujan por ella aspiran sobre todo a su red, pero no quieren elevar su exposición al ladrillo español.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.