Las tres grandes críticas del FMI a la reforma fiscal del Gobierno
El Fondo censura que merme los ingresos, que no haya rebaja de cotizaciones y el baile de deducciones
El Fondo Monetario Internacional (FMI) ya había dejado claro que su propuesta de reforma fiscal para España incluía una subida del IVA (al pasar productos y servicios del tipo reducido al general) y una rebaja de las cotizaciones, para lograr con ello una especie de devaluación fiscal que contribuyese a crear empleo. Ahora, sin embargo, ha tenido ocasión de pronunciarse sobre la reforma fiscal propuesta por el Gobierno y el resultado es una especie de aprobado raspado con tres críticas principales: que merme los ingresos, que no incentiva lo suficiente el empleo y que no está claro en qué medida ensanchará las bases imponibles.
El informe sobre España de los técnicos del FMI ha incluido un breve anexo específico sobre la reforma fiscal. En él se señala que aunque haría falta más tiempo para una valoración completa, " la idea central de la propuesta es generalmente más favorable al crecimiento", con una rebaja de los tipos del IRPF y del Impuesto de Sociedades, con un recorte de los tipos marginales que acerca a España a sus socios europeos, y una "aplicación gradual prudente". Y opina que "el impacto global en el crecimiento dependerá de cómo se compensa la pérdida de ingresos".
Aumentar la recaudación
Los técnicos del Fondo, sin embargo, lanzan tres principales críticas a la reforma del Gobierno. En primer lugar, la reforma propuesta hará caer los ingresos, esto es, es una rebaja de impuestos, en lugar de ser neutral (como la reforma propuesta por el grupo de expertos) o de incrementar la recaudación, que es lo que consideran necesario los técnicos del FMI. Consideran que la reforma exigirá medidas compensatorias para alcanzar la senda de consolidación presupuestaria prevista. "Lo que vemos es pérdida de ingresos, es decir, no es neutral. Eso debe complementarse con nuevas medidas en el futuro", señaló el responsable del informe, James Daniel, en una conferencia telefónica, informa Sandro Pozzi. Los técnicos del FMI proponen subir los impuestos especiales y medioambientales y la supresión gradual de los tipos reducidos de IVA.
Sobre la subida del IVA a productos y servicios con tipos reducidos, el FMI señala que quienes más pagarían por ella serían los hogares de rentas altas y los turistas extranjeros, que son los que más consumen. Sin embargo, admite que la subida del IVA a los alimentos castigaría a los sectores más pobres y vulnerables, por lo que considera vital que haya medidas compensatorias para que queden igual o mejor que antes de la reforma. "Esto podría hacerse, por ejemplo, mediante el aumento de las transferencias sociales o los beneficios fiscales que reciben, financiados por la parte de los ingresos del IVA adicional pagado por los consumidores más pudientes". Asimismo, admite que subir el IVA en restaurantes y hoteles afectaría al sector del turismo, pero a cambio se beneficiaría de costes salariales más bajos si se reducen las cotizaciones sociales para los sueldos más bajos.
El Gobierno español trasladó al FMI que aunque están de acuerdo en principio en que los impuestos indirectos podrían tener un mayor peso en el futuro, subir ahora los tipos de IVA reducido podría frenar la recuperación.
Creación de empleo
En segundo lugar, el Fondo considera que la estrategia fiscal para impulsar el empleo podría estar mejor dirigida. La propuesta del Gobierno, señalan, pretende impulsar la creación de puestos de trabajo con una rebaja de los tipos del IRPF y el Impuesto de Sociedades, en lugar de un recorte específico de las cotizaciones de las empresas a la Seguridad Social. Esta última opción es la que el FMI cree que sería más eficaz en un caso como el español, donde lo que falla es la demanda de empleo más que la oferta.
El Fondo llega a la conclusión de que una estrategia fiscal de ese tipo, con una rebaja de las cotizaciones de un 1% del producto interior bruto (unos 10.000 millones) centrada en los empleos con menores sueldos y compensada con una subida de impuestos indirectos de la misma magnitud, elevaría el empleo entre un 0,5% y un 1,5% en un plazo de tres a siete años.
En tercer lugar, el FMI no ve claro el impacto neto en el ensanchamiento de las bases imponibles en la propuesta del Gobierno. Por un lado, la reforma elimina o limita algunas deducciones, pero, por otro, crea algunas nuevas. Ese es el caso, especialmente, de la tributación de las pymes, con la creación de las nuevas reservas de capitalización y de nivelación. Concluye por ello que la ampliación de las bases debe garantizarse.
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