París gana tiempo para estudiar alternativas a la compra de Alstom por General Electric
El ministro de Economía e Industria de Francia, Arnaud Montebourg, anunció hoy que el Gobierno galo quiere darse tiempo para estudiar alternativas a la compra del emblemático grupo industrial francés Alstom por la estadounidense General Electric (GE).
"General Electric y Alstom tiene su calendario, que es el de sus accionistas, pero el Gobierno tiene el suyo, que es el de la soberanía económica. Por eso el Gobierno quiere tener el tiempo necesario para examinar seriamente otras proposiciones", declaró Montebourg en un comunicado.
El ministro retrasó "sin die" la reunión que tenía prevista hoy en París con el presidente de GE, Jeffrey Immelt, de forma que el Ejecutivo concede tiempo a Siemes para que detalle una oferta por uno de los grupos industriales más emblemáticos de Francia, fabricante de trenes de alta velocidad y de centrales eléctricas.
La firma alemana anunció hoy que le interesa la operación, sin ofrecer más precisiones y el ministro sintetizó que ese proyecto pasa por "crear dos campeones europeos y mundiales en los sectores de la energía y el transporte, el uno en torno a Siemens y el otro en torno a Alstom".
El Gobierno francés está dispuesto a examinar ambas ofertas "con interés", con el objetivo de "preservar los intereses de la base industrial de Francia" e incluso a "participar financieramente".
Dado que Alstom opera en sectores estratégicos, la operación precisa de la autorización del Estado francés.
Montebourg subrayó que será "particularmente firme en sus exigencias de mantenimiento y creación de empleos, inversión e investigación y desarrollo en Francia, así como en el mantenimiento en Francia de los centros de decisión".
"Hay que recordar que Alstom vive principalmente de los encargos públicos y del apoyo del Estado a la exportación", agregó el titular de Economía, que avanzó que "no aceptará que se tome una decisión desde la precipitación" y sin analizar en profundidad "intereses alternativos".
El pasado jueves se filtró que General Electric iba a presentar una oferta por Alstom que los medios cifraron inicialmente en 13.000 millones de dólares (9.400 millones de euros) por el conjunto del grupo, lo que representaba un 25 % más que su precio de mercado antes de conocerse la noticia.
Otras fuentes precisaron que la propuesta afecta solo a las actividades energéticas de la firma francesa y no a las de transporte, como los trenes de alta velocidad.
Según publica hoy el periódico "Le Journal du Dimanche", el ministro intentó despertar el interés de otros grandes grupos industriales franceses de los que el Estado es accionista, como Areva, Safran, Schneider o Thales.
Y ante la falta de respuesta, intentó seducir al alemán Siemens, para que el grupo mantuviera titularidad europea, que finalmente decidió interesarse por su competidor francés, participado al 29,3 por ciento por la constructora gala Bouygues.
Alstom, fundada en 1928, es uno de los grupos industriales más importantes de Francia, donde emplea a 18.000 personas de las 93.000 que componen una plantilla que anualmente factura unos 20.000 millones de euros (unos 28.000 millones de dólares).
En 2004 fue salvada de la quiebra por Nicolas Sarkozy, entonces ministro de Economía, quien intervino financieramente el grupo porque opera en sectores estratégicos, lo que disgustó a Berlín, que consideró que la ayuda pública perjudicaba a la germana Siemens.
Una década después, Alstom, que ha equipado el metro de Nueva York, de Santiago de Chile o Caracas y las redes de tranvías de Barcelona o Dublín, vuelve a atravesar dificultades, en parte por la baja actividad de sus centrales térmicas. En los últimos tres años se ha dejado un 39 % en bolsa y en el último lustro un 43 %.
El intento de compra del gigante francés por parte de un grupo extranjero llega después de que otros grupos galos hayan unido fuerzas con firmas foráneas en los últimos meses, como la fusión de la cementera Lafarge con la brasileña Holcim, la de Publicis con la estadounidense Omnicom y la entrada del grupo chino Dongfeng al capital de PSA Peugeot Citröen.
Alstom, uno de los grupos que fabricaron el tren de alta velocidad AVE, cuenta con una plantilla de 4.000 personas en España y plantas en Santa Perpetua y Barcelona, dedicadas a la fabricación de trenes; en Buñuel, donde produce turbinas eólicas; en Bilbao y Cornellá, de turbinas hidroeléctricas; en San Fernando de Henares, de sistemas de transmisión de electricidad.
Además, Alstom está presente en países como México, Argentina y Brasil.
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