La banca española reduce el recurso al crédito del BCE a mínimos en dos años
Las entidades españolas tenían pendiente de devolver a Fráncfort 183.453 millones en febrero
El regreso a la normalidad en el mercado interbancario europeo donde las entidades se prestan dinero entre sí no acaba de llegar al sector español, incapaz de reducir la dependencia al crédito fácil del BCE hasta niveles deseables. Según los datos publicados este lunes por el Banco de España, la banca acaparó en febrero uno de cada tres euros prestados desde la institución que preside Mario Draghi, con un 29,5%. Frente a este porcentaje, que en cualquier caso está en su nivel más bajo en más de dos años, lo ideal sería que el sector español pidiese al BCE en torno al 12% de todo el crédito, ya que este es su peso relativo en el conjunto del Eurosistema.
El crédito solicitado desde España al BCE lleva bajando de forma consecutiva desde los máximos de agosto, cuando superó los 388.000 millones de euros. Gracias a esta tendencia, la media mensual de febrero ya está en 183.450 millones, un 2,8% menos que en enero. Así, ya está en los niveles de febrero 2012, pero no ha bajado lo suficiente como para reducir su peso relativo.
En el conjunto del eurosistema, el descenso de febrero fue del 2,35%, hasta los 619.800 millones. En su caso, el récord se alcanzó en enero de 2013 sobre los 907.000 millones gracias a la barra libre de liquidez a largo plazo que puso en marcha el instituto emisor.
Salvavidas para el sector
Las facilidades de crédito del BCE han sido el salvavidas para que el sector sobreviviese a la peligrosa combinación de crisis de liquidez y de deuda entre 2010 y 2011. Gracias a esta medida, la banca logró seguir financiándose cuando más recelos suscitaba. Sobre todo, en el caso de las entidades españolas y del resto de la periferia europea, señalada la semana pasada por el FMI al advertir de que el proceso de saneamiento no ha finalizado.
Mucha de esta liquidez fue utilizada por las entidades para sacar beneficio pidiendo prestado al BCE a tipos mínimos (actualmente del 0,25%) e invirtiéndolo después en deuda pública, que ofrece rentabilidades muy superiores. Con ello, el crédito no llegó a familias y empresas.
Por otra parte, en los datos publicados este lunes se observa que el dinero depositado por los bancos europeos en el BCE está en su nivel más bajo desde junio de 2011, con 29.500 millones de euros. Estos fondos son los que se verían afectados por una de las medidas de estímulo que se barajan en el seno del banco central para atajar el riesgo de deflación: la imposición de una tasa negativa a los depósitos. Esto es, cobrar a las entidades por el dinero que tienen aparcado en las arcas del organismo.
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