Boadilla limpia su imagen

Boadilla del Monte quiere romper con todas las sospechas que, en relación con la corrupción urbanística y de todo tipo, han sobrevolado y siguen haciéndolo sobre este municipio de 48.000 habitantes en la corona oeste de la Comunidad de Madrid y a 15 kilómetros de la capital.

Dos hitos marcan el intento de ruptura con el pasado. El primero, cuando el alcalde, del Partido Popular (PP), Antonio González Terol, se personó en la Audiencia Nacional, en septiembre, como acusación particular y en calidad de perjudicado, por presuntas irregularidades durante el mandato del también alcalde del PP Arturo González Panero entre 1999 y 2009.

El segundo, directamente ligado al urbanismo, el acuerdo unánime el pasado viernes en el Pleno municipal para impedir que al arquitecto Leopoldo Arnáiz y su empresa Arnáiz Consultores vuelvan a tener relación con el planeamiento de la localidad. 

Se tomaba esta decisión de alejar a Leopaldo Arnáiz tras el último informe de la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) sobre el caso Gürtel. En él se aludía a que el arquitecto podría haber adquirido terrenos a una empresa propiedad de Francisco Correa, y a que él mismo —a través de empresas bajo su control— era titular de varios terrenos cuya recalificación había promovido al haber sido el redactor del todavía vigente Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de 2002. Este plan —hasta que el Tribunal Supremo se pronuncie— sigue siendo el marco vigente de actuación para el urbanismo del municipio de Boadilla del Monte.

No obstante, y ante la posibilidad de que el Alto Tribunal declare nulo el plan vigente, el actual equipo de gobierno, encabezado por González Terol, puso en marcha, en julio de 2013, la tramitación de un nuevo plan general, cuya redacción se encargó a la sociedad GPA. El documento de avance se encuentra en información pública hasta el próximo 28 de abril para que se formulen sugerencias.

Lo que se pretende con este nuevo plan no es ampliar el actual techo poblacional, cuantificado en los 80.000 habitantes contemplados en el PGOU en vigor, sino ordenar y mejorar los valores ambientales del municipio, adaptando el marco urbanístico a los cambios legislativos que se han venido produciendo desde 2001.

La modificación para convertir ámbitos hoy urbanizables en no urbanizables afecta de lleno al sector Sur-3 Camino Bajo Depuradora, en el centro del término municipal, junto al Monte de Boadilla. Cuenta con edificabilidad suficiente para 219 unifamiliares con parcela media de 500 metros cuadrados y una superficie mínima construida de 150 metros cuadrados. El Ayuntamiento entiende que la ejecución de dicho ámbito significaría, de acuerdo con el proyecto de urbanización, la desaparición de casi 1.500 especies arbóreas, por lo que ha decidido evitar su ejecución.

El Consistorio también se plantea no reconstruir los campos de fútbol con edificaciones complementarias necesarias sobre los terrenos de la parcela conocida como Nacedero, entre el Palacio del Infante Don Luis y Camino Bajo, por el importante efecto visual que tendría sobre el palacio. El equipamiento deportivo contemplado junto al Club Las Encinas y la ampliación del campo de golf Las Rejas Majadahonda también se ven ahora como prescindibles.

El nuevo plan busca también completar el desarrollo de las zonas y ámbitos pendientes de ejecución en el suelo urbano. En este sentido, el documento de avance incluye, entre otras medidas, una posible desviación del tráfico procedente de Villaviciosa de Odón y Brunete para que pueda discurrir por el borde del término en dirección oeste-este hasta su conexión con la M-501. De este modo, se favorecería el flujo de vehículos en hora punta. También se contempla la posibilidad de un desdoblamiento de carriles en la M-513 —dos irían enterrados—, en el tramo que conecta la zona de Valenoso y la M-50.

Es precisamente en el sector Valenoso (Sur 11) donde se concentra, junto a El Pastel, buena parte de la actividad de obra nueva residencial existente en Boadilla del Monte. Se trata de una zona situada a escasos diez minutos del centro histórico de Boadilla, al oeste de la M-50, constituida en zona de expansión natural del municipio como ampliación por todos sus extremos de la urbanización El Olivar de Mirabal.

Al sur de El Olivar, como remate del antiguo Sector B, Altamira, la filial inmobiliaria del Banco Santander, comercializa en la calle Severo Ochoa las últimas viviendas disponibles en una promoción de 139 unidades. Pisos de dos o tres dormitorios, con superficies de entre 119 y 150 metros cuadrados y precios de 268.000 y 329.000 euros.

Ya en la zona de Valenoso, en la avenida de la Condesa de Chinchón, Levitt está entregando el complejo residencial Jardines de Valenoso, ocho edificios de tres alturas rodeados por un vial interior. Son pisos de tres y cuatro dormitorios, de 106 a 197 metros cuadrados que se venden desde 290.000 hasta 595.000 euros.

Geurco también en esta zona tiene en marcha dos promociones para entregar en 2015. Por un lado, doce adosados de cuatro dormitorios, distribuidos en dos grupos de seis viviendas con zonas ajardinadas comunes y piscina comunitaria.

Los chalés, de 157 a 245 metros cuadrados, tienen una banda de precios que varía entre 278.000 y 330.000 euros. Y, justo al lado, hay otro proyecto, muy cerca de la estación de Metro Ligero, de 81 pisos repartidos en tres edificios de 27 viviendas cada uno. Cuentan con tres dormitorios, superficies de 111 a 120 metros cuadrados y precios que oscilan entre 224.161 y 253.170 euros.

También se localizan en el sector Valenoso los 115 pisos protegidos de precio básico promovidos por la Empresa Municipal del Suelo y la Vivienda (EMSV), cuyas obras se iniciaron hace casi un año, poco antes de ser sorteados. Se trata de pisos de uno y dos dormitorios, entre 90.000 y 140.000 euros.

En el sector Sur 10 El Pastel, a la gestora Gesvieco solo le queda disponible uno de los doce adosados que ha promovido la cooperativa Vimufa (constituida en 1991 por iniciativa de la Mutualidad de la Policía), según el proyecto del arquitecto Juan Ignacio Mera.

Para la misma cooperativa, Gesvieco también tiene en marcha el Edificio Acantilado 2, localizado en la zona norte de Boadilla, cerca ya del límite que separa este municipio del de Majadahonda. Un total de 28 viviendas, en la calle de la Junta de Castilla y León, para rematar un conjunto residencial homogéneo junto a las 25 viviendas del Edificio Acantilado que fueron ya entregadas en junio del año pasado.